De Ocampos como ejemplo de la esquizofrenia de todos al excelente golpeo de Lukébakio

Punto insatisfactorio para los sevillistas a pesar de que diez minutos antes del final se encaminaban al deshonor de ser el primer derrotado por el Almería en la presente temporada. Sin embargo, los cambios de Quique Flores dieron resultado y los suyos fueron capaces de remontar. Pero esa forma de defender el 2-2 final...

Ocampos | Puede personalizar fielmente la esquizofrenia del equipo

Fue el reflejo más fiel de la locura en la que se instaló el equipo de Quique Flores durante todo el partido. Arrancó como teórico carrilero izquierdo, pero después fue más extremo que otra cosa en esta ocasión. Después, con la salida de Jesús Navas, pasó al carril derecho. Y estuvo en todas, en el ataque y también en la defensa. Robó el balón del 1-1, marcó el 1-2 y no fue capaz de estobar siquiera a Marezi en su remate del 2-2. Está claro que no hay mejor ejemplo para tanta esquizofrenia.

Lukébakio | Gran pase al recogepelotas detrás de la portería

Reaparecía tras muchos meses en el dique seco por aquella durísima entrada en el partido contra el Mallorca y lo hizo como segundo delantero en el lugar de En-Nesyri, que estuvo completamente ausente. Tuvo destellos y, sobre todo, protagonizó un excepcional golpeo para el empate. Interior del pie y balón para el recogepelotas que está detrás de la portería. Imposible para Maximiano. Tuvo otra al final de cabeza que pudo convertirse en el 2-3.

Isaac | Peleó hasta el final y le faltó acierto en los remates

No paró de correr durante todo el partido y se le puede adjudicar un pase de gol, seguro, el de Lukébakio, y casi otro debido a que su remate tras resbalarse acabó con la pelota dentro tras golpearla Ocampos. Sin embargo, su lucha, en un día en el que no lo acompañó En-Nesyri nunca, debió estar acompañada con goles. Tuvo varios remates claros, sobre todo uno a centro de Jesús Navas.

Suso | Una vez más, el que más criterio tuvo en el ataque

Salió en el ya habitual cambio por Sow alrededor de la hora de juego y fue el único que fue capaz de darle cierto criterio a la hora de manejar el juego en ataque. Movió la pelota buscando situaciones que le pudieran hacer daño al Almería y también fue decisivo en las acciones a balón parado, pues fue capaz de poner balones que eran complicados de defender como en el 1-2.