Rafa Mir se entrena con su futuro en el aire: último día para cerrar su salida

Oficialmente, el mercado de fichajes ha entrado en su último día. Víctor Orta acelera para cerrar la llegada de Robert Bozenik, mientras que Rafa Mir se ejercita con el resto del grupo. En el Sevilla son optimistas con su salida, aunque en unas condiciones que no son las ideales para el club nervionense. Aún no está cerrado, por lo que el cartagenero continúa a las órdenes de Quique Sánchez Flores, pero su situación se vuelve casi inaguantable para todas las partes.

El técnico madrileño también quiere su salida. Mientras esta se certifica, Quique Sánchez Flores prepara el trascendental duelo ante el Rayo Vallecano, con hasta siete ausencias: Nemanja Gudelj, Dodi Lukebakio, Mariano Díaz, Tanguy Nianzou, Kike Salas, Youssef En-Nesyri -que está ya en Sevilla tras la eliminación de Marruecos de la Copa África- y Erik Lamela.

Presencia del filial

Quique Sánchez Flores, además de los lesionados, tendrá dos bajas más en Vallecas. Suso y Sergio Ramos no podrán estar sobre el césped, debido a que cumplen ciclo de tarjetas amarillas. La del camero, sobre todo, se vuelve una ausencia muy destaca, ya que ha disputado todos los minutos posibles en los últimos encuentros. En lugar de él, el técnico madrileño probó a Marcos Acuña como central zurdo en el entrenamiento del pasado miércoles.

Para completar la sesión, el técnico madrileño ha vuelto a tirar del Sevilla Atlético, equipo que marcha segundo en la cuarta categoría del fútbol español. Los defensas eDiego Hormigo y Darío Benavides, el centrocampista Manu Bueno y el atacante Idumbo Muzambo.

Un partido trascendental

Los focos miran, obviamente, al final del mercado de fichajes, pero la situación del Sevilla en LaLiga EA Sports es límite. A un punto del descenso, los nervionenses viajan a Vallecas para enfrentarse al Rayo el próximo lunes. Un encuentro que se antoja trascendental, sobre todo por los partidos venideros -Atlético de Madrid, Valencia, Real Madrid y Real Sociedad-.

Un trabajo obligado para Quique Sánchez Flores, bajo la crítica de la afición, también, dirigida al palco.