Dos caras en la puesta en escena (1-1)

El Sevilla de Pablo Machín logró un soso empate en su primer partido de la pretemporada. En un ecuentro con dos mitades bien distintas, los nervionenses fueron superiores al Bournemouth en la primera, en la que el soriano dispuso un equipo más reconocible, y no pudieron con los ingleses en una segunda en la que actuaron siete canteranos junto a Vaclik, Corchia, Arana y Franco Vázquez. Ben Yedder marcó un buen gol en la cara A del partido y Vaclik no pudo impedir el empate en un error defensivo de los varios que hubo en la cara B. Los desajustes, no obstantes, también se evidenciaron cuando el Sevilla mandó en el partido: el plan de Machín, con la línea de tres centrales muy adelantada, implica ese riesgo.

Uno de los cambios de filosofía es asumir como natural ese riesgo de jugar con las líneas adelantadas, casi en campo contrario los tres defensas muchas veces, y minimizar los errores, claro, para evitar que se trasladen al marcador. Lo logró el Sevilla en la primera parte pero no en la segunda, en la que además apenas pudo salir con un fútbol trenzado, más allá de lo que originaron Arana y Lara por la izquierda.

La esperada puesta en escena del Sevilla de Pablo Machín fue sorprendente en algunos matices de una idea general que más o menos respondió a las expectativas. Sobre el consabido dibujo de tres centrales, cuatro centrocampistas y tres atacantes, más o menos puestos en un 3-4-2-1, el entrenador soriano quiso probar a Amaodu de central, posición que conoce bien de su etapa en el Lille y en la que no será raro verlo durante la temporada, según las necesidades del equipo. Fue el central por el centro acompañado por Pareja a su derecha y Carriço a la izquierda en el equipo de la primera parte.

Por delante, Roque Mesa fue la referencia anclada mientras que Borja Lasso tuvo más libertad para salir a presionar junto a los dos carrileros, uno de los cuales fue Correa, que actuó por la derecha, para aprovechar el juego exterior con su pierna natural, y el otro fue Escudero.Y en el ataque, Nolito y Pejiño realizaron la doble mediapunta a Ben Yedder, permutando sus posiciones.

El Sevilla, con un once de marcadísimo carácter ofensivo, jugó mucho más por dentro de lo esperado, aunque también utilizó los balones en largo cuando hizo falta, tanto del portero y los centrales, con bastante acierto de Carriço en esta faceta, por cierto, como por parte de Roque Mesa. En cambio, los carrileros aparecieron poco en esa función de reforzar el juego exterior y buscar con un fútbol más directo el área. Entre otras cosas porque los tres delanteros que había sobre el campo de inicio no destacaban por su estatura y sí por su calidad para combinar por abajo, raseando el balón. Evidentemente, mientras llega ese delantero de referencia prometido a Machín es la opción más adecuada a las piezas con que cuenta ahora.

De esa forma llegó el 0-1. Tras un robo adelantado, el balón le cayó a Nolito cerca de los tres cuartos, y el sanluqueño envió un medido pase a Ben Yedder, que desequilibró fintando con el cuerpo en carrera a su marcador y soltó un preciso disparo cruzado a la cepa del poste.

El Sevilla salió con la idea de mandar en el partido desde el principio, con la premisa de adelantar las líneas cuando el balón estuviera en campo contrario, hasta tal punto de que muchas veces los centrales jugaron en posiciones muy adelantadas. De esa forma procuró robos por presión, aun con fallos en la coordinación. El desajuste se vio en algunas transiciones rápidas de los ingleses, que curiosamente jugaron con un sistema similar, que cogieron algo desprotegidos a los tres centrales, cuando eran superados los cuatro hombres del eje.

Ahí sufrió algún susto el Sevilla, sobre todo en un centro pasado que Correa despejó sin querer hacia el área para que Wilson disparase fuera. Pero en general la contundencia sobre todo de Amadou y Carriço bastó para frenar las tímidas intentonas británicas.

El partido cambió completamente cuando Machín cambió el once y los ingleses tomaron la iniciativa. Con la mezcla de jugadores del primer equipo y del Sevilla Atlético, el conjunto blanquirrojo perdió el control del partido. Intentó salir sin lograrlo, con Franco Vázquez de atacante por la derecha desconectado de Fede San Emeterio y Mena, los dos medios centro que intentaron hilvanar el juego.

El Sevilla aguantó las acometidas inglesas y sólo se sacudió el dominio cuando el Mudo logró conectar con la izquierda, donde Arana y Lara sí crearon peligro. El brasileño estuvo activo y un disparo suyo despejado a córner espabiló a su equipo.

Poco después fue Franco Vázquez el que gozó de otra buena ocasión tras un gran pase interior de Lara. Intervino el meta inglés y cuando el Sevilla parecía más crecido, con casi todo el equipo en campo inglés, un error en el flanco izquierdo de la zaga fue aprovechado por Ibe para plantarse solo ante Vaclik y batirlo por abajo.

El partido se ensució a partir de ahí con faltas y duras entradas y el Sevilla no pudo deshacer un empate que deja algunos destellos y bastantes dudas en esta época de laboratorio y escasez de piezas entre la lentitud de los fichajes y los mundialistas del Sevilla, a lo que se sumaron las ausencias de los tocados Jesús Navas y Sarabia.

Ficha técnica

Bournemouth: Begovic; Smith, Steve Cook, Simpson, Nathan Ake, Daniels; Hyndman, Lewis Cook, Brooks; Joshua King y Callum Wilson. También jugaron Boruc, Francis, Mings, Surman, Arter, Gosling, Jordon Ibe, Marc Pugh, Fraser, Mousset y Jermain Defoe.

Sevilla: Sergio Rico; Pareja, Amadou, Carriço;Correa, Roque Mesa, Borja Lasso, Escudero; Nolito, Ben Yedder y Pejiño. Segunda parte: Vaklic; Genaro, Cristian González, Álex Muñoz; Corchia, Fede San Emeterio, Mena, Arana; Franco Vázquez, Marc Gual y Lara. Suplentes, Pozo y Ganso.

Goles: 0-1 (24’) Ben Yedder. 1-1 (69’) Ibe.

Árbitro: Jaime Latre (aragonés). Amonestó a Gosling, Arter, Mings, Fraser, Fede San Emeterio, Genaro y Corchia.

Incidencias: Partido disputado en La Manga Club. Unos 500 espectadores.