Sánchez-Pizjuán: un estadio para 60.000 espectadores

Durante su encuentro con los presidentes de las peñas sevillistas, José Castro ha desvelado que ya trabajan en la construcción de un tercer graderío, aunque el proyecto es muy embrionario y tardará años. “No se trata de chapa y pintura. Llevamos entre 7 y 8 millones invertidos sin contar con esto último y la intención es la de ampliar el estadio con un tercer anillo”. “Ya esta temporada la mitad de los partidos registró un lleno”, ha justificado.

José María Cruz ha matizado que “eso requiere tiempo, hay que hacerlo en la misma superficie que ya tenemos, sobre su base reforzando la estructura, y sin dejar de jugar allí ni un solo partido”.

El Sevilla no puede utilizar mucho espacio fuera del recinto calificado para uso deportivo de la actual edificación, sobre la base de la construcción que se inauguró en 1958, obra de Manuel Muñoz Monasterio.

Tras la conclusión de las gradas altas de los goles en los años 70, alcanzó los 70.000 espectadores, reducidos a 66.000 por el Mundial 82. En los años 90, con el decreto de la UEFA de que todos los espectadores fueran sentados, se redujo a 43.000, quedando ya en este siglo en 42.500.

Con la remodelación de la grada de Fondo que estrenó el club la pasada temporada, el aforo se amplió a 44.000, desde los 42.500. Santiago Balbontín está supervisando las obras en Preferencia y las que se realizarán en Gol Sur y Gol Norte para ampliar el aforo del graderío bajo del estadio.

El Sevilla ha solicitado jugar los tres primeros partidos de Liga fuera de casa para concluir la obra de Preferencia. Para mucho más adelante será el proyecto del tercer anfiteatro, para el que hay varios estudios.

Primero ha de concluir la reurbanización de la ciudad deportiva, con un presupuesto de 25 millones de euros. Luego iniciará las diferentes fases del proyecto, presupuesto, licitación y ejecución. Puede tardar más de un lustro, pero la idea del Sevilla es alcanzar los 60.000 espectadores: el tercer anillo podría albergar hasta 15.000 espectadores más.

Aunque el proyecto está aún en una fase primigenia, es lógico deducir que ante las dificultades de levantar un nuevo anfiteatro sobre la estructura del segundo ya existente, para cimentar el tercero pueda perder aquél algunas filas de asiento. Aun así, el proyecto ya iniciado de remodelación del estadio en 2015, con la reforma de su imagen, y la reestructuración y ampliación de las gradas bajas, iniciada con la de Fondo el año pasado, va en la idea de ampliar el máximo posible el aforo. La cifra de 60.000 asientos es el difícil y arduo objetivo.