La conexión lusa de Monchi: de Rony Lopes a Guedes

Portugal parece erigirse en un primer epicentro de la planificación del Sevilla, aunque ésta puede ir por senderos mucho más recónditos e inesperados. Monchi es de los gestores del fútbol europeo más expertos y sagaces en dejar que se difundan falsas pistas mientras realiza gestiones secretas, pero desde el país vecino llegan noticias que invitan a un análisis sobre opciones reales.

Lisboa puede ser el destino de Rony Lopes, a poco que Benfica o Sporting, los dos archirrivales de la capital lusa, se acerquen a un mínimo de las condiciones que aceptaría el Sevilla para solucionar su tercer año en Nervión. Y, aunque no esté vinculado a esto directamente, la conexión lusa de Monchi con Jorge Mendes puede tener su efecto positivo tanto en la búsqueda de la mejor solución para el extremo portugués como en el cumplimiento del deseo de Julen Lopetegui de contar con Guedes en su plantilla para darle velocidad a su ataque.

Hace dos veranos, una reunión de Monchi con Jorge Mendes a principios de julio desvelada por un aficionado que los sorprendió almorzando en Pozuelo de Alarcón propició la llegada de dos futbolistas al Sevilla, Óliver Torres y Fernando. El Sevilla estaba enfrascado entonces en una auténtica revolución, la que imaginó Monchi con aquel símil del cuadro y aquellas bromas con sus perritas Luna y Piña. Y Jorge Mendes fue un aliado en llevar a cabo varias de esas operaciones. Fue el verano en el que el Sevilla traspasó a Ben Yedder al Mónaco, que a su vez hizo el negocio de su vida colocando en Nervión a Rony Lopes.

El portugués, pese a su gris paso por el Sevilla, ha hecho una aceptable temporada en su cesión con el Niza: 35 partidos y 5 goles, 23 de Ligue 1 y tres goles, jugando como titular las últimas jornadas de forma continuada. Pero el club de la Riviera no está en condiciones de pagar la elevadísima opción de compra de cerca de los 20 millones de euros que el Sevilla pagó al Mónaco.

Ahí surge la opción de Lisboa. El diario Record sacó en su edición de ayer una portada con la foto de Rony Lopes a toda plana y el titular "El Benfica evalúa a Rony Lopes". Es decir, que en la mesa de la dirección deportiva encarnada, con el plácet del técnico Jorge Jesús, según el rotativo luso, está el nombre del extremo portugués como una opción seria de refuerzo. En el Estadio da Luz hacen cuentas y creen que podrían sacar a Rony Lopes del Sevilla por unos 9 millones de euros.

En Nervión necesitan recuperar parte de lo invertido por el ex internacional brasileño, y también podría contemplarse otra cesión con opción de compra, que de ejecutarse ya podría ser más baja dado que sería en su cuarto año de amortización tras su llegada en el verano de 2019.

Pero resulta que A Bola también habla, con menos detalle, de que el Sporting Clube, flamante campeón de la Primeira Liga después de 19 años de sequía, quiere reforzarse con un futbolista de calidad técnica y brillo y ahí aparece también el nombre de Rony Lopes, cuya agencia de representación, Beckster International, es propiedad del danés Mikkel Beck y también lleva a Kjaer, que ha contribuido a que el Milan vuelva a la Champions tras varios años fuera.

El extremo de 25 años mantiene en su país el cartel de futbolista de talento, el que lo llevó al Manchester City desde la cantera del Benfica con 16 años recién cumplidos. Y que trascienda en la prensa un pulso cainita en Lisboa por él beneficia al Sevilla, que espera cauto su momento para ir por Guedes.

El extremo del Valencia sí es de Gestifute, la empresa de Jorge Mendes, quien también podría influir en el próximo destino de Rony Lopes, pese a que éste es de otra agencia de representación. Y la operación de Guedes tendrá frentes abiertos en los que Monchi debe hilar intereses cruzados, confianzas ganadas y negociaciones económicas. Al Sevilla le puede venir bien la presión que ejerce su padre hablando en Portugal de la necesidad de que su hijo salga ya de Mestalla. El Valencia necesita liquidez y pagó por él 40 millones de euros al PSG en 2018. No lo va a regalar. Será una operación muy difícil, de cocción lenta. Y ahí la conexión lusa de Monchi puede ser un factor clave.