La aldaba
Carlos Navarro Antolín
El rey brilla al defender lo obvio
La derrota ante el PSV ha dejado un ambiente grisáceo en la Ciudad Deportiva José Ramón Cisneros Palacios. Tanto, que durante la mañana del viernes, cuando la plantilla al completo del Sevilla regresaba al campo de entrenamiento -la sesión anterior fue de recuperación-, un cielo encapotado y relleno de nubes cubría a Diego Alonso y sus -pocos- hombres.
El técnico charrúa, de nuevo defendido públicamente por sus dirigentes, ha estado a los mandos de una sesión preparatoria de cara a la final del domingo ante el Villarreal. Bajo sus órdenes -las de Silva, el entrenador de porteros- han estado tan sólo Dmitrovic y Alberto Flores, ya que Nyland continúa con la recuperación de una lesión que debía haberse acabado esta misma semana. Contando al noruego, hasta once jugadores del primer equipo no han saltado al césped con el resto de sus compañeros.
Jesús Navas y Sergio RamosJesús NavasSergio Ramos, ambos sancionados, no se han ejercitado con el grupo. Tampoco lo han hecho los ya lesionados Erik Lamela, Suso, Soumaré -estos dos últimos se han probado sobre el césped antes del entrenamiento-, Marcao y Loïc Badé. Además de ellos, se han sumado en la parcela de ausencias Sow, Fernando Reges y Mariano Díaz. Una cantidad de bajas que hacía tiempo que no se daba en Nervión... y llega en el peor momento.
Ante ello, Diego Alonso se ha visto obligado a tirar de un Sevilla Atlético de récord. Lulo Dasilva, Darío Benavides, Ibra Sow, Manu Bueno y, un habitual ya, Alberto Flores han completado la sesión con el primer equipo.
El día a día del Sevilla es tan complejo, caprichoso y enrevesado, que le deja 'la cabeza' de su actual entrenador en bandeja de plata al que pudo serlo hace algo más de un mes. Diego Alonso se jugará su puesto ante Marcelino García Toral y con la Junta General de Accionistas presionando con fuerza -será un día después del partido-.
El Villarreal, que sólo conoce los buenos resultados -tres victorias, con siete goles a favor, en tres partidos- desde que el técnico asturiano asumió el cargo, visita un caldeado Ramón Sánchez-Pizjuán. No obstante, esta alta temperatura que se vive en los últimos tiempos en Nervión no es su famoso ambiente de finales. Nada más lejos de la realidad. Durante el choque de Champions frente al PSV, ya hubo tiempo, de sobra, para que la afición sevillista mostrara su disconformidad en varias ocasiones con la dirigencia de una entidad que se derrumba en tiempo récord.
Un partido con un contexto peligroso que dará como resultado algo más que tres puntos, pase lo que pase. El peor -o mejor- momento posible para que un exentrenador y candidato al banquillo del Sevilla aparezca en busca de 'venganza' por Nervión.
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