¿Sabe el Sevilla qué es lo que quiere?

Desde mi córner

García Pimienta llega después de una hoja de ruta caótica a la hora de elegir entrenador

HABRÁ que convenir que el fichaje de Xavi García Pimienta es un acierto del Sevilla. Todo lo que ha hecho hasta ahora viene presidido por el acierto. Tanto su larga andadura en Can Barça como su labor en Las Palmas estuvo presidida por el éxito, pero hay que preguntarse por el retrato robot que elabora la dirección deportiva, ya que el puñado de entrenadores que sucedieron a Lopetegui no mantienen nada en común.

Lopetegui y Mendilíbar sí tenían cierta similitud en su forma de trabajar, pero nada que ver con Sampaoli, Diego Alonso y Quique Sánchez Flores. Y ahora llega García Pimienta, un enamorado de la cantera y también de jugarla al pie. Este rosario de entrenadores refleja bien claro la deriva del club al respecto. Desde fuera se antoja caótica y llena de bandazos. Hasta da la impresión de que no se sabe en realidad qué es lo que se quiere, como si no hubiese retrato robot.

Particularmente veo que ha influido notoriamente el maldito parné, pues pensar en el catalán como entrenador de un Sevilla poderoso económicamente no se lo cree nadie. Sé que García Pimienta es un profesional excelente y posiblemente el idóneo para dirigir un equipo con mayoría de canteranos. Esa forma de trabajar con futbolistas de la casa es lo que hizo durante toda su vida en el Barça, con lo que pensemos que por ahí se proyecta el futuro del Sevilla.

Bienvenido sea a este complicado mundo que forma el fútbol según Sevilla. Trabajo le queda por delante, pues llega a un club que lleva cuatro lustros utilizando la cantera más para hacer caja que para nutrir al primer equipo. Doctores tiene la Iglesia y quien la lleva la entiende, pero hay que dar de una vez con la tecla adecuada y trazar una hoja de ruta sensata, sin que tenga que ver con la caótica deriva que se tomó tras el cese de Julen Lopetegui hace ya casi dos años.

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