Sueños, fútbol y redes sociales
Sevilla FC
El Sevilla, ajeno al ruido que dio la andanada a "los mediocres" de su director deportivo y a la apología posterior de su presidente, aspira ahora a mejorarse a sí mismo tras cumplir su gran objetivo
Lopetegui: 50 partidos esta temporada con 64% de victorias y 76% de invictos
Castro defiende a Monchi y recuerda el antes y el después de su regreso
Nunca te rindas. El Sevilla, en el inicio de la pandemia del Covid-19, va para más de un año, reeditó su nuevo lema, el que imaginó para su himno El Arrebato, y convirtió una sentencia epopéyica, dicen que nunca se rinde, en un imperativo: nunca te rindas. Lo difundió a través de sus medios para dar ánimos a una sociedad horadada por el virus y sus consecuencias. Se unió a la ola de solidaridad que inundó las redes sociales, que para algo deben servir. Y ahora el equipo, el Sevilla de Lopetegui, se obliga a cumplir el propio apotegma del club. Nunca te rindas, se leía en la foto que usó la web oficial para ilustrar el entrenamiento de ayer.
Cuando apenas faltan cuatro jornadas, no parece que sea momento de rendirse, habiendo cumplido además el gran objetivo, la clasificación para disputar la Liga de Campeones, con sus pingües beneficios económicos, con cinco jornadas de antelación nada menos. Cumplida la principal meta, el Sevilla se aprestó a darle continuidad al sueño de disputarles la Liga a los tres mastodontes del fútbol español. Pero fútbol es fútbol, como dijera Vujadin Boskov, e Iñaki Williams se redimió de su irregular temporada y de sus frustraciones coperas marcando un golazo a la contra: despertó al Sevilla del sueño con un jarro de agua fría en el minuto 90.
Era la primera derrota desde el 3 de marzo, cuando el Sevilla, agonizante aún por el desenlace de la semifinal copera en el Camp Nou, arrastró su derrota por el Martínez Valero de Elche. Tuvieron que pasar dos meses para que el Sevilla de Lopetegui volviera a hincar la rodilla. Pero eso no significa nada más que el mérito de este grupo, dirigido con criterio y capacidad de gestión de forma encomiable por Lopetegui, es absolutamente tremendo. Después de dos meses volvió a perder. Y algo leería en las redes sociales Monchi tras el gol de Williams que lo irritó hasta el punto de recurrir, con el corazón enviando 180 pulsaciones por minuto, a Twitter, con los dedos crispados aún por la dolorosa derrota que alejaba el sueño.
Confusión de los mensajes
El director general deportivo, un asiduo de las redes sociales, acudió a su cuenta para dejar un críptico mensaje usando una letra de un pasodoble de 2011 de la comparsa Los Príncipes, de Juan Carlos Aragón (q.s.g.h.), que, ya en origen no era demasiado afortunada en su reivindicación carnavalera. "Guarda esto en tu memoria, los mediocres sólo pueden conseguir algo de gloria viendo hundidos a los demás", era el extracto usado por Monchi, un forofo del Carnaval de Cádiz, para ensalzar a los suyos. Pero, ¿necesitaba el Sevilla en ese momento defensa alguna ante nadie? ¿Se rindió Monchi, puntualmente, a la pulsión visceral de las redes sociales simplemente por perder un partido después de dos meses?
Sólo Monchi sabrá a qué mediocres se refería... Pero no hay que ser muy avispados para entender que, en una ciudad como Sevilla, los más suspicaces de la otra acera futbolística se iban a dar por aludidos... Y ahí se enredó el asunto, hasta el punto de que el propio Monchi tuvo que borrar alguna réplica suya que ya sí sobraba totalmente.
Pero, más allá de esa confusión de remitente y remitidos, el mensaje de Monchi –"orgulloso de mi gente", "seguiremos soñando..."– sonaba a epílogo, a punto final tras haber llegado a una meta, cuando la meta ya fue pasada pero el Sevilla aún tiene muchísimo que decir.
Viendo el revuelo que se formó en Twitter, José Castro salió a defender a su director general deportivo, estrenándose a lo grande en Instagram. "Cómo han cambiado las cosas de aquel 3 de mayo –derrota ante el Leganés, 0-3 en 2019– a este 3 de mayo –derrota ante el Athletic–... Lo he dicho muchas veces. Traer de vuelta a Monchi ha sido de las decisiones más acertadas de mi presidencia". Pero, ¿todavía es necesaria una defensa de la gestión de uno de los mejores de Europa en su cargo como mínimo?
En esa legítima apología, el presidente también dio pie a cierta confusión. De hecho, pese a que Instagram no tiene (aún) el vicio de la réplica maledicente, su mensaje, rebotado en Twitter sí que recibió reconvenciones por parte de ¡aficionados sevillistas! que no acababan de comprender esa apología repentina de Monchi... ¿Qué había hecho mal el Sevilla para tener que acorazar a Monchi? ¿Perder un partido, teniendo más pujanza y más ocasiones que el rival, después de dos meses y con el objetivo cumplido?
Todo este juego de confusión, que algunos pueden interpretar como que ha terminado la temporada para el Sevilla, llega en vísperas de la visita al Real Madrid, nada menos, jugándose el equipo de Lopetegui la opción de terminar tercero, algo que no logra desde 2009, o segundo incluso, que no consigue desde... 1957.
El Sevilla tiene aún mucho que decir, aspira a mejorarse a sí mismo, a batir su récord de puntos, esos 76 de 2015, y puede ser juez de casi todo en los partidos que le restan ante Madrid, Valencia, Villarreal y Alavés –el título, Europa y el descenso– como para escribir confusos epílogos. Así que nunca te rindas. Valdebebas espera.
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