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El Santiago Bernabéu, más misión imposible que nunca para el Sevilla

Sevilla FC

El Sevilla de Sampaoli, que aún no ha encajado ninguna derrota, se expone al intratable Real Madrid sin defensa y con el debate reabierto de la calidad física de la plantilla

José Ángel, en espera de Marcao, único central disponible para el Santiago Bernabéu

Sampaoli vuelve al Bernabéu, donde vivió el 'autopenalti' de Mateu Lahoz

Bono, héroe ante el Valencia, atiende al lesionado Nianzou. / Antonio Pizarro

Llega una de esas citas que el sevillista de a pie se la toma ya hasta con la sorna a la que lo obliga la resignación de la impotencia. Se trata del Santiago Bernabéu, el estadio en el que más veces ha perdido el Sevilla después del Camp Nou. La visita al Real Madrid, incluso antes de que se levantara el coliseo de la Castellana, siempre fue una cuesta muy dura de subir para el equipo nervionense. Sólo hay que mirar los números generales, las estadísticas históricas, para constatar esta realidad. El Sevilla ha visitado, en partidos oficiales y en distintos escenarios, al Real Madrid 84 veces, con un resultado paupérrimo de 63 derrotas, 12 empates y sólo 9 victorias. Gana ahí el Barcelona, que en 87 partidos oficiales en casa ante el Sevilla venció 67 veces, frente a 13 empates y 7 raquíticos triunfos blancos.

Si se obvia el contexto histórico y se echa la lupa a la actualidad de los dos equipos, la sensación es que la visita al Bernabéu de este sábado es más misión imposible que nunca, pues el Madrid, vigente campeón de Liga y de Champions, no encuentra oposición prácticamente, aunque el Osasuna fue capaz de sacarle un punto en su penúltima comparecencia en casa, antes de que le echase un jarro de agua fría a la rebeldía del Barcelona ganando con claridad el denominado clásico.

Más allá de las polémicas arbitrales, como las que acompañaron a las derrotas del equipo de Julen Lopetegui en dos de sus tres visitas –el gol anulado a De Jong en la Liga 19-20 y el penalti no pitado a Ocampos de Alaba en la 21-22–, la sensación general es de frustración cada vez que hay un Real Madrid-Sevilla. Y las estadísticas ligueras, no ya las generales, no engañan: de 78 partidos de Primera División en Madrid, el Sevilla sólo obtuvo 8 victorias, por 12 empates y 58 derrotas. Y los triunfos ya quedan lejos: el último fue la víspera de la Inmaculada de 2008, de la mano de Manolo Jiménez y con goles de Adriano, Romaric, Kanouté y Renato (3-4). Esta victoria se une a la que logró el equipo de Joaquín Caparrós el día de la Lotería de Navidad de 2004, con gol de Julio Baptista (0-1). Hace ya casi 14 y 18 años de las dos únicas victorias del Sevilla allí este siglo...

Incluso el empate que logró en el Alfredo Di Stéfano, sin público, en la Liga 20-21 tuvo su poso frustrante, por la ocasión desperdiciada de haber pugnado de verdad por el título liguero con un triunfo que tuvo en su mano después de que Martínez Munuera, árbitro de aquel partido disputado el 9 de mayo de 2021, anulase un penalti sobre Benzema para decretar otro por manos de Militao en la jugada anterior, tras revisión del VAR. Rakitic marcó en el minuto 78 y acercó el caramelo. Pero el gol de Kroos, tras rebotar en Diego Carlos, en el 94 dejó la huella de una gran y única ocasión perdida (2-2).

Esos precedentes no alimentan el optimismo mientras los partidos ante Athletic y Valencia han reabierto el debate sobre la calidad física de la actual plantilla, constantemente horadada por las bajas y sin ritmo para buscar su juego. El fútbol está lleno de sorpresas, pero para este Sevilla que sólo ha ganado dos partidos (Cornellá y Mallorca) la situación se complica más por la nueva concentración de bajas en la defensa. Porque al Sevilla, de pronto, se le acumulan las bajas atrás justo cuando va a visitar al líder de la Liga y equipo más goleador, con Benzema habiendo recuperado su olfato ante el Barça antes de recibir el Balón de Oro.

Los focos están puestos en si Marcao, ausente por fatiga muscular ante el Valencia, llega a la cita, tal y como espera Jorge Sampaoli. El brasileño ha irrumpido con jerarquía desde la llegada del argentino. Pero es duda después de no haber hecho prácticamente pretemporada. Nianzou se une al lesionado Rekik y Kike Salas cumplirá sanción. La misión imposible se convierte así en una cuestión de fe, de esperar un milagro. De ellos también se nutre el fútbol...

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