El temple de Banega frente a la falta de gol
Osasuna - Sevilla | Análisis y jugadores uno a uno
La carencia de tino en el remate, pese al golazo de Munir, priva al Sevilla de vencer en El Sadar tras superar la agresividad de Osasuna
Los cambios mejoran al equipo, algo precipitado en el área jugando con uno más
Jugar más de media hora con un futbolista más resta algo de mérito al positivo desarrollo del Sevilla en El Sadar. Buen partido en cierto sentido, no en todos, porque al equipo de Julen Lopetegui le faltó ramatar la faena que había ideado Banega templando a esa fiera corrupia que era un dinámico, presionante y agresivo Osasuna que se benefició de la permisividad de Estrada Fernández hasta que Oier, quizá en las jugadas más tontas, vio dos tarjetas amarillas casi consecutivas.
El equipo rojillo casi estaba decantando de su lado el partido entre empellones, entradas a los tobillos y empuje viril ante un Sevilla con varios jugadores muy justos de fuerzas, como Fernando o Jesús Navas, y otros que no le cogieron el tino al partido, como Joan Jordán, Diego Carlos u Óliver Torres, que sólo pudo sacar su fútbol cuando respiró ya con uno más sobre el campo.
Banega se erigió en un verdadero mariscal de campo que templó la embestida del Osasuna. Fue clave su clarividencia para romper con balones a la espalda de la zaga rojilla esa presión adelantada que estaba asfixiando al resto de compañeros. El mejor ejemplo fue el balón que le dio a Munir para el 0-1, aunque ahí el delantero madrileño demostró que puede ser un gran 9 y sí fue capaz de concretar en gol el pase de su compañero. Chicharito, en cambio, sólo lo hizo cuando se benefició de su posición algo adelantada (gol anulado, 33’), pero desperdició otras ocasiones en las que, con la defensa rojilla superada, no se perfiló bien el balón para un remate limpio.
Igual que careció de tino el mexicano en el área también les faltó ese temple de Banega a otros compañeros a la hora del remate o el pase, desde los dos laterales, atornillados atrás hasta la expulsión, hasta algún que otro atacante que se topó con su ansia o con el meta Juan Pérez. Cuando el Sevilla se sacudió al fiero Osasuna, le faltó frialdad en el área.
Defensa
Partido incomodísimo para los centrales y los laterales. La movilidad de los puntas de Osasuna, sobre todo Chimy Ávila, y la falta de marcas claras, por la profusión de segundas jugadas, impidieron al habitual núcleo duro amurallar el área. Fernando no se anticipó, Diego Carlos llegó tarde alguna vez y Koundé dudó. Los laterales no podían salir y también se veían doblados.
La entrada de Carriço dio algo más de seguridad cuando ya Osasuna salía menos, desde la expulsión de Oier (61’).
Ataque
Banega se erigió en el faro del equipo. Pese a la elevada presión, siempre que tuvo un hueco estuvo muy preciso buscando superar la línea adelantada del Osasuna, cosa que logró en el gol y en alguna acción más que no culminó el ataque sevillista. Los laterales sólo se incorporaron en el tramo final, ya con superioridad, pero sus centros, más allá de atornillar al Osasuna, carecieron de precisión. Dabbur sí fue clarividente al buscar por dentro combinaciones cortas y superioridades. Infortunio en su balón al palo.
Virtudes
Se adaptó a lo arisco del partido. Y el fútbol de Banega.
Talón de Aquiles
Poco gol para tanta llegada.
Los jugadores, uno a uno
Vaclik Seguro en los balones bombeados, volvió a mostrar laxitud al colocar una barrera.
Jesús Navas Incomodísimo de inicio, sin tino cuando pudo soltarse; llegó muy tocado.
Koundé Estuvo firme en los primeros arreones rojillos, pero mostró dudas en la salida y en el momento de anticiparse.
Diego Carlos Erró en el empate, por no fijar ni a Adrián ni a Chimy Ávila. Arriesgó en algunas jugadas en el área propia y falló algún remate claro en la contraria.
Reguilón Moncayola subió mucho por su flanco y apenas salió del redil. Cuando lo hizo, con más corazón que cabeza.
Fernando Llegó demasiado justo a un partido tan vivo, tan físico. No encontró el sitio hasta que fue expulsado Oier.
Banega Imperial. Era el objetivo principal de los cazadores rojillos, pero se rehízo de ese acoso y del rasero desigual de Estrada con calidad, con visión de juego. Terminó mandando en el partido.
Joan Jordán Muchas piernas a su alrededor. Malas entregas y poco brío en los balones divididos, como el del 1-1.
Munir Esa calidad en el gol debe ser mejor aprovechada por Lopetegui. ¿Cambiando el dibujo?
Óliver Torres Fue cambiado cuando el partido se puso para su calidad. Antes, asfixiado.
Chicharito En vez de ganar pierde metros en los controles.
Carriço Dio seguridad.
Franco Vázquez Añadió temple.
Dabbur Buenos movimientos y listo para encontrar cómplices pese al escaso margen.
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