Cuando la miel sabe a poco

Casi no se podía imaginar el aficionado sevillista hace poco más de un mes que iba a estar ahora echando números con la ilusión de la posibilidad de alcanzar un título de Liga. Matemáticas son matemáticas y el equipo de Julen Lopetegui ha demostrado que, pasados esos tramos en los que se acumulan numerosos esfuerzos con varias competiciones de exigencia, el rendimiento sube como la espuma. Basta hacer un repaso con el conjunto de partidos que han coincidido con duelos exigentes en las tres competiciones para comprobar que los baches han estado precisamente ahí. El aficionado sevillista estaba especialmente insatisfecho, diríamos que de uñas con Lopetegui, tras caer eliminado de la final de la Copa del Rey ante el Barcelona y sólo unos días después al quedar apeado de los cuartos de final de la Champions, pero no se olvide que por el camino también hubo que pagar el peaje de una derrota ante el Elche.

Las cosas no siempre suceden por casualidad y, liberado de otras batallas, la plantilla que en su día confeccionó Monchi ha sacado su potencial enfocada en un mismo objetivo y en poco tiempo puso la velocidad de crucero para quemar –literalmente– a un rival como la Real Sociedad en su lucha por el cuarto puesto. Tanto que esos 14 puntos que le saca son ya un mundo en comparación con los que lo distancian con el líder y sus adláteres.

Si el Sevilla puede pelear por el título de Liga o no se sabrá pronto. Puede que esta misma tarde cuando cuando acabe el duelo ante los guipuzcoanos se sepa algo, o se pueda sacar algo en claro. Pero lo cierto, antes de que Jaime Latre decrete el inicio del partido, es que el reto es posible y se ha convertido en una ilusión en el día a día de los profesionales nervionenses y en los que siguen la bandera de este club de natural guerrero y ambicioso.

El caso es que hoy –no ayer, ni mañana... hoy– el sevillismo vive un sueño que no disfrutaba desde la temporada 06-07. Seguramente se quedará en eso, en un deseo pasajero... o a lo mejor no.

Lopetegui ya ha avisado que la única receta para cualquier guiso es el ir partido a partido y eso va a aplicar en su comparecencia en el Reale Arena de San Sebastián ante un gran equipo, pero qué duda cabe de que las mariposas están en los estómagos.

Los sevillistas, además, podrán disponer de todo su arsenal. Es la diferencia con respecto a cuando se amontonan partidos exigentes muy cercanos en el tiempo. Koundé, Jesús Navas, Diego Carlos, Joan Jordán, Ocampos, el mejor Rakitic desde su regreso, también la versión más interesante de Suso... No le faltará un perejil a la alineación de Lopetegui a la hora del almuerzo para el resto de los mortales y enfrente habrá un rival importante, un campeón de Copa con vigencia hasta anoche mismo y dirigido por uno de los técnicos del momento, Imanol Alguacil, con aportaciones interesantes y dignas de estudio.

Pero así y todo, con una generación de futbolistas que dará que hablar, la Real Sociedad no ha estado hasta ahora a la altura del Sevilla en la Liga y los 14 puntos que hay entre uno y otro en la tabla así lo atestiguan. Esos 14 puntos ya son una extraordinaria motivación de cara a lograr certificar cuanto antes el objetivo con el que, sobre todo, se frota las manos José María Cruz de Andrés. Pero, lógicamente, en la condición humana está el aspirar a más y por ahí entra un sueño que también se han encargado de alimentar desde el aparato mediático nacional, no se sabe si por meterle presión al Atlético para que la Liga la gane uno de los de siempre o por cualquier otro interés. Es verdad que también hay algo de merecimiento propio, puesto que nadie le ha regalado nada a este grupo de profesionales que está próximo a culminar una temporada verdaderamente meritoria sólo por la exigencia física que ha tenido que soportar.

Ganar hoy en el antiguo estadio Anoeta supondría presentar una candidatura más real si cabe a lo que haga falta. Han sido 13 puntos de 15 desde que el Barça y el Dortmund provocaron pesadillas en Nervión. Ahora, como suele decirse en estos casos, soñar es gratis. ¿Por qué no?