Sin fichajes, la cantera y la vuelta al origen de Lopetegui
Sevilla FC
La imagen del Sevilla ante el Tottenham, sin Marcao ni piezas importantes como Bono, Delaney, En-Nesyri o Suso, deja un poso de ilusión, extensible a los canteranos, con la planificación muy en el aire aún
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A falta de fichajes y noveleríos propios del estío... cantera y esperanza. La puesta en escena del Sevilla en esta pretemporada tan rácana en noticias relativas a la planificación dejó un poso de ilusión en una afición que anda desencantadilla por varios factores, entre los que pesa la sensación de cierto hastío ante el cuarto año de Julen Lopetegui con las mismas caras.
El asunto de los carnés también tiene que ver, aunque al final José María Cruz se salga con la suya y el sevillismo responda en las taquillas y el Sevilla llegue a su tope de 37.800 abonados, un límite de aforo que condicion la subida de precios para que el club de Nervión también sea competitivo con los clubes de su mismo nivel en los ingresos por este apartado. Mientras avanza la campaña de abono, también lo hace la pretemporada. Y el primer capítulo serio, el primer test, dejó buenas sensaciones.
La primera conclusión general que dejó el partido ante el cuarto equipo de la Premier League es que el Sevilla de Lopetegui recordó al de los orígenes, a aquel bloque que hacía una presión alta, con las líneas adelantadas y bien coordinadas tanto para hostigar la salida del rival como para recuperar el balón tras las pérdidas. Un equipo que se desenvuelve mucho más en el campo contrario que en el propio y que es más vertical con el balón, en contrapartida a la imagen de la segunda parte de la pasada temporada, cuando el fútbol agresivo del primer Lopetegui dio paso al fútbol control de muchísimas combinaciones entre la defensa, los medios centro y el portero.
Quizá aquello fue una reacción conservadora, por instinto de supervivencia, ante la falta de fuerzas por el goteo de bajas que impidió una rotación adecuada para el reparto de esfuerzos. Quizá... Lo cierto es que aquellas críticas tan aceradas han dado paso tras el primer amistoso a un aplauso generalizado por esa recuperada imagen de equipo ofensivo.
A esa primera conclusión hay que unir otra: el recurso de la cantera como opción plausible. Sin Marcao todavía, sin piezas importantes como Bono, Delaney, Suso o En-Nesyri por sus estados de forma aún deficitarios, Lopetegui sacó dos equipos ante el Tottenham. El de la primera parte era muy reconocible, con con la buena nueva del regreso de Fernando después de cuatro meses y la excepción del inédito eje de la zaga formado por José Ángel y Rekik.
El defensa del Viso del Alcor, que ya había dejado buenas sensaciones con el primer equipo, es una de las esperanzas de la cantera a sus 20 años. Ante el Tottenham contribuyó a tirar la zaga arriba para que surtiera efecto la presión adelantada, que con el equipo estirado es una bomba de relojería. Evidentemente, es un recurso de pretemporada. Sin Diego Carlos, con Koundé en capilla y con Marcao adoleciendo aún de la falta de acoplamiento y ritmo, no está mal que el chaval visueño cumpla.
Pero es que también cumplió el Sevilla en la segunda mitad cuando Lopetegui sacó de una tacada otro equipo compuesto mayoritariamente por canteranos, todos sub 21 salvo Iván Romero (22 años) y algunos en edad juvenil aún, como el portero Alberto Flores o Juanlu (ambos con 18). Cierto es que con el equipo formado por con Alberto Flores; Jesús Navas, José Ángel (20), Kike Salas (20) , Pablo Pérez (20), Pedro Ortiz (21), Óliver Torres, Rakitic; Luismi Cruz (21), Tecatito e Iván Romero el Tottenham, ya sin Fernando ni Joan Jordán, encontró más pasillos para correr y tirar contragolpes. Sin embargo, el Sevilla mostró el mismo empaque y, con el mismo ideario, no sólo empató, sino que pudo ganar.
Fue una buena noticia el rendimiento de Pablo Pérez y Pedro Ortiz, dos futbolistas que no pudieron promocionarse al primer equipo por sus lesiones, como era idea de Lopetegui, para al menos ayudar en las rotaciones. Y la incógnita es si, cuando Monchi active la planificación, tan al ralentí, el guipuzcoano seguirá tirando los chavales. Por ahora, sin fichajes, la ilusión se extiende a la cantera.
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