Rafa Mir, ante el nuevo Sevilla de Mendilibar

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El giro táctico del vizcaíno abre las incógnitas sobre el dibujo y el sistema de juego y también la posibilidad de que el murciano tenga continuidad junto a En-Nesyri

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Rafa Mir celebra su último gol con el Sevilla, ante el Getafe, el 8 de enero. / Antonio Pizarro

Rafa Mir sin jugar en el Sevilla y Joselu Mato debutando y marcando en la selección absoluta. Cuando Monchi fichó al delantero murciano era una apuesta por un prometedor delantero que acababa de despuntar en los Juegos Olímpicos de Tokio, con aquel hat-trick marcado ante Costa de Marfil que llevó a España a las semifinales y posibilitó, de esa manera, la plata olímpica que logró aquel combinado.

En aquel verano, el director general deportivo del Sevilla se fijó en primer lugar en Joselu, lo que abrió una herida de suspicacia entre cierto sector del sevillismo por la edad y las características del delantero que ahora ha llamado, tan veterano –este lunes cumple 33 años–, a la selección Luis de la Fuente. Rafa Mir tenía 23 años y llegaba en 2021 para suplir al cuestionado De Jong, cedido al Barcelona después de la confirmación de En-Nesyri, que había marcado en la temporada anterior su récord de goles: 24, 18 en Liga y seis en Champions.

La eclosión de Rafa Mir en la olímpica

Supuestamente Rafa Mir llegaba para cumplir un rol parecido en el equipo de Julen Lopetegui al del neerlandés, muy cuestionado por gran parte de la afición. Y para ello estaba más dotado técnicamente, aunque no quizá tácticamente. La cosa es que el Alavés se subió a la parra, los agentes de Joselu tampoco ayudaron mucho y para el precio que pedían en Vitoria por un futbolista de su edad (31 años aquel verano) Monchi se decantó por el murciano, que tenía en ese momento 23 años. El Sevilla pagó al Wolverhampton por su traspaso 16 millones de euros.

Ahora, más de año y medio después, Rafa Mir (Cartagena, 18-06-1997) ha perdido su sitio en el once en la temporada más aciaga y más convulsa del Sevilla en lo que va de siglo XXI. Primero Lopetegui y luego Sampaoli apostaron más fuertemente por En-Nesyri, al que ayudó también la magnífica racha con la que empezó el año 2023 y que ahora también se ralentizado.

El esperado giro táctico

Sin embargo, con José Luis Mendilibar se abre otra puerta para el murciano, que en el cambio de sistema y de dibujo que ya se prevé con el técnico vizcaíno no es incompatible con En-Nesyri. Al contrario, se podrían complementar en un sistema de 4-4-2, con un fútbol más directo y vertical, de menos posicionamiento, con más búsqueda de los espacios, de centros y remates, de segundas jugadas…

Ni En-Nesyri ni Rafa Mir son jugadores de referencia para un fútbol posicional como el que había con Lopetegui y también con Sampaoli. Ninguno de los dos tienen cualidades para jugar de espaldas, para ejercer de referencia, aunque el marroquí sí va muy bien en el juego aéreo y puede tocar muchos de los balones que lancen en despejes orientados o balones en largo la zaga o el mediocampo sevillista, en el caso del juego por dentro, para que Rafa Mir ataque los espacios en la caída del balón o la segunda jugada. Y además también es un buen rematador en el área para centros laterales.

Aquel experimento en la banda izquierda

Sampaoli, durante el parón del Mundial, comenzó a probarlo en la banda izquierda, donde tenía una importante carencia, pues aún no habían llegado Bryan Gil ni Ocampos. El murciano incluso aplaudió públicamente esa opción que se le abría para entrar en el once, en el que En-Nesyri sí era un fijo cuando el argentino no jugaba con falso 9. Se dio el caso de que hasta sin que jugara el marroquí, Rafa Mir era ubicado en la ala izquierda y algún otro compañero de banda –Suso, Lamela...– jugaba como centro delantero, o algo parecido.

Rafa Mir, cuando arribó al Sevilla y en su primera temporada con Lopetegui, en la que logró 13 goles (10 en la Liga) y se erigió en máximo goleador del equipo de la temporada 21-22, sí era un futbolista que puede ir a los espacios, que tiene verticalidad, y llegada. Otra cosa es que tenga cualidades para jugar en la banda, como pretendió Sampaoli, que no pudo explotarlo ahí porque le falta habilidad para encarar y romper si el balón no le llega en movimiento.

Un fútbol dinámico, al espacio

Es el dinamismo lo que puede hacer que Rafa Mir vuelva a tener más continuidad en el once, algo que ha solicitado en más de una entrevista o en declaraciones públicas, bajo el viejo aserto de que un delantero necesita continuidad para tener la confianza. Sólo a cambio de ésta, ha prometido más de una vez, puede garantizar marcar goles con asiduidad.

Esta semana Mendilibar, tras una primera toma de contacto, ya irá dando forma al equipo que dispondrá en la cita del Sábado de Pasión en Cádiz (18:30). Y habrá que ir viendo cómo va repartiendo roles. Hasta ahora, En-Nesyri lleva 12 goles en 34 partidos y Rafa Mir, apenas cinco en 26 encuentros entre distintas competiciones. El murciano no marca desde el gol de cabeza al Getafe (2-1), saliendo como suplente, el 8 de enero. ¿Serán compatibles con Mendilibar?

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