El Sevilla, el derbi y cómo capear el temporal hasta el Mundial
Sevilla FC
El Sevilla afronta tres duras citas antes del parón tras firmar su tercer peor arranque histórico y hasta podría llegar al derbi en puesto de descenso
En puesto de descenso en espera del Elche-Getafe
Monchi paró su coche ante varios jóvenes que lo insultaban
El Sevilla cae a puesto de descenso en espera del Elche-Getafe
Hasta a Monchi llega ya la crispación del Sevilla en este pésimo arranque de la temporada 22-23. Cuando octubre dobla a noviembre y el cambio de hora rebaja la luz, al Sevilla también se la apaga la suya justo cuando va a embocar un trío de partidos durísimos en las actuales circunstancias. La derrota ante el Rayo Vallecano ha hecho muchísimo daño. Los corifeos habituales contra la directiva volvieron a vociferar contra José Castro, con más adeptos porque las derrotas unen en lo negativo. Jorge Sampaoli bajó varios tonos su habitual timbre locuaz y hasta Monchi se vio zarandeado dialécticamente al salir del estadio.
El Sevilla está en medio de un temporal tremendo y no sólo por los datos objetivos. Desde luego las estadísticas históricas no invitan al optimismo. Antes bien, ponen el contexto idóneo para sugestionar los ánimos más pusilánimes con cuentos nocturnos de terror en este tradicional tiempo para honrar a los difuntos o desmitificar la muerte, según quién. Los datos son los siguientes: el tercer peor inicio liguero de la historia tras los de la Liga 35-36, en la que se salvó del descenso, y la 99-00, en la que protagonizó la última caída a la Segunda División; y el peor inicio liguero en casa con ningún triunfo en seis partidos ya, superando incluso el mal arranque en Nervión de la penúltima temporada de descenso, la 96-97.
Pero, más allá de esos fríos y hasta tenebrosos datos, que invitan a imaginar lóbregos panoramas fantasmales, lo peor es la sensación que va dejando una plantilla completamente desequilibrada, con demasiado futbolista sin la calidad física mínima ni la fisonomía para afrontar partidos de alta competición. Jugar rondos con gusto y calidad está muy bien en los entrenamientos, pero luego llega el Rayo de turno y no permite a ningún mediocampista del Sevilla el simple gesto de controlar y darse la vuelta...
No es tiempo para pusilánimes ni medrosos desde luego ante el temporal que se le viene encima al Sevilla, que antes del parón de mes y medio por el Mundial visita al Manchester City en el Etihad Stadium, juega el derbi ante el crecidísimo Betis, que lo supera en 13 puntos, en un Benito Villamarín con ganas de históricas revanchas y recibe a una Real Sociedad metida en la pugna de la Champions.
Ante esta situación, Sampaoli debe evaluar cómo repartir las energías y los esfuerzos en pro de mantener una mínima línea competitiva. Habrá quien piense que hay que tirar el partido de este miércoles, día de los Fieles Difuntos, ante el inalcanzable Manchester City de Guardiola. Por fortuna, en el Grupo G de la Champions no hay nada ya en juego y los citizens recibirán a los nervionenses como líderes y cabezas de serie del sorteo de octavos de final. Sí están en juego los millones que reparte la Champions y si son impensables hacerse con el botín de los 2,8 millones de euros del triunfo, los 930.000 euros del empate serían de un valor incluso superior al crematístico no ya por lo pecuniario, sino por su significado moral en este contexto tan lúgubre. Sería la mejor forma de afrontar la visita en el derbi y el cierre en Nervión ante la Real Sociedad.
Un cierre antes del parón que puede suponer además un juicio previo de la afición como último partido antes de la Junta General de Accionistas, que aún no ha sido convocada y en la que se prevén durísimas batallas dialécticas, con José María del Nido observándolo todo mientras recarga su grandilocuente retórica. Pero llegue como llegue al Mundial, el Sevilla debe rearmarse y buscar soluciones en el mercado. El parón es la luz.
Temas relacionados
1 Comentario