Quique jugó a que sonara la flauta... y la flauta no podía sonar
Atlético-Sevilla | Informe técnico
Primero, un equipo sin salida, con Suso junto a Ocampos arriba y Rakitic lastrándolo todo más atrás; ya con un jugador más, el caos de un equipo incapaz ni de colgar centros
Así jugaron los futbolistas del Sevilla ante el Atlético
La crónica del Atlético de Madrid-Sevilla (1-0)
El Sevilla salió a que sonara la flauta, con un once inicial que tenía muy presente, de salida, su inferioridad ante el Atlético de Madrid. A parapetarse atrás, con cinco defensas, cuatro medios (Suso segundo delantero...) y Ocampos a pelearse con el mundo. Y esperar a que en un error, un descuido, un balón parado... sonara la flauta. Imposible.
Tampoco sonó cuando con En-Nesyri por Suso y Sow por un nulo Rakitic (minuto 53) el Sevilla dio el paso adelante. Y ni mucho menos sonó la flauta cuando Söyüncü se fue a la ducha en el minuto 70 y el Sevilla quedó en evidencia con uno más: ni una ocasión. Apenas un centro lateral cuando ya estaban Mir y Ramos junto a En-Nesyri para cabecear en el área. Más que sonar la flauta, cantó la gallina.
Defensa
Defensa de cinco, que no de tres. Juanlu y Pedrosa actuaron demasiado atornillados atrás por la eficaz presión tras pérdida del Atlético de Madrid, que asfixió la parsimoniosa salida de balón del Sevilla desde atrás cuando lo recuperaba en un ataque colchonero. La primera parte se consumió con los de blanco en su mediocampo a verlas venir, sin que Óliver o Rakitic conectaran con las dos piezas más adelantadas, Suso y Ocampos, que casi siempre estuvieron en inferioridad ante los defensores del Atlético.
Al menos, esas constantes pérdidas del Sevilla no fueron en zonas muy retrasadas, donde el Sevilla de Quique no asume riesgo alguno y apela al pelotazo sin remilgos.
El mayor peligro del Atlético llegaba por las incursiones de Lino por el carril del 10. Con Riquelme abierto a su izquierda, Lino se colaba por dentro sin que nadie fijara su marca y buscaba una pared o un último pase. También De Paul, más a la derecha, hizo daño como interior y ya pudo asistir a Morata en el minuto 2 por un balón que dejó muerto Juanlu. Dmitrovic tapó.
Simeone detectó la debilidad extrema de los laterales largos a la hora de guardar su espalda y cambió a Molina por Marcos Llorente. Koke lanzó, Pedrosa se la tragó y Llorente, con la ayuda de Sergio Ramos por su mal despeje, decidió el partido.
Ataque
Volvió Rakitic tras el paréntesis de Granada y con él, la salida parsimoniosa. Condiciona demasiado la circulación del balón el croata. Quique quiso reforzar la media con Suso por En-Nesyri y lo que hizo fue cortarle las alas al ataque ya que la presión tras pérdida del Atlético dejó sin salida a los carrileros sevillistas y con tantos metros por delante, ni Óliver, ni Rakitic ni Suso aportan ofensivamente. Faltaba alguien con capacidad para jugar al espacio y acompañar a Ocampos.
La salida de En-Nesyri coincidió con el paso atrás del Atlético, ya con 1-0, y ahí Óliver empezó a aparecer: asistió a Ocampos en la segunda ocasión del Sevilla (63’).
Virtudes
Reacción... hasta la expulsión.
Talón de Aquiles
Torpeza supina para aprovechar su superioridad numérica en los últimos 26 minutos de partido.
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