La previa: Por el primer brindis de la Feria

Sevilla - Cádiz

El Sevilla se fía a la recuperación de efectivos, incluido el muy esperado Suso, y al empuje de su gente para sacar adelante la final con el Cádiz

Lopetegui: "Es una final e intuyo un partido largo, complejo y difícil"

Sergio: "Hay que generar situaciones que puedan ser penaltis"

El Sevilla, bien posicionado por Lucas Boyé, apuntan en Elche

Lamela y Diego Carlos pelotean ante Acuña, Joan Jordán y Óliver Torres.
Lamela y Diego Carlos pelotean ante Acuña, Joan Jordán y Óliver Torres. / Juan Carlos Vázquez

De final lo calificó Julen Lopetegui. Para ambos rivales lo es, puesto que tanto Sevilla como Cádiz tienen muchísimo en juego. Pero los sevillistas cuentan con su gente, exhortada y elogiada por los profesionales para que den otro empujón al equipo en pro de un triunfo, que sería el primer brindis por la esperada e inminente Feria de Abril. No será sencillo. Ningún partido lo es a estas alturas, tal y como recordó en su comparecencia previa el técnico de Asteasu.

Casi todos los equipos apuran los últimos sorbos de la Liga y en el caso del Cádiz más que un caldo de buen trago es el bálsamo de Fierabrás, un salutífero para procurar la supervivencia en la categoría. El Sevilla busca el gran reserva de la Champions y para asegurarse el embriagador sorbo, el maná de los dineros continentales, debe sacrificarse hasta el límite de lo posible.

La pizarra.
La pizarra. / Infografía / E. F.

Cuenta el Sevilla con el factor campo en un partido de elevada carga ambiental después del éxito del vecino y la masiva presencia de una afición cadista que se ha movilizado para dar calor al equipo de Sergio González. El cadismo busca otra proeza como la del Camp Nou y el sevillismo debe aparcar los balances y los análisis en esas tres finales que acogerá Nervión de aquí al final de la Liga.

La primera llega la víspera de la tradicional prueba del alumbrado, con las casetas últimando los preparativos para la segunda gran fiesta de Sevilla, tras el reencuentro de la ciudad consigo misma en la Semana Santa. Y no hay ley seca que coarte el prurito del recocijo. Cada uno cuenta la Feria según le va y el sevillismo quiere contar la suya con alegría, para disfrutar de los siete días de farolillos con los deberes hechos. Y para eso, como para toda fiesta que se preste, primero hay que meter riñones. O gargantas. Que se hagan acreedoras de la sed de vino.

El exhorto está realizado, pero será el equipo el que eleve los decibelios de la grada con su juego y su empuje. Lopetegui ha pedido paciencia. Será necesaria ante un Cádiz acostumbrado a acorazarse para golpear en cuanto encuentre un resquicio. "Hay que atarcarles de la manera correcta para hacerles daño", pidió Lopetegui, que intuye un partido difícil y largo.

De un sorbo no se podrá beber el cáliz del triunfo en un partido que también llega condicionado por la inevitable polémica arbitral. Mientras Sergio se pregunta por qué el Cádiz es el equipo al que menos penaltis le pitan, y después de que Manuel Vizcaíno hasta en dos ocasiones le haya dirigido cartas abiertas a Luis Rubiales en protesta por la aplicación del VAR con su equipo, en el Sevilla siguen sin explicarse los criterios tan dispares a la hora de acudir a la tecnología para rectificar o ratificar las decisiones arbitrales. Y encima pitará Sánchez-Martínez, que dejó un aroma agrio, avinagrado, en los partidos que pitó al Sevilla en el Santiago Bernabéu y el Camp Nou. Muy poquitos equipos están contentos con el nuevo contexto arbitral, reglamentario y de aplicación del VAR.

El Sevilla cuenta con la recuperación de efectivos y con la baja de Rafa Mir por sanción. El Papu Gómez y Lamela están llamados a desbrozar caminos y Suso, ya disponible, es el principal atractivo si entra finalmente en la convocatoria. Es duda Tecatito Corona, que ha tenido problemas durante la semana, después de ser el héroe del triunfo ante el Levante, parece que hace ya un siglo. Y en el Cádiz, que llega con tres ex sevillistas, Negredo, San Emeterio y un motivado Idrissi, en el once inicial hay alguna baja de peso, sobre todo la de Rubén Alcaraz, que venía siendo clave en el centro del campo, aunque no estuvo en el triunfo amarillo del Camp Nou... En puridad no es una final, pero el recurso al símil no viene mal. Todo empeño será poco en pro de ese primer brindis del sevillismo ante la Feria.

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