La aldaba
Carlos Navarro Antolín
Más allá de la voz de la Laura Gallego
Sevilla FC
El susto fue gordo y al sevillismo se le encogió el corazón. Ver a Jesús Navas retorcerse de dolor por una entrada frontal a la altura de la rodilla casi, con lo que queda por delante, fue un golpe visual de difícil digestión. Pero afortunadamente todo quedó en un feísimo lance del derbi. La reacción de la afición blanquirroja fue de protección a su capitán, que precisamente cumplió ante el Betis su partido sexcentésimo quinquagésimo con el sevilla: 650 encuentros oficiales nada menos.
El palaciego también tuvo una respuesta airada a la durísima entrada de Miranda. Nada más se pudo levantar sabiendo que sólo tenía un gañafón y que la rodilla estaba bien, casi se va para el jugador bético. Lo tuvieron que sostener entre Dmitrovic y Bono, y luego Joaquín, y calmarlo. La final de Budapest dentro de ocho días estaba presente.
Jesús Navas González (Los Palacios, 21-11-1985) no quiere perderse esa final por nada del mundo. Es la ocasión de levantar su segundo título con el Sevilla como capitán, el octavo en su extenso y prolífico currículum en Nervión en sus dos etapas, antes y después de su aventura inglesa en el Manchester City, entre 2013 y 2017. En el entrenamiento de ayer por la mañana, con las señales de la herida bien visibles pero sin impedirle poder ejercitarse, volvió a donde más a gusto está, el césped, el de la ciudad deportiva en este caso. Y con una sonrisa en su aniñado rostro.
Tras ese rapto de ira inédito en él, todo nobleza y deportividad, tras recibir las disculpas de Miranda, volvía a su hábitat natural. Y con un horizonte de ilusión. A sus 37 años quiere tocar plata de nuevo un jugador que ha ganado una docena de títulos entre el Sevilla, siete, el Manchester City, tres, y la selección de España, dos, entre éstos la Premier League, el Mundial y la Eurocopa.
En su primera etapa en el Sevilla, cuando ni se podía imaginar que llegaría a los 650 partidos defendiendo la camiseta blanquirroja, Jesús Navas tocó plata seis veces: las dos Copas de la UEFA de 2006 y 2007; las dos Copas del Rey de 2007 y 2010, marcando en ésta uno de los dos goles al Atlético de Madrid, el de la tranquilidad; la Supercopa de Europa de 2006 al Barcelona y la Supercopa de España de 2007 al Madrid; y la Europa League que levantó como capitán en Colonia en 2020, ya en su segunda etapa.
El palaciego encabeza de manera destacadísima la clasificación de jugadores del Sevilla con más participaciones muy por delante de los 415 de Pablo Blanco, récord que superó en diciembre de 2017, recién aterrizado de nuevo en Sevilla tras su paso por Inglaterra –de camino, dejó 20 millones de euros en las arcas del club, que no estaba muy boyante por entonces–. Ante el Betis jugó el partido número 470 de Liga. A ellos hay que sumar 65 de la Copa del Rey, 64 de UEFA Europa League y 43 de la de Champions; además de cinco de Supercopa de España y tres de Europa.
Ahora mismo atraviesa un excelente momento. De ahí también que, ante la final de Budapest ante la Roma el próximo 31 de mayo, muchos se tentaran la ropa al contemplar la dura escena del entradón frontal sobre el menudo lateral –posición a la que se reconvirtió en Mánchester y en la que se asentó en su regreso a Sevilla–. Porque este Jesús Navas que en noviembre cumplió 37 años no sólo es el capitán del Sevilla, sino uno de sus baluartes principales en la estructura del equipo, al que da profundidad con sus cabalgadas desde atrás. Es más, en el derbi, la mejor ocasión quizá vino de una exquisita dejada a Lamela en el área que el argentino no aprovechó.
Mendilibar se ha encontrado en el palaciego un filón. Un futbolista que ha madurado en su posición de lateral y que además puede ser usado no sólo como lanzador ofensivo desde el carril, sino como extremo, tal cual jugaba en sus inicios cuando prácticamente tenía el mismo cuerpo y el mismo rostro, pero sin el oficio y el carisma que ha ido atesorando partido tras partido, carrera tras carrera, centro tras centro...
Esta campaña ha jugado ya 46 partidos de los 54 oficiales del Sevilla. En Elche es probable que descanse. Aunque si le preguntaran a él jugaría y la herida de la espinilla no se lo impediría. Apenas se ha perdido tres partidos desde que comenzó el año 2023. Pero su equipo y su afición lo necesitan en Budapest. Y no quieren más sustos...
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