El lastre de las expulsiones: cinco en 26 partidos
Sevilla FC
El Sevilla de Lopetegui ya ha sufrido el mismo número de tarjetas rojas en media temporada que en las dos anteriores juntas, condicionando el esfuerzo continuado
Koundé, un partido de sanción: Competición es clemente
El esfuerzo continuado y las lesiones están teniendo otro lastre importante que afecta al rendimiento del Sevilla y horada también su capacidad de recuperación. El equipo ha sufrido ya cinco expulsiones en media temporada, un dato muy significativo, sobre todo teniendo en cuenta que iguala las tarjetas rojas que han visto sus futbolistas en las dos temporadas anteriores, una en la primera y cuatro en la segunda de Julen Lopetegui. El aspecto disciplinario ha decaído con la vuelta del público a los estadios, un factor influyente siempre en los estados de ánimo de los protagonistas, y también con el esfuerzo continuado de tantas lesiones y competiciones.
La última expulsión fue la roja directa que Del Cerro Grande le mostró a Koundé por caer en la provocación de Jordi Alba, que le empujó por dos veces con el juego parado, y darle un balonazo en la cara. "Sabe que se ha equivocado, tampoco había mucho que decir. Se ha dejado llevar y le ha faltado poso. Es una cuestión de edad, seguro que no le va a pasar mucho, es de los que aprenden", dijo confiando Lopetegui.
El problema es que ya llueve sobre mojado esta temporada y antes ha habido cuatro expulsiones por doble amarilla, protagonizadas por Diego Carlos, Delaney, Joan Jordán y En-Nesyri. Y todas, salvo la del danés, influyeron en el resultado. Cinco expulsiones en 26 partidos oficiales es una cifra excesivamente elevada que recuerda a las temporadas del Sevilla anteriores a Lopetegui.
Delaney vio dos amarillas casi inmediatas ante el Espanyol: por una falta y por aplaudir a González Fuertes que se la pitara y lo amonestara. Siendo un futbolista maduro, de 30 años, extrañó su comportamiento ante el quisquilloso árbitro asturiano. Alguien debería haberle dicho, por si no lo sabía ya, que en España esos gestos hacia el árbitro no son consentidos por éstos. En aquel partido el Sevilla ya iba ganando, aguantó el 1-0 media hora larga con diez y marcó el 2-0 ya en el 87.
En los otros partidos, no pudo ganar e incluso en alguno la expulsión afectó directamente al resultado, sobre todo en los casos de En-Nesyri ante el Salzburgo en casa (1-1), cuando vio la segunda amarilla por simular un penalti en aquel partido en el que se habían pitado cuatro, y Joan Jordán de nuevo con el Salzburgo (1-0) por incidencias del juego. Y Diego Carlos fue expulsado al final del Granada-Sevilla (1-0).
El central brasileño y el mediocampista catalán fueron dos de los que vieron dos amarillas la temporada pasada, cuando hubo cuatro expulsiones en 54 partidos oficiales: Joan Jordán (dos amarillas casi inmediatas en Granada, 1-0); Diego Carlos (doble amarilla en Villarreal, 4-0); doble amarilla a Fernando (semifinal de Copa en Barcelona, 3-0); y una roja directa a Jesús Navas, la única que no afectó al resultado, porque el Sevilla tiró de épica para remontar ante el Krasnodar en la Champions, 3-2. También hubo otra roja directa, en aquella prórroga copera en el Camp Nou a De Jong, por aplaudir al árbitro, pero estaba ya en el banquillo.
Y en la temporada primera de Lopetegui, un tercio de la cual se jugó sin público, después del confinamiento por el Covi-19, apenas fue expulsado Ocampos, por doble amarilla. Fue en Valladolid, en el minuto 90 y no afectó al resultado, pues el Sevilla aguantó sin agobios el 0-1 que había logrado Banega de penalti. Eso sí, a Ocampos le cayeron tres partidos de sanción porque tras ver la segunda amarilla le dijo "sos un caradura" al árbitro Prieto Iglesias, que interpretó como falta del argentino lo que pareció falta del lateral Nacho. Pero, jugándose tantísimo aquella temporada, y a pesar de los penaltis de Diego Carlos en la fase final de la Europa League, el aspecto disciplinario fue muy bueno y no hubo más rojas: sólo una en 54 partidos oficiales, un hito histórico.
Evidentemente, el esfuerzo continuado, la tensión competitiva, la merma de efectivos por lesiones y el escaso margen de los resultados ha influido para que haya habido cinco expulsiones hasta ahora, en apenas 26 partidos oficiales, menos de la mitad que los de las dos temporadas anteriores de Lopetegui.
El guipuzcoano tiene trabajo ahí con sus hombres, que corren el peligro de volver a los números tan perniciosos de campañas anteriores a su llegada: los nueve expulsados de la 18-19; los siete de la 16-17; o los trece de la 15-16.
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