Sevilla - Real Sociedad: Ya nadie habla de finales...

El equipo de Quique está urgido a reencontrarse con el triunfo, tras dos salidas difíciles, ante una Real alicaída por el palo copero pero muy peligrosa

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Quique Flores ya ve "capacitado" a Hannibal: "Ahora es el entrenador el que lo debe poner"

La quijotesca lucha del Sevilla de Del Nido Carrasco

Soumaré, único medio centro disponible, con balón ante Hannibal.
Soumaré, único medio centro disponible, con balón ante Hannibal. / Juan Carlos Vázquez

Parece como si ya lo tuviera hecho todo el Sevilla, con tan poco ya por hacer excepto la supervivencia en la categoría... Poca cosa. La racha de febrero fue rota en el Santiago Bernabéu como cumplimiento de un sino predeterminado e inevitable, un fatalismo propio e inherente a la esencia del club. Pero la reproducción anual de ese fatum debe cortarse ya, hoy mismo, contra la Real Sociedad, sin más dilación. Entre otras cosas porque lo logrado en febrero puede irse por el sumidero en cuanto vuelvan a concatenarse dos malos resultados. Y hay que recordar que el Sevilla lleva dos partidos sumando un punto de seis, en dos visitas complicadas, sí, pero que pueden ser la antesala de la vuelta a las andadas.

No puede seguir agarrado el Sevilla a que los rivales de abajo sigan sin amenazarlo, porque esa confianza en la providencia puede echarle un lastre al cuello del que luego será mucho más difícil deshacerse. Es ahora, cuando se ve con esa holgura de seis puntos sobre el descenso, cuando debe arrostrar su realidad y ver que, aunque ya nadie hable de finales, la de este mediodía, a la hora del almuerzo, es como una auténtica final. Una final para evitar que se vuelva a hablar de finales...

Onces probables.
Onces probables. / Infografía / E. F.

Una final contra un buen equipo que está ya más centrado en la Liga que en otra cosa, por mucho atractivo que pueda tener intentar la remontada el próximo martes en Anoeta contra el PSG en la Champions. El propio Imanol reconocía la víspera del partido que la eliminación a un paso de la final de la Copa fue un palo muy duro. “El cansancio es grande, ya que fue un partido largo y se nota el daño, tanto física como mentalmente”, dijo. Pero también admitió que no “hay pesimismo ni lamentaciones, no hay excusas; hay autocrítica y ganas de conseguir superar nuevos retos”. Y el nuevo reto es intentar ganar en Nervión.

Ahí es donde el Sevilla debe hacerse fuerte sobre lo conseguido antes de la derrota en el Bernabéu, abundando en la solidez ganada pero recuperando la soltura en ataque perdió a domicilio, porque lo de Mestalla dejó bastante que desear. Allí hizo un ejercicio de supervivencia el Sevilla que no pudo completar contra el Madrid. Quizá Quique estaba obligado a hacerlo para no arriesgarse a dos derrotas seguidas a domicilio, que habrían sido un duro palo moral. No fue así y ahora llega el momento de recoger el fruto de lo sembrado, si lo que pretendía era mantener la confianza del grupo.

El principal inconveniente, tanto como una Real Sociedad urgida por su objetivo europeo, es que Quique vuelve a tener muchas bajas. A las habituales por lesión, se sumaron las de Sow y Ocampos por sanción. Fueron los daños colaterales de la visita al Bernabéu, donde ni siquiera ayudó la lesión de Díaz de Mera, quien quizá no hubiera amonestado a ninguno de los dos. El novato Fernández Buergo mostró un criterio casero dejando sin sancionar a Valverde en contrapartida.

Precisamente Soumaré es el único medio centro específico que tiene el Sevilla hoy disponible. No es asunto baladí ante una Real Sociedad que va mucho al choque e interrumpe mucho el juego. Gudelj aún no está, aún debe coger tono competitivo. Óliver Torres y Suso se antojan como los interiores que escoltarán al medio centro, con la opción de Hannibal, que sería una sorpresa. Pedrosa debe volver al lateral izquierdo, para completar una zaga que, al menos, ha encontrado la línea de la solidez y la continuidad con Badé, Sergio Ramos y Kike Salas. Y arriba Isaac y En-Nesyri serán de nuevo los integrantes de la doble punta de ariete, en pos de un juego más vertical y con más llegada que en las dos últimas salidas.

El partido es el primero de los dos seguidos que tendrá que jugar el Sevilla ante su gente a la hora de almorzar, que el Domingo de Pasión también recibirá al Celta a las 14:00. Y el Sábado Santo juega en Getafe a las 14:00. Bonito pago de LaLiga a la fidelidad de José María Del Nido Carrasco en su quijotesca lucha contra los grandes.

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