Martial, impacto súbito

"El impacto mediático de Martial es tremendo". La frase es de un ejecutivo de la comunicación del Sevilla cuando, recién aterrizado el delantero francés, este departamento comenzaba a medir la trascendencia de su fichaje en todo el mundo. Desde luego, su gran gol al Dinamo de Zagreb, el primero con la camiseta del Sevilla, ya tuvo esa repercusión internacional que los clubes buscan cuando hacen un fichaje mediático: fue elegido por la UEFA como el mejor de la jornada en la Europa League. Es decir, que los encargados del marketing y las redes sociales del club de Nervión pueden darse por satisfechos con su debut goleador en el Ramón Sánchez-Pizjuán. Pero deportivamente, que es en realidad lo que interesa al aficionado, también hay que darle una lectura positiva.

Por la ejecución y por el desarrollo de la jugada, lo de Martial fue como un impacto súbito, tomando prestado el título con el que se estrenó en España la película que dirigió Clint Eastwood de la serie de Harry Callahan, aquel incorruptible inspector de los años 70 de lacónico verbo y gatillo fácil. En apenas tres comparecencias, Martial ya ha superado el minutaje que traía esta temporada de la Premier League, en la que apenas había participado en 210 minutos, con un gol. Entre Liga y Liga Europa, en el Sevilla ya ha jugado 220 minutos , ha marcado un gol y ha dado una asistencia, el perfecto centro con la izquierda y en carrera para el soberbio cabezazo de Rafa Mir en el 2-0 al Elche.

Las dos acciones ofensivas de Martial con resultado positivo, su primera asistencia y su primer gol, son como una promesa de esperanza para el Sevilla en esta aventura exprés de cuatro meses que está protagonizando desde su llegada al final del mercado de enero. Debutó en El Sadar, tras su primera semana entrenando con sus nuevos compañeros, sin apenas conocer el sistema, el esquema, el ideario de Lopetegui y con las lógicas trabas del idioma. Fue un discreto debut, aunque ya dejó alguna pincelada de que lo suyo es romper al espacio. Aun así, en la entrevista que concedió para este diario aseguró que no le hace ascos al juego posicional de posesión. "Me gusta jugar con posesión en espacios pequeños. Así que creo que eso será bueno para mí aquí", dijo el delantero de 26 años.

Pero tanto en la asistencia ante el Elche como en el gol al Dinamo de Zagreb demostró que su verdadero potencial se expresa cuando hay movimientos de ruptura, juego al espacio. La técnica con la que en carrera centró, tras un pase profundo de Rakitic, con su pierna secundaria, la izquierda, ya fue un aviso. Ante el Dinamo, fue digno de ver el sprint que lanzó por el pasillo de la derecha, acompañando a Ocampos, hasta situarse en posición de remate. La UEFA premió precisamente lo vertiginoso de esa contra sevillista que comenzó con el demarraje de Ocampos, el pase de primera de Acuña cambiando la orientación del ataque hacia el Papu y la rapidez con que este controla y busca a Martial. Y ahí surgió estelar su toque preciso, a contrapié del meta Livakovic, cruzando el balón lejos de su alcance.

La UEFA premió precisamente lo vertiginoso de esa contra sevillista que comenzó con el demarraje de Ocampos, el pase de primera de Acuña cambiando la orientación del ataque hacia el Papu y la rapidez con que este controla y busca a Martial. Y ahí surgió estelar su toque preciso, a contrapié del meta Livakovic, cruzando el balón lejos de su alcance.

Apenas han sido dos destellos, dos chispazos de lo que atesora. Martial aún tiene que confirmar con continuidad lo apuntado, aunque ya ha mostrado su tarjeta de visita y en ella ha dejado entrever que puede aportar velocidad a los ataques, primer toque, capacidad de sorpresa, polivalencia en el frente del ataque: ya ha actuado en las dos bandas y con el Dinamo, de delantero centro. Son apuntes de una llamada a la esperanza.