Planificación: el reloj de Lopetegui y el reloj de Monchi
Sevilla FC
El Sevilla, a expensas del mercado, inicia la primera concentración con 20 profesionales de los que un alto porcentaje no estará con Lopetegui en su tercer año
El Chelsea, una opción potente para Koundé
A la primera concentración 'reforzado' pero con incógnitas
El Sevilla realizó ayer el primer entrenamiento, con 31 futbolistas entre profesionales y canteranos, en Alicante. Se trata de un periodo de preparación importantísimo que, a diferencia de la pasada temporada, sí tendrá enjundia. En este tercer curso de Julen Lopetegui sí tiene tiempo de sobra para modelar a su gusto su tercera versión del Sevilla, a diferencia de las apenas dos semanas de preparación de la campaña pasada entre el 21 de agosto, título en Colonia, y el 24 de septiempre, Supercopa de Europa. Desde hoy el técnico tendrá un mes y tres días para el inicio de la Liga. El reloj del guipuzcoano avanza despacio, calmo. Pero el cronómetro de Monchi, un pertinaz aficionado a los relojes, está acelerado. La Liga se acerca y apenas hay un refuerzo en Algorfa, el de Marko Dmitrovic.
Monchi realiza su labor de planificación en silencio y habiendo dado firmes pasos para operaciones latentes –Joselu es una– cuya ejecución o desestimación va a depender de los movimientos del mercado, que hasta ahora funciona como un reloj de arena mojado. El grano apelmazado no baja del bulbo superior al inferior, mientras el crono de Monchi corre veloz hacia el 31 de agosto.
Son las condiciones excepcionales de esta época de crisis por el Covid-19, que está dando la cara de verdad en este segundo año del coronavirus y está afectando a todos los clubes, en España y fuera.
El primer problema de este marasmo mercantil es que apenas se han producido movimientos telúricos en el escaparate europeo y hasta que los grandes no muevan fichas con jugosos traspasos no habrá monopoly futbolístico. La finalización de la Eurocopa, que ha dispersado por toda Europa a agentes, intermediarios y dirigentes, puede abrir la compuerta de los movimientos que siempre es un gran torneo.
Por ahí puede tener alguna esperanza el Sevilla de que empiecen a cobrar forma algunas tentativas por sus mejores valores de mercado, sobre todo Koundé pero también De Jong. El PSV está deseoso de repatriar al delantero internacional neerlandés, si sale su punta Donyell Malen. En Inglaterra hablan de una presunta oferta de Liverpool de 40 millones de euros.
Mientras, también desde Inglaterra llega la información de que el Chelsea, vigente campeón de Europa, podría haber puesto sus ojos en Koundé. Y esa opción, más que la del Tottenham por ejemplo, sí convencería al francés, siempre que desde Londres se lancen con una cantidad próxima a su cláusula de rescisión, los 80 millones de euros. Por debajo de 70 difícilmente el Sevilla aceptará una negociación, lo cual podría devenir en un choque de intereses.
Pero hay otro asunto que no es menor. De la veintena de profesionales que tiene en Algorfa Lopetegui, todos caras conocidas, un alto porcentaje no continuará... siempre que el Sevilla les encuentre acomodo fuera. Y ahí viene el problema de las tentativas de clubes españoles, que pelean contra el límite de coste de plantilla deportiva (LCPD) impuesto por LaLiga en este tiempo de crisis.
Futbolistas como Sergi Gómez, Gnagnon, Pozo, etcétera, que podrían tener pretendientes en España, se encuentran con que pocos clubes pueden salirse de esos topes. LaLiga ha rebajado considerablemente los límites respecto a la situación previa al Covid, en consonancia con la enorme rebaja de ingresos. Las cesiones o incluso las rescisiones, solución para futbolistas de último año, chocan con el muro de los topes salariales... Y mientras haya excedente y no haya grandes movimientos, no podrá haber fichajes.
La fórmula de las opciones de compra será moneda común, como forma de aplazar este problema actual. Porque muchos clubes no pueden, aun vendiendo, invertir más del 25% de lo ingresado. Y este reloj va lento.
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