Pozo y tres millones que palian la inversión en Martial
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El ascenso del Almería deja tres millones de euros que enjugan en dos millones el coste del galo y reabre el debate sobre la cantera
Pozo, la compra oblitatoria por el ascenso del Almería y el cariño de la afición
Aclamado por su afición, que se desplazó a Leganés para disfrutar, in extremis, del ascenso directo del Almería, Alejandro Pozo no sólo ha llenado de gozo a su actual equipo, sino que deja en la necesitada caja del Sevilla algo más de tres millones de euros. El lateral y carrilero de Huévar del Aljarafe ha cumplido una gran temporada a las ordenes de Rubi, siendo el tercer jugador en minutos y partidos y aportando tres goles y cuatro asistencias para el campeonato de Segunda División. Y esos tres millones enjugan más de la mitad del coste de la inversión del club nervionense en la decepcionante cesión de Martial.
El coste de esta no ha trascendido oficialmente. Monchi aseguró que no eran los seis millones o siete en que algunos cifraron la operación, que podría rondar los cinco millones. El caso es que cuando la dirección deportiva decidió realizar la cuarta cesión de Pozo ya que no entraba en los planes de Julen Lopetegui, incluyó una cláusula que obligaba al Almería a la adquisición de su ficha en propiedad por algo más de tres millones de euros. Después de los préstamos a Granada, Mallorca y Eibar, ahora sí, el canterano sevillista se desvincula de su club de toda la vida para seguir su trayectoria profesional en el Almería, tras su brillante contribución al regreso a Primera División después de siete años.
El gol del Alcorcón en el minuto 90 al Eibar fue la espoleta para que el club almeriense terminase como campeón de Segunda División, después de dos balas desperdiciadas en las dos jornadas anteriores. Llegó con suspense ese ascenso y la felicidad fue incluso mayor.
Pozo fue aclamado por la afición rojiblanca desplazada para el partido con el Leganés, un encuentro que terminó con 2-2. Jugó el partido completo y terminó disputando 39 de las 42 jornadas de Segunda.
El aljarafeño de 23 años, la misma edad que Koundé, por ejemplo, recibió un baño de masas en Butarque. "Pozo, quédate", le cantaron los eufóricos hinchas almerienses, quizá desconocedores de esa cláusula que obligaba al club a su compra. "Tranquilos, que me vais a aguantar tiempo", replicó en Twitter el ya ex canterano del Sevilla.
Su éxito, aun en la segunda categoría española, contrasta con la frustrante aventura de Martial, una fortísima apuesta que se vio condicionada por los problemas de forma que arrastraba del Manchester United, cierta apatía y las lesiones musculares. "El año pasado no vendimos a un jugador por más de 50 millones y no vendimos a Diego Carlos en diciembre. Además de traer otro magnífico jugador de Champions como Tecatito y la cesión de Martial, que no ha rendido como pensábamos, pero es un gran jugador", explicó José Castro en Radio Sevilla.
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