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Sevilla FC - Qarabag
Era como un amistoso estival pero en pleno otoño. Uno de esos partidos para que el aficionado vaya catando los nuevos fichajes. Y ni así logró el mínimo plácet Rony Lopes, la contratación más cara de la historia del Sevilla. Cada vez parece más claro que la gran revolución de Monchi, con sus fortísimas apuestas, tiene un lunar en el futbolista brasileño, que no se sabe bien si fue un recurso de urgencia ante la imposible opción, por carísima, de Bergwijn, o fue simple moneda de cambio en la negociación de la venta de Ben Yedder.
El domingo visita Nervión el Leganés jugándose la vida y eso sí será una prueba de fuego real, no lo de anoche. Si alguien hubiera probado a disparar con tanta intención como Bryan más veces, al equipo azerí le habría caído un saco. El canterano se aventuró en el minuto 61. Había salido en el minuto 54 precisamente por Rony Lopes. Su disparo tuvo la fortuna de dar entre Dabbur y un central para colarse. Fue como una especie de sentencia para el brasileño.
El ex jugador del Mónaco se fue del campo entre tímidos aplausos. Puso voluntad y poco más. Julen Lopetegui no se fía de su estado de forma o de su capacidad de desborde. No de otra forma se explica que, como en Dudelange, partiera como segundo punta, cuando siempre ha sido un extremo, para jugar en la derecha a pierna cambiada o para hacerlo en la izquierda, en su costado natural. Pero no, volvió a ponerlo como segundo punta, suelto por el frente del ataque. Suelto y perdido.
De la derecha partió Munir, mientras que en la izquierda estaba Dabbur y Chicharito, muy perdido también, era el delantero centro. Las permutas llevaron a Rony Lopes a la derecha alguna vez, para que Dabbur buscara su capacidad combinativa y de remate en una posición más habitual para su rol de delantero. En una de esas permutas, justo antes de la media hora, apareció Rony Lopes para darle un buen balón en el área a Dabbur, al que se le fue largo el control en buena posición. Poco más se le vio al internacional portugués. Dos veces jugó con la selección lusa Rony Lopes, la última en junio de 2018. Parece lejísimos.
En Dudelange calcó el dibujo Lopetegui. Pero allí, a domicilio y pese al pésimo estado del césped, Rony Lopes sí estuvo muy activo en las combinaciones del ataque sevillista, con Nolito en lugar de Chicharito. Fue un cóctel mucho más fructífero, también porque el rival no tuvo tanta contumacia defensiva como este Qarabag que cayó eliminado con su planteamiento conservador en Nervión.
Lo cierto es que el más señalado del bolo con los azeríes fue justamente el candidato natural a relevar en la banda derecha a Ocampos, cuya infantil actitud en Valladolid le ha deparado un muy excesivo castigo de tres partidos de suspensión. Pero no parece que Lopetegui vaya a jugársela ante el aguerrido Leganés de Javier Aguirre con el muy tibio Rony Lopes. Dabbur, en cambio, volvió a demostrar que tiene gol y cositas, incluso jugando desde las bandas. La incógnita se resolverá el domingo y hay varios candidatos: Munir, siempre ofreciéndose, como anoche, Dabbur por su movilidad y capacidad de remate, Franco Vázquez buscando otro fútbol... Hasta Bryan, que en la derecha pierde el gas natural de su moto en la izquierda, está por delante de Rony Lopes. Porque el canterano sí mostró hambre y amor propio.
El Sevilla es el único equipo de toda la Europa League que cuenta por victorias sus partidos. En las cuatro primeras jornadas, el Sevilla había plasmado la diferencia real en el marcador y ya estaba clasificado, por lo que era un partido complicado de jugar, por la inherente falta de tensión. Pero hubo dos claros ganadores que se reivindicaron. Bryan y Dabbur. El Sevilla, además, es el equipo menos goleado (sólo dos en contra como el Manchester United) y el segundo más goleador (14, uno menos que el AZ Alkmaar).
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