Papu y su salida del Atalanta: "Gasperini intentó agredirme"

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El mediocampista del Sevilla rompe su silencio sobre su final en Bérgamo, reconoce que se "equivocó en algo" y muestra su dolor con el presidente del Atalanta: "Gracias a Dios apareció el Sevilla"

Papu Gómez: "Me mato entrenando, soy 'recontra' profesional"

Papu Gómez, en el centro, en un entrenamiento con el Sevilla.
Papu Gómez, en el centro, en un entrenamiento con el Sevilla. / Juan Carlos Vázquez
E. F.

18 de agosto 2021 - 11:59

Mucho se especuló con la forma en que salió Papu Gómez del Atalanta, después de 252 partidos, 59 goles y haberse convertido en un icono del humilde club de Bérgamo. Al Sevilla le vino de perlas aquella ruptura, que Monchi supo aprovechar con su oportuna visión y conocimiento del mercado. Y el argentino guardó silencio sobre el asunto... hasta ahora.

En una entrevista al diario argentino La Nación, Papu Gómez se sincera sobre todo lo ocurrido en Bérgamo en el otoño de 2020, antes de recalar en Nervión en el invierno de 2021. "Me tuve que ir del club. Me esperaba una disculpa del técnico que jamás llegó. Yo me equivoqué en algo, lo asumo, porque en un partido de Champions contra un equipo de Dinamarca, el Midtjylland, lo desobedecí en una indicación táctica. Faltaban diez minutos para que termine el primer tiempo y me pidió que juegue por la derecha, mientras que yo estaba jugando muy bien por la izquierda. Y le dije que no. Imaginate, haberle respondido eso, en medio del partido, hoy, con las cámaras…, estuvo perfecto que se enojara. Ahí ya supe que en el entretiempo me iba a sacar, y así fue. Pero en el vestuario del entretiempo se sobrepasó, cruzó los límites e intentó agredirme físicamente".

Desde Italia se desveló que hubo algo más que palabras en aquella discusión y ahora el Papu acusa directamente a Gian Piero Gasperini, el entrenador del Atalanta. ¿Gasperini le quiso pegar? "Sí. Y ahí dije basta. Uno puede discutir, ok, pero cuando hay una agresión física ya es intolerable. Entonces pedí una reunión con el presidente del club (Antonio Percassi) y le dije que no tenía problemas en continuar, aceptando que me había equivocado: como capitán no me había comportado bien, había sido un mal ejemplo desobedeciendo al técnico. Pero le dije al presidente que yo necesitaba una disculpa de Gasperini. Y le dije, también, que entendía que el presidente ni podía aceptar que el técnico hubiese intentado agredir a un jugador".

Pero se quedó esperando esa disculpa por el intento de agresión de su entrenador... "Al día siguiente hubo una reunión de todo el plantel. Yo avancé y les pedí disculpas al entrenador y a mis compañeros por lo que había pasado. Y no recibí ninguna disculpa del técnico. Entonces, ¿cómo había que entenderlo? ¿Lo que había hecho yo estaba mal y lo que había hecho él estaba bien? Ahí empezó todo. Después de unos días le comuniqué al presidente que no quería seguir en Atalanta trabajando con Gasperini. El presidente me comunicó que no me iba a dejar salir, que no me iba a liberar. Comenzó el tira y afloje y los costos fueron para mí: me separaron del plantel y terminé entrenándome solo con la reserva".

El dolor con Antonio Percassi

Ahí es donde Papu Gómez, capitán y leyenda del Atalanta, se sintió traicionado por la directiva del club de Bérgamo, al que ayudó a aupar a la Champions desde posiciones medianas de la tabla. "Fue feo porque después de siete años me dejaron tirado, después de todo lo que le di al club. Se comportaron mal. Que el presidente no haya tenido los huevos de pedirle al técnico que simplemente me pidiera disculpas…, con eso se terminaba todo. Seguíamos los dos. Pero se comportaron muy mal conmigo".

Además, el futbolista argentino acusa a Antonio Percassi de bloquear una posible salida hacia algún otro club italiano. "Eso no fue todo", continúa sobre la actitud del presidente y el entrenador. "A partir de ahí me cerraron las puertas del fútbol italiano: no me querían dar a ninguno de los grandes de Italia porque decían que iban a reforzar a un rival directo. Sí llegaban ofertas de Arabia y de Estados Unidos y me querían mandar para ahí…, siendo el mejor centrocampista de la Serie A. Raro, se estaban comportando mal. Gracias a Dios apareció el Sevilla, porque yo lo único que quería era seguir compitiendo en un gran nivel para poder estar en la Copa América. Esa era mi obsesión. Por eso esperé y esperé hasta el final, y por suerte apareció el Sevilla".

La conclusión es que su dolor fue producido por la actitud de Percassi, el propietario millonario del Atalanta y su presidente. "Quien más me desilusionó fue la propiedad, los dueños del club. Después de tantos años, después de la relación de confianza que teníamos…, mis hijos iban al colegio con los hijos de ellos, compartíamos un montón de cosas… Que me hayan tirado a la basura como me tiraron fue la parte que más me dolió. Después, uno puede tener diferencias con el técnico, y te diría que es casi normal, porque pasa, claro que pasa. Te podés pelear, como en cualquier trabajo. Pero el trato que recibí de la propiedad me dolió muchísimo".

Además, se duele del vacío que su antiguo club le ha hecho, por eso quiere ahora explicarse, para no perder el cariño que le sigue guardando la afición del Atalanta. "La gente no sabe lo que pasó. Recién ahora lo estoy contando. La gente va a conocer la verdad ahora, y se lo merecen ellos y me lo merezco yo. De un día para el otro, desaparecí. Los periodistas dejaron de preguntar por mí en Atalanta, ni a mis excompañeros les preguntan…, es como que dejé de existir para el Atalanta. Creo, que su intención fue depositar en mí todas las culpas. Y la verdad no es esa. Y la gente, tal vez, está enojada conmigo porque se piensa que yo no quería seguir en Atalanta, o se cree que preferí irme a Sevilla por más plata… Nada de eso. Ya era hora de que los hinchas supieran la verdad".

En este enlace puede seguir la entrevista completa en La Nación.

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