Con Papu Gómez, el afilador está de vuelta

En un martes con alma de jueves, debido a que el próximo partido de Liga se adelanta a este viernes, Julen Lopetegui contó con la noticia confirmada de que el Papu Gómez está de vuelta. El centrocampista argentino se ejercitó ya integrado en el grupo en la sesión preparatoria de la mañana en la ciudad deportiva del Sevilla y se apunta para volver a una lista de convocados para afrontar el importantísimo partido ante el Granada en Nervión (21:00).

Con el Papu todo es distinto desde el mismo día a día. Su personalidad y carisma, también su talante desinhibido, da otro color a los rutinarios entrenamientos, como se volvió a comprobar ayer en las imágenes. Y a partir de ahí, está por ver lo que el menudo jugador puede y debe aportar en estas ocho jornadas para ayudar a que el Sevilla no se caiga de las cuatro primeras plazas de la Liga para volver a la Champions.

Ocurre que el Sevilla anda muy atascado en ataque. Ha marcado 10 goles en las 11 jornadas de la segunda vuelta. Y sólo uno en las últimas cuatro, el que hizo Delaney en Vallecas. Sólo 40 tantos lleva el equipo en las 30 jornadas consumidas del campeonato, unos registros indignos de cualquier equipo puntero y que sólo se sostienen por los 20 goles que sólo ha encajado.

Y la vuelta del Papu se antoja como primordial para reactivar el juego. Alegrarlo como el argentino alegra el día a día en la ciudad deportiva. El ex jugador del Atalanta tendrá que ejercer de armador del juego por dos razones: falta demasiada gente en la zona ancha (Fernando, Delaney y hasta Suso, que apoya desde la derecha) y, afortunadamente para Lopetegui, han vuelto los atacantes.

El regreso, también ansiado, de Lamela ya hace dos jornadas ante la Real Sociedad fue un primer paso para esa reacción en el juego con la pelota. De hecho, Julen Lopetegui contará ante el Granada con dos jugadores para cada extremo: Lamela y Tecatito por la derecha, Martial y Ocampos por la izquierda, más Rafa Mir, En-Nesyri y Munir.

Así pues, el Papu tendrá que aplicarse y remar en la medular, aunque no convenga que orille unas cualidades que no abundan en la plantilla: juego entre líneas, verticalidad en las conducciones y un gran tiro desde media distancia con ambas piernas.

Por lo pronto, ante el Granada, es probable que el Papu, recién salido de su lesión, se siente en el banquillo y que sean de nuevo Gudelj, Joan Jordán y Rakitic –únicos centrocampistas de la primera plantilla que viajaron el pasado sábado a Barcelona– quienes repitan titularidad.

El argentino, que lleva 5 tantos (4 en Liga y 1 en Copa) y 3 pases de gol en 32 partidos (21 de Liga, 5 de Champions, 4 de Copa y 2 de Liga Europa), declaró la pasada semana que su recuperación requería “seis o siete semanas”, pero quiso “volver en dos y forzar para estar en Londres contra el West Ham” aunque fue imposible, tras lo que no se descartó para el choque del domingo en el Camp Nou, donde tampoco pudo jugar. Así que se cuidará de no volver a cometer el mismo error.

Pero la competición no espera y el Sevilla, sin Fernando ni Delaney y con la incógnita de Óliver (aún con molestias en un aductor, según informó ayer Radio Marca), afronta tres jornadas en dos semanas (8 de abril Granada, 17 de abril Real Madrid, 21 de abril Levante) y tras un pequeño respiro de diez días, llega la traca final con cinco partidos en tres semanas: Cádiz, Villarreal, Mallorca, Atlético de Madrid y Athletic Club desde el 1 al 22 de mayo.

Las bajas ya seguras en la medular dejan cogida con alfileres la zona ancha y la acumulación de esfuerzos exigirá a los disponibles, incluido el Papu, un trabajo extra.

Desde su lesión en el derbi de la vigésima sexta jornada liguera, Papu Gómez se ha perdido los seis últimos encuentros del Sevilla, los dos de los octavos de la Liga Europa en los que fue eliminado por el West Ham inglés y cuatro de la Liga: los tres empates ante Deportivo Alavés, Rayo Vallecano y Real Sociedad, y la última derrota en el Camp Nou ante el Barcelona.

Ya ha vuelto con su alegría al trabajo. Ahora, falta que también ejerza de nuevo de pegamento en el campo y alegre el juego del Sevilla.