Nasri, entre elogios, desnuda a Sampaoli
Sevilla FC
"Ven a nuestro equipo, puedes beber, ir a una discoteca, yo te cubriré frente al club, sólo quiero que seas bueno en el campo", asegura que le dijo el argentino
Samir Nasri tuvo un paso efervescente por el Sevilla. Su llegada, tras arduas negociaciones con el Manchester City y el ex internacional francés de Monchi antes de su marcha a la Roma, fue un soplo de aire fresco y energía. Pero luego su rol decayó, al ritmo del que lo hizo el equipo de Jorge Sampaoli, a quien le bastó su gran primera vuelta, histórica, la mejor del club, para terminar cuarto. El futbolista, ahora en el Anderlecht con problemas de disciplina, ha hablado de aquella relación con el técnico argentino, desvelando aspectos que lo dejan en mal lugar.
"Tuve una relación de amistad con Sampaoli. Fue un amigo, no un entrenador", ha comentado en una amplia entrevista para Walid Acherchour a través de Youtube, en la que repasa toda su trayectoria futbolística. "Con Juanma Lillo fue una relación de padre e hijo. ¡Me daban escalofríos escuchar los discursos de Sampaoli en el vestuario y eso que yo no entendía el español!", asegura.
En aquel Sevilla, Nasri tenía todos los galones. Y eso emponzoñó el ambiente del vestuario, sobre todo a raíz de la autoexpulsión del jugador en el partido de vuelta de los octavos de final de la Champions, en Leicester. En el siguiente partido de Liga, le dio de nuevo la titularidad. Y el vestuario se quebró
Ahora, las palabras del díscolo futbolista francés, que en abril desconectó del Anderlecht y se marchó a Dubai, refrendan la tesis de aquella relación que fracturó el vestuario. "Sampaoli me quería tanto que me dijo: ‘Ven a nuestro equipo, puedes beber, salir en una discoteca, hacer lo que quieras y yo te cubriré frente al club. Sólo te pido que seas bueno en el campo el fin de semana’. De hecho, si yo quería ir a ver a mi familia un fin de semana que no tuviera que jugar Sampaoli me decía que él se encargaría de cuidarme al perro", dijo, con poca, o mejor dicho, ninguna discreción por parte de Nasri.
También habló de otro asunto que trajo mucha cola, su viaje a Estados Unidos para un tratamiento físico en una clínica especial. Se le acusó de dopaje, y posteriormente, tras volver al Manchester City y, posteriormente, quedarse sin club, tuvo que cumplir 18 meses de sanción. "Lo que sucedió en Los Ángeles arruinó mi temporada. Era una inyección de vitaminas, legal y tenía una receta médica. La clínica me inyectó mucho más producto de lo esperado. Estaba destruido porque iba a ser sancionado por dos años. No quería jugar más después de eso. Incluso le dije a Sampaoli: ‘Déjame a un lado, es inútil, pero el entrenador siempre quiso que jugara. Estaba perdido, estaba nervioso y enfadado con todo. No lo mostré pero en el campo el fútbol se acabó para mí. Ya no quería jugar al fútbol, lo pensaba todo el tiempo".
El futbolista recuerda también la gran calidad que tenía aquel Sevilla en el que jugó, el de la temporada 15-16. En concreto jugó 30 partidos entre Liga y Champions y marcó tres goles, con tres asistencias. Pero todos los tantos los marcó antes de su paso en Navidad por la clínica de Los Ángeles. Luego, se diluyó, y más aún tras la noche negra de Leicester. "Teníamos uno de los mejores equipos de Europa. Con Nzonzi, Vitolo, Jovetic, Sarabia, Ben Yedder, Adil Rami, Mariano… Durante 6 meses fuimos tan fuertes como el Barça y el Real Madrid", quiso recordar el ex internacional francés.
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