Jesús Alba
Cuando el reloj se pare
Sevilla FC
Ahora sí. Ya no hay vuelta atrás como la hubo con Jesús Navas. Sergio Ramos se enfundó por última vez la camiseta del Sevilla el 26 de mayo de 2024, en el último partido de la última jornada de la Liga 2023-24. Se fue dando aplausos y tirando besos a una afición a la que se había ganado, en una gran parte, después de todas las suspicacias que levantó su controvertido regreso a Nervión, de donde se fue el último día del mercado de verano de 2005 para abrir una herida que ya nunca se cerrará del todo. El futbolista explicará hoy sus razones y aclarará algunas de las dudas que se han sembrado desde que terminara la Liga sobre su futuro. Pero eso no enfriará otro debate reabierto en el sevillismo.
La afición sevillista, cercana al fatalismo apenas un año después el éxtasis de Budapest, ha hecho del debate una rutina y cualquier asunto, mayor o menor, es motivo para una buena discusión con puntos de vista completamente contrapuestos y sin posibilidad de llegar a un mínimo consenso. Como para reírse de la política actual de los extremos...
El club de Nervión comunicó a mediodía de ayer la decisión de Sergio Ramos de marcharse, por segunda vez, del Sevilla y desde entonces las tertulias y las redes sociales ardieron con pareceres contrarios, en las antípodas. Desde el que acude al refranero para el clásico tanta paz lleves como descanso dejas como el que va de agorero y avisa de que el segundazo está más próximo sin el camero; desde el que no entiende que el club le abra las puertas del estadio para una despedida tras la peor temporada del siglo XXI y apenas 87 partidos en el Sevilla entre sus dos etapas, hasta el que agradece su liderazgo y su contribución para haber sellado una permanencia de la que se dudó en gran parte de la temporada.
Sin solución de continuidad, el sevillismo pasa de un debate a otro y ni siquiera tuvo tiempo para digerir el primer fichaje confirmado para la temporada 24-25, el del extremo Chidera Ejuke, el primer nigeriano en la historia del Sevilla. Alguno, con sorna, incluso se atrevió a decir que precisamente ese primer fichaje, que responde al perfil de coste cero de la nueva economía de guerra y de regeneración sevillista, terminó de decidir a Sergio Ramos para no seguir.
Evidentemente, el contexto socioeconómico y la deriva del Sevilla han tenido su peso en la decisión de Sergio Ramos, al que José María del Nido Carrasco le ofreció en público ser uno de los líderes de la regeneración del club. Lo hizo el día que recondujo la situación de Jesús Navas, quien, al contrario que el camero, sólo contemplaba seguir pese a su anuncio interrumpido de despedida.
Al presidente del club, que hoy acompañará a Sergio Ramos en su despedida, se le preguntó aquel día si también le iba a ofrecer un nuevo contrato como había hecho con el palaciego: “Ya se lo he ofrecido. En la reconstrucción están Jesús y Sergio porque sienten el Sevilla y saben la idiosincrasia y son pilares. Tendremos esa conversación para que tanto Sergio como Jesús sigan en el Sevilla”.
Ahora queda la duda hasta dónde o cuánto “siente el Sevilla” Sergio Ramos, Ahora queda la duda de hasta dónde o cuánto "siente el Sevilla" Sergio Ramos, máxime en la peor crisis de este siglo. Llegó a un Sevilla campeón y en Champions y se va de un Sevilla que se desmorona sobre corroídos pilares. "Ten un poco de respeto a la gente y al escudo", le dijo a un aficionado maleducado que lo insultaba en plena entrevista tras el Sevilla-Athletic (0-2).
A sus 38 años tiene todavía mercado y no debe ser casualidad, en un escenario tan atractivo para una estrella declinante como es Estados Unidos, con su glamur hollywoodense y sus dólares, que el anuncio de su adiós haya llegado justo después de su visita a Dallas para ver in situ el cuarto partido de las finales de la NBA entre los Mavericks y los Celtics. Dallas está a unos 2.000 kilómetros de San Diego, desde donde le hicieron llegar una oferta que ahora tiene la competencia del Inter Miami de Messi... Palabras mayores en este mundo de oropel en el que fascinan tipos como el camero. Messi frente al Sevilla del coste cero y Ejuke.
Se va del Sevilla el mito del Madrid irreductible. Se va entre dudas y dejando en los más románticos el poso amargo de que su indulgencia fue comprada a precio de petrodólares por su renuncia el verano pasado a una suculenta oferta árabe para entregarse, por media tostá y sólo un año, al club de su familia y su infancia. Si Lutero levantara la cabeza... Quique ya lo advirtió... y acertó. Que la otra media tostá se la coma otro. El camero, cumplida su redención incompleta, no está dispuesto a liderar un proyecto pleno de dudas en medio de un ambiente catastrofista. Ahora debe explicarse el propio Sergio Ramos. Y luego, por supuesto, continuará el debate entre los sevillistas.
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