El Sevilla de Mendilibar, más firme cuanto más lejos de Nyland

Barcelona-Sevilla | Informe técnico

El equipo blanco se sostuvo mientras pudo plantar su audaz defensa adelantada y a medida que perdió vigor colectivo el Barça conectó ya más arriba

Los jugadores del Sevilla, uno por uno

El Sevilla no acudió al palco del Barcelona

El barcelonista Gavi se va al suelo ante Ocampos, Jordán y Lamela, con Ramos al fondo. / Europa Press

La evolución del Sevilla es patente aun en la derrota. Para pescar en un partido tan complicado, con una evidente inferioridad en los planos físico y técnico, hay que ofrecer la mejor versión propia, lo que de salida era imposible viendo las rotaciones que aconsejaba el calendario, y que también el poderosísimo rival tuviera un mal día y estuviera dadivoso atrás, lo que tampoco sucedió. No se trata de una derrota honrosa e inocua, claro que escuece y más a causa de un autogol, pero el bloque sevillista sale de la montaña mágica con el convencimiento de que avanza en el propósito de ser cada vez más competitivos.

Defensa

José Luis Mendilibar fue fiel a sus principios y ordenó una defensa adelantada. Que fuera el Barcelona con su capacidad combinativa quien obligara al Sevilla a perder metros y atornillarse ante Nyland. Era el mejor modo de que no pasara lo que pasó en el minuto 22, que Joao Cancelo recibió en el extremo con los blancos muy atrás, ya posicionados, y dibujó una endiablada diagonal que acabó con un tirazo del otro Joao, Félix, al larguero.

Esa audaz defensa sevillista redujo las posibilidades de que dos laterales tan ofensivos y punzantes como Cancelo y Balde se desdoblaran con Lamine y Joao Félix ante Juanlu y Pedrosa, quienes lógicamente estaban muy incómodos con el trabajo que ya le daban los extremos barcelonistas.

Nyland no cometió imprudencias en la salida del balón en corto y cuando vio el mínimo riesgo, optó por el balón largo con apreciable precisión. Ante equipos top como el Barça, perder balones en zonas calientes suele salir carísimo y en la primera parte, sólo hubo una pérdida arriesgada en la medular, de Sow.

Las entradas de Fermín por dentro y luego Ferran abierto a la izquierda le dieron a Lewandowski más conexión y el descuido de Acuña ante Lamine en el gol decidió.

Ataque

La posición de Rakitic, por delante de Sow y Joan Jordán, desahogó por dentro y aseguró en buena medida el balón mientras tuvo fondo físico. Un tanto de lo mismo le ocurrió a Jordán. Tanto al croata como al catalán se les puso el terreno cuesta arriba en ese tramo final, cuando el Sevilla tuvo que ir a buscar el empate. Ya entonces, sin Lukébakio, que estuvo más suelto en la izquierda que arriba, Suso y Navas abrieron una vía por la derecha desde el banquillo, pero el palaciego tardó en servir un centro raso al segundo palo que Mariano estaba presto a rematar a placer y los defensas tuvieron tiempo de cortar el pase.

Virtudes

En Montjuïc jugó un equipo ordenado, consistente y que jamás dimitió del partido.

Talón de Aquiles

Para pescar en estos partidos hay que atacar con más determinación y cuando al final se vio obligado a hacerlo, le costó con Jordán y Rakitic fundidos.

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