La buena onda continúa (1-1)

El Sevilla Atlético sumó un punto en la visita del Real Madrid Castilla al estadio Jesús Navas, una cita en la que frenó su racha de victorias –tres consecutivas– con la que logró salir del farolillo rojo, pero en la que, al mismo tiempo, mantiene un halo de positivismo al enlazar hasta cinco jornadas sin conocer la derrota, lo cual ya es mucho tal y como había empezado la competición para el filial sevillista que inició el curso bajo la dirección de Paco Gallardo y ahora es entrenado por Alejandro Acejo.

Con bastantes bajas debido a la necesidad del primer equipo a causa de las lesiones (en Bilbao estaban hombres como Nacho Quintana, Juanlu, Luismi Cruz o Iván Romero), el Sevilla Atlético volvió a demostrar que sabe rebelarse contra las adversidades y logró igualar un resultado en contra, algo que suele ya ser habitual en los partidos del filial rojiblanco.

Esta vez estaba enfrente un rival teóricamente duro como el segundo equipo del Real Madrid, que planteó un arranque muy trabado y que se fue al descanso con un gol a favor. Fue a falta de un cuarto de hora Pablo Pérez quien salió al rescate de los de Acejo, logrando el 1-1 que mantiene al Sevilla Atlético en la pelea, aunque todavía en puestos de descenso.

El partido comenzó con un ritmo bajo fruto de muchas interrupciones a causa de continuas faltas. Con muchas tarjetas amarillas, el filial madridista partió la baraja en un centro de Miguel que remató Morante tras un fallo en el despeje de la zaga local. Con el 0-1 el Sevilla se estiró algo buscando sobre todo a Zarzana, aunque la primera ocasión nervionense fue un disparo de Juan María.

Estos dos jugadores fueron los más activos en el inicio de la segunda mitad, con llegadas que sacudieron el sistema defensivo visitante. Sin embargo, el Madrid tendría la ocasión de sentenciar en un mano a mano que detuvo Adrián González ante Arribas. Pero Pablo Pérez, que había sustituido al lesionado Santisteban, mandó un balón rechazado en el área al fondo de las mallas.

El empate cayó como un jarro de agua fría en el equipo entrenado por Raúl González, que se quedó con uno menos al ver Mario la roja directa por un codazo a Capitas. El Sevilla intentó aprovechar la superioridad y en un centro de Pablo Pérez estuvo muy cerca.