La lesión de Gonalons, inesperado obstáculo

El infortunio se está cebando con Maxim Gonalons. El futbolista cedido por la Roma sufrió ayer la segunda lesión ósea esta temporada, una circunstancia inédita en su ya dilatada trayectoria. Sucedió en el partidillo del primer equipo con el Sevilla Atlético. El jugador sufrió un golpe y fue atendido por los médicos. Al manifestar dolor en el tobillo izquierdo, fue sometido a pruebas de imagen, que destaparon la fractura del maleolo tibial. Es decir, no volverá a jugar antes de Navidad, aunque el alcance de su periodo de baja está por definir y dependerá de cómo salga la operación a la que será sometido. Lo hará en Lyon, su ciudad de origen, adonde tenía previsto viajar este fin de semana largo de descanso.

Es un inesperado obstáculo para Pablo Machín y para Joaquín Caparrós. El primero lo estaba esperando como agua de mayo para mejorar la rotación en una medular en la que los relevos de Banega, Sarabia y Franco Vázquez no están siendo efectivos. Mientras que el segundo no tenía entre sus prioridades –un central y un nueve rematador– reforzar la medular.

A diferencia de la anterior ocasión, Gonalons sí pasará por el quirófano esta vez. El pasado mes de septiembre, también en otro entrenamiento y fruto de otro golpe fortuito, el medio centro francés se fracturó la cabeza del peroné de la pierna derecha. Machín estaba tan deseoso de integrarlo que un par de semanas después de su integración al grupo lo preconvocó para que viajara a Turquía, pero un proceso vírico le impidió subirse al autobús. Reapareció el pasado domingo ante el Espanyol, al sustituir en la segunda parte a Franco Vázquez. No jugaba desde el pasado 2 de septiembre, cuando lo hizo en la última media hora del derbi, antes de lesionarse en un entrenamiento posterior, un par de días después, durante el primer parón.

La fractura que ha sufrido en el maleolo no es una una lesión de gravedad y el jugador podrá reaparecer a lo largo de esta temporada, posiblemente en invierno, en tres meses. Pero es indudable que corta de raíz las expecativas que tenía puestas en él Pablo Machín. El entrenador sevillista está convencido de que Gonalons sí tiene nivel como para jugar muchos minutos y dar relevos en el mediocampo. Pese a que apenas se ha dejado ver en tres partidos de Liga –ha jugado siempre que ha estado disponible– y los dos de previa de Liga Europa ante el Sigma Olomouc, el francés dejó buenas sensaciones.

Su lesión impedirá refrescar el centro del campo a Machín en el tramo duro del calendario que queda hasta Navidad y en las eliminatorias de Copa de enero, si el Sevilla elimina, como es probable, al Villanovense. Yasimismo, debido a que no será una lesión superior a tres meses y es esperable que esté disponible en febrero pone en un brete a Caparrós. Si ficha a un jugador en enero, es posible que luego haya exceso de futbolistas en esa línea: Banega, Amadou, Roque Mesa si es que Machín logra engancharlo, Gonalons...

Curiosamente, Gonalons apenas ha tenido lesiones antes de este curso. Se incorporó al Sevilla el 20 de agosto, cuando ya se habían disputado seis partidos oficiales. Y rápidamente se puso a jugar. Pero sólo ha podido hacerlo en cinco partidos y ha estado de baja en otros 13. En la Roma sí se lastimó muscularmente un gemelo: se perdió 9 partidos, y jugó 23. Estuvo disponible en otros 19, pero Di Francesco no contaba con él. En el Lyon, la media de partidos fue de 40, como se observa en la tabla anexa. En su club de origen jamás tuvo una lesión grave, ni muscular, ni articular, ni ósea.