Banega, la incertidumbre de un caso especial
Sevilla FC
La oferta que colma las expectativas del argentino, su regreso a Boca Juniors, choca con la idea del Sevilla, que preferiría amortizarlo en el césped ante el escaso ingreso
Cumple contrato en 2020, pero ante la tesitura de recuperar sólo 4 millones de euros, el Sevilla optaría por no venderlo
Éver Banega es un futbolista distinto dentro y fuera del campo. Esquivo con la prensa, reacio a adaptarse a entornos extraños o nuevos pero con personalidad para echarse el juego del equipo y el vestuario a sus espaldas; también dado a salidas de tono como la que protagonizó con su expulsión en Gerona, el mediocampista argentino está en un momento clave. Boca Juniors le ha planteado seriamente repatriarlo, volver al club con el que ganó la Copa Libertadores en 2007, o exprimir su talento en una última temporada en Europa, en el Sevilla. Las negociaciones para su renovación están enquistadas. Cumple contrato en 2020 y ya posee una ficha muy elevada que el club de Nervión difícilmente podría subirle, pues el 29 de junio cumple 31 años.
El club xeneize pretende igualar lo que cobra en el Sevilla, pero no tiene capacidad para pagar por Banega un elevado traspaso. Fuentes argentinas apuntan a un esfuerzo importante de Boca, el que haría por su contrato, pero con una inversión en el pase de su ficha que no se iría mucho más allá de los cuatro millones de euros, una cifra escasísima para la cotización del talentoso futbolista y su importancia en el juego.
Nicolás Burdisso, director deportivo de Boca Juniors, se ha expresado claramente sobre la posibilidad de repatriar a Banega. "Es un poco parecido a las demás negociaciones –dijo el ex futbolista en su reciente repaso sobre las gestiones que lleva a cabo–. Apuntando a jugadores importantes en Europa las negociaciones son difíciles y lentas. Hay que esperar". Burdisso sabe que no será fácil sacarlo del Sevilla, dado que en comparación con su importancia en el juego del equipo esos cuatro millones apenas supondrían una amortización económica que compense al hueco que dejaría, en caso de que el jugador no quiera renovar.
Las conversaciones para su renovación están enquistadas y el propio Monchi ya tiene experiencia sobre cómo suele acabar una negociación así con Banega. En la temporada 2015-2016, el director deportivo intentó convencerlo para que ampliase su vinculación con el Sevilla, al que llegó en el verano de 2014 con un contrato de perfil bajo: sólo dos temporadas. Era un fichaje de cierto riesgo después de que saliera por la puerta de atrás del Valencia y ni siquiera triunfara en su cesión a su equipo de toda la vida, el Newell’s Old Boys, cuyo escudo tiene tatuado en su pantorrilla derecha sobre un significativo lema: "Sólo Dios me entiende". Monchi apostó por él y lo rehabilitó para el fútbol de élite, pero Banega, tras levantar dos copas de la UEFA Europa League, se fue libre al Inter.
Banega ha tenido un prolífico regreso al Sevilla, que, ya con Óscar Arias al frente de la dirección deportiva, apostó fuerte por él y pagó al Inter 7 millones de euros en el verano de 2017, con una alta ficha y una cláusula de rescisión de 20 millones de euros. Pero ni aparece ningún club dispuesto a pagar esa cantidad ni parece que el rosarino se preste a escuchar oferta alguna que no sea esa opción de regresar a su país que le brinda Boca.
De hecho, en Estambul se aireó la semana pasada el fortísimo interés del Galatasaray por hacerse con los servicios de Banega, como posible sustituto de Belhanda, que tiene ofertas de clubes europeos. Pero tras su insatisfactoria experiencia en Milán es improbable que Banega aceptara la aventura turca y, pese a que esta opción sí sería más interesante económicamente para el Sevilla, sigue siendo el club bonaerense el que sigue en liza por él.
Así las cosas, todo apunta a que el futuro de Banega estará en manos del propio Banega... y de Lopetegui y Monchi. Los pasos que está dando el Sevilla indican que la medular va a sufrir una importantísima remodelación, con la deseada salida de Roque Mesa si llegara alguna oferta interesante para las partes, así como por algún otro integrante de la medular, casos de Amadou o Franco Vázquez.
Pero partir de cero en una línea tan importante tampoco es lo ideal ni tan fácil. Y ante la tesitura de un escaso ingreso por Banega el Sevilla optaría por una amortización deportiva aunque sea el único año de contrato que le queda. Entre regalar a un jugador de su valía por cuatro millones de euros y que esté en el puente de mando de la revolución en la medular, primaría lo segundo. Porque a sus 31 años aún dará fútbol.
Ben Yedder: "No voy a faltar el respeto al Sevilla"
Después de realizar declaraciones en tono de deseo de cambiar de aires, Ben Yedder volvió a atender a la prensa tras su primer gol con Francia. "Sé lo mismo que vosotros. Es una pregunta a la que ya he respondido. Lo único que diré es que no le voy a faltar el respeto a mi club, el Sevilla", zanjó el delantero.
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