Sevilla Fútbol Club, la opción entre Guatemala y Guatepeor

Junta de Accionistas

Las dos vías que se le plantean al sevillismo, José Castro y José María del Nido Benavente, han ganado títulos como presidentes, pero no satisfacen ya plenamente a quienes profesan la fe balompédica de Nervión

Otros tiempos: Del Nido y Castro se saludan en febrero de 2020 ante Vizcaíno.
Otros tiempos: Del Nido y Castro se saludan en febrero de 2020 ante Vizcaíno. / Víctor Rodríguez

29 de diciembre de 2022, un día antes del día 30, un dato de importancia en el sevillismo por muy perogrullesco que pueda parecer. Por la tarde se anuncia una Junta General de Accionistas del Sevilla Fútbol Club Sociedad Anónima Deportiva y unas 25 horas después llega en Balaídos la reincorporación a una Liga Santander que está siendo difícil de digerir para todos los que profesan la fe balompédica radicada en el barrio de Nervión. Son dos eventos fijados con antelación, pero que son, a día de hoy, dos sapos a tragar por quienes así sienten y padecen.

Aun sin hacer una encuesta rigurosa y con datos demoscópicos con certeza científica, la sensación que se respira en la mayoría del sevillismo respecto a la Junta General es que se encuentran con la desagradable disyuntiva de posicionarse entre Guatemala o Guatepeor. Ojo, antes que nada, conviene precisar que no se trata de elegir, porque en las sociedades anónimas deportivas sólo se mide la voluntad del capital, tener la mayoría del dinero que se ha suscrito en acciones previamente y éste no tiene que ver la mayoría de las veces con la voluntad popular.

En otras ocasiones sí puede existir un efecto bisagra relacionado con los accionistas minoritarios y en este caso pues se transmite que sí cuenta con alguna trascendencia el voto de estas clases más populares y de ahí que la facción de José María del Nido Benavente haya pretendido anular esa representatividad a través de un burofax amenazante hacia José Castro, con el anuncio de querellas penales incluso.

Decepción

La situación actual del Sevilla no puede ser más frustrante y la lista de convocados para Vigo es el mejor ejemplo de ello

Pero da igual, hasta esa facción del sevillismo se encuentra con la desagradable sensación de que tiene que optar por una vía que no le satisface plenamente, que se trata de decantarse por lo que ellos consideran como lo menos malo actualmente. Porque ninguno de los que voten, desde esa representación más popular, si se puede denominar así, estará plenamente satisfecho con su elección. Sin ninguna duda, y como no puede ser de otra forma, estarán absolutamente decepcionados con la gestión de José Castro, José María del Nido Carrasco, las principales familias del accionariado y todos los altos ejecutivos que tan buena soldada reciben en sus nóminas por parte del Sevilla Fútbol Club Sociedad Anónima Deportiva.

Basta con repasar la relación de convocados que hacía pública el miércoles Jorge Sampaoli, a la sazón entrenador de la primera plantilla, para sentir verdadera vergüenza por la gestión de toda la cúpula de lo que ellos mismos denominan en sus círculos internos como ‘la Organización’. Trece futbolistas de la primera plantilla, dos de ellos tocados, Suso y Lamela; uno prácticamente descartado, como Januzaj; dos porteros que no pueden jugar juntos lógicamente si no media otra locura; y ocho futbolistas de un filial que actualmente es el colista de uno de los grupos de la Segunda RFEF.

Son los datos objetivos de una situación con vistas a un partido oficial de Primera División que debería provocar que a más de uno se le cayera la cara al suelo por una planificación tan deficiente. Por haber, hasta hay un futbolista que no se sabe si sigue cobrando del Sevilla y que prolonga sus vacaciones de manera indefinida, aunque parece que está cerca de recalar en la Bundesliga, como es el caso del ‘erasmus’ danés Kasper Dolberg, una operación que estaba condenada al fracaso desde el primer día y que ha producido una situación tal que a nadie le importa que no esté siquiera en esta situación tan precaria para la plantilla.

Sin planificación

Achacar la situación actual a la mala suerte de las sanciones o las lesiones no debería aceptarse bajo ningún concepto

Que nadie hable de mala suerte, de una situación puntual por las sanciones o por las lesiones, la carencia de planificación ha conducido a una situación tan tétrica y de eso son responsables José Castro, José María del Nido Carrasco, por mucho que ambos huyan de tomar decisiones y sencillamente abdiquen en una supuesta delegación de responsabilidades hacia sus ejecutivos. También, por supuesto, Monchi, igual de culpable de los innumerables éxitos como del preocupante fracaso en su parcela.

Así se maneja el Sevilla de la contemporaneidad en un futuro inquietante que en el mejor de los casos sólo puede llevar hasta la ruina, porque salvar la temporada, que actualmente es mantenerse en la máxima categoría, conllevaría una situación económica muy complicada por no decir desastrosa.

Opción mejor

El futuro es inquietante y en el caso más venturoso, la salvación del descenso, sólo puede conducir a la ruina económica

Pero en el otro rincón de las opciones tampoco se encuentra el sevillista medio con una opción que le pueda satisfacer. Como bien le han recordado en estas últimas semanas sus enemigos, José María del Nido Benavente entró en la cárcel casi como presidente de la entidad y ésa es una mácula complicada de limpiar para todos los que tratan de analizar las cuestiones desde el raciocinio y no a través de algún interés particular. El racial abogado ha apelado a prácticamente los mismos discursos de hace dos décadas, incluido un tengo apalabrado un fichaje para el día después, como si se tratara de unas elecciones que se ganan con promesas de esta índole.

Pero los sevillistas temen a lo que está detrás de su posición, de ese capital externo denominado ‘los Americanos’ que, lógicamente, sólo querrá rentabilizar su dinero sin importarle excesivamente los sentimientos de quienes profesan esa fe balompédica radicada en el barrio de Nervión. Por cierto, por ahí también se cruzaron unos con otros las acusaciones de mentir.

Mácula

José María del Nido Benavente tiene una mancha complicada de borrar, haber entrado en la cárcel casi como presidente del club

Del Nido Benavente le indicó a Castro que él fue quien trajo a esos ‘Americanos’, con los que él ahora se alía sin ningún problema, incluso alegó para la ruptura del pacto por la pasta que suscribió los sueldos que se fueron colocando los principales dirigentes, incluido su hijo cuando se llevaba bien con él y que ahora ha mantenido. Eso sí, qué casualidad Miguelito, con sus propias palabras, se olvidó de la cuestión de los dividendos, que también formaron parte de ese acuerdo y que, en su momento, en su calidad de máximo accionista, le proporcionaron unas remuneraciones considerables.

En definitiva, todos, unos y otros, se han manejado en esos discursos de estos días con medias verdades, las peores de las mentiras, y en medio de todo un Sevilla, un equipo de fútbol, que viajará a la misma hora prácticamente con 13 futbolistas profesionales a disputar un partido de Primera División, como si tuviera que pillar jugadores de donde fuera, como si se tratara de un San José Obrero cualquiera en pleno sábado de Feria en Altair. Guatemala o Guatepeor, ésa es la opción que saldrá de la Junta General de Accionistas y después, que nadie lo olvide, a rezar por el futuro deportivo, lo más importante de todo…

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