Sevilla-United... y sin un favorito claro
Sevilla FC-Manchester United / La previa
La tropa de Lopetegui debe escalar un auténtico ‘ochomil’ para repetir en Colonia
El premio es la sexta final de la Europa League, casi nada
Tercera final para el Sevilla en Alemania y en esta ocasión está enfrente una escuadra con el prestigio mundial del Manchester United, una de las que más ingresos generan por todo el universo. Ésa es la nueva montaña, un verdadero 'ochomil', que tiene que escalar la tropa de Julen Lopetegui en estas vibrantes últimas rondas de la Europa League. Pero que levante la mano el sevillista que no se enorgullezca de que los suyos partan en los pronósticos a la misma altura, cuando menos, que semejante gigante futbolístico.
Porque es así, más allá de lo que puedan dictaminar las casas de apuestas, que suelen ser un mundo aparte, la opinión de todos los hombres de fútbol, llamémosle así, coincide en que esta semifinal entre el Sevilla y el United es pareja, que no existe un candidato claro al triunfo antes de que el alemán Felix Brych dé la orden de que el balón eche a rodar.
763,68 millones
Es el valor de Transfermarkt para la plantilla del United, más del doble de los 338 del Sevilla
Eso, lógicamente, ya es un triunfo para este Sevilla, pues no se olvide nunca la distancia sideral entre una entidad y otra en lo referente a los ingresos y a los presupuestos con los que se manejan. Por ejemplo y aunque no sean parámetros infalibles y sí tienen mucho de subjetividad, una web tan seria como la alemana transfermarkt le da un valor de mercado a la plantilla del Sevilla de 338 millones de euros. Se trata de una cantidad, además, que se ha visto sensiblemente incrementada desde el retorno de Monchi a la dirección deportiva nervionense, ya que el isleño ha generado unas plusvalías considerables con su política de fichajes.
Pero esa cifra, que no está nada mal, se queda en menos de la mitad de los 763,68 millones que se le otorgan al elenco de futbolistas que tiene el Manchester United en el presente curso. Por realizar un somero repaso, éste sería el ránking para la citada web: Pogba, Rashford (80 millones), Bruno Fernandes (70), Martial (58), Maguire (56), Mason Greenwood (45), Wan-Bissaka y De Gea (40). Diego Carlos y Ocampos, con 50, son los más valorados, en cambio, en el Sevilla.
Afortunadamente, hoy más que nunca, el fútbol no se rige por las matemáticas, por las valoraciones que se le otorgan a los encargados de practicarlos para defender los colores de uno y otro equipo, y la prueba está en que los pronósticos no estén decantados claramente hacia el United. Sí deben servir esos datos para ponderar en su justa medida el mérito de los sevillistas de pelear de tú a tú con semejantes mastodontes.
Y con esa ilusión se plantarán a las nueve de la noche Julen Lopetegui y su tropa en el estadio del Colonia con la intención de prolongar un partido más su extraordinaria racha de 19 encuentros oficiales sin perder que se iniciara más allá de la interrupción del fútbol por la pandemia y que se ha alargado después gracias al magnífico funcionamiento de un grupo de futbolistas que deja a los suyos con el pecho completamente henchido cada vez que los ve pelear contra todos y contra todo.
La cita de Colonia no va a ser una excepción y el Sevilla partirá con la intención de volver a ser sólido, con el deseo de proteger a Bono muy lejos del guardameta marroquí para utilizar también sus armas en ataque para tratar de batir a Romero. Es el camino para disputar la que sería la sexta final de la Liga Europa para los sevillistas y a ello se van a dedicar con una convicción extrema, casi rayando en el fundamentalismo, balompédico en este caso.
No parece que los peones se vayan a alterar mucho en los planes de Lopetegui. Afortunadamente, aunque el United llega con un día más de descanso desde su partido contra el Copenhague, los sevillistas están teniendo tiempo entre una cita y otra para recuperarse físicamente. Cierto que los ingleses necesitaron de una prórroga, pero jugaron el lunes y no el martes. Pero cinco días sin necesidad de viajes y enclaustrados en un hotel de Düsseldorf son tiempo más que suficiente para que los profesionales blanquirrojos se hayan recuperado sin ningún problema.
Esto quiere decir que Lopetegui, algo raro en su trayectoria al frente del Sevilla, tal vez inédito, podría repetir por tercera vez consecutiva un mismo once. Suso, que partía como la duda por si su entrenador optaba por Munir o por Óliver Torres, se reivindicó con su juego contra el Wolverhampton y no parece que vaya a variar la alineación en ese sentido. Pero tampoco se puede elevar ninguna cábala a definitiva, ya que el entrenador vasco y su cuerpo técnico tiene muy en cuenta el estilo de los rivales a la hora de sus elecciones y este Manchester United es inglés como el Wolverhampton, pero no tiene absolutamente nada que ver en su concepción del fútbol.
Porque el cuadro de Solskjaer apuesta mucho más por el ataque, por tratar de hacerle daño al rival, incluso desprotegiéndose atrás en muchas ocasiones. Aunque los nombres de defensas como Maguire o Bailly intimiden, lo cierto es que el balance defensivo no es tan fuerte y sí suelen manejarse con hombres destinados a atacar por el centro del campo como Bruno Fernandes, el futbolista que cambió la faz del equipo desde su llegada en el mercado invernal, o el propio Pogba. Y qué decir de Rashford, Martial y el que se convierta en el tercer elegido en la delantera.
Será, pues, un partido bastante rico tanto en las individualidades como en lo colectivo, en lo táctico, y ahí tendrá mucho que decir Lopetegui con su capacidad para hallar los puntos débiles del adversario y potenciar los suyos. El Sevilla, eso sí, partirá con el máximo respeto al United, pero muy confiado en el potencial de los suyos y en ese afán por conquistar por sexta vez la deslumbrante copa que entrega la UEFA al ganador de la Liga Europa.
No se olvide, además, que no hace mucho que ambas escuadras se enfrentaron en los octavos de final de la Liga de Campeones y todos los sevillistas tienen aún muy fresco en el disco duro de su memoria cuál fue el desenlace final del cruce, con esos dos goles de Ben Yedder en Old Trafford para que el orgullo se disparara de nuevo en una campaña que muchos que no quieren a la fe balompédica radicada en Nervión ningunearon como si no se hubiera producido esta clasificación para los cuartos de la Champions o la presencia en otra final de Copa. Pero eso es pasado, la exigencia pasa ahora por superar otra vez esa montaña llamada Manchester United. No en vano, la sexta final de la Europa League espera. Casi nada.
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