Del Nido pide apartar a su hijo del consejo del Sevilla
Sevilla FC
El ex presidente del club sevillista envió la pasada semana un requerimiento notarial al club para solicitar que sus acciones no fueran ya representadas por su primogénito
El deseo del abogado era meter a otra persona, o él mismo como presidente, ante la falta de confianza ya en Del Nido Carrasco
El asalto al poder de José María del Nido Benavente en el Sevilla Fútbol Club Sociedad Anónima Deportiva comenzó hace unos diez días con un requerimiento notarial recibido en la sede administrativa de la entidad. En el mismo, redactado en la notaría del consejero José María Manzano, aunque no firmado por él, se instaba a la entidad a destituir de todos los poderes de gestión de las acciones del expresidente a su hijo José María del Nido Carrasco.
Del Nido Benavente ya no quería que su primogénito se encargara de la representación de su paquete accionarial y también trataba de romper de esa manera el pacto de gobernabilidad del Sevilla firmado poco antes de Navidad para garantizar el futuro del club nervionense ante la irrupción del grupo que se conoce como los 'americanos' y que representa el abogado Andrés Blázquez.
Éste encabezaba un fondo de inversión que ahora puede ir de la mano con Del Nido Benavente para colocar al abogado como presidente del Sevilla. Lo que no está nada claro es quién sería actualmente el dueño del paquete accionarial, si el fondo de inversión o el abogado que tuviera que abandonar la presidencia sevillista para cumplir una condena en firme en la cárcel por los delitos cometidos en Marbella.
La idea de Del Nido padre, expresada a los abogados del Sevilla, era colocarse él como presidente, acción que pretendía realizar de inmediato, y darle una salida a José Castro para situarlo como presidente de la Fundación Sevilla Fútbol Club durante diez años y con un sueldo garantizado. Lógicamente, el actual presidente sevillista se negó en redondo a esta posibilidad y aseguró en una reunión con los principales accionistas de la entidad que no iba a entrar en ese juego.
Las negociaciones se produjeron con rapidez y el resto de los principales accionistas de la entidad apelaban al pacto de gobernabilidad suscrito antes de Navidad, que albergaba también muchas cláusulas de penalización en el caso de incumplimiento por alguna de las partes, incluido en el aspecto de la confidencialidad.
Hay que recordar, sin embargo, algo que es público y es que a través de ese acuerdo se incrementó el pago de dividendos a los principales accionistas casi por encima incluso de los beneficios generados por la sociedad en el pasado ejercicio económico. Así se pasó de pagar 15 euros por acción a 44 euros, algo solicitado por el grupo de Del Nido, principal accionista y que se garantizaba cerca un millón de euros por esta vía para su paquete de títulos del Sevilla.
Además, al vicepresidente, en este caso su hijo, se le subía su retribución salarial hasta unos niveles muy parecidos a los percibidos por Castro como máxima autoridad del club.
Al Sevilla le suponía todo esto casi cinco millones de euros de coste añadido, entre la diferencia de 25 euros por acción y los emolumentos que se establecían para los diferentes miembros del consejo de administración por las peticiones expresas de Del Nido, apoyadas en ese caso también por José Castro.
Los éxitos de la entidad, incluida su clasificación para la Liga de Campeones, lo que corrobora que en la temporada se han cumplido con creces los objetivos marcados, han precipitado el intento de asalto al poder por parte de Del Nido, aunque no parece muy fácil que todo esto se pueda producir de inmediato e incluso es complicado que se lleve a cabo en una junta general de accionistas por el reparto accionarial existente.
Una de las patas importantes de este banco está en los encargados de la gestión directa del club, concretamente Monchi y José María Cruz, los dos directores generales que gozan de la máxima confianza de los aficionados sevillistas. Sin haberse pronunciado públicamente, fuentes cercanas a José Castro aseguran que ambos se mantienen leales al actual consejo de administración.
Otra cuestión es el reparto de votos en el consejo, que, si no surge ninguna sorpresa inesperada, estaría establecido de la siguiente manera. José Castro; Gabriel Ramos, Jesús Carrión, Fernando Carrión, los representantes de Rafael Carrión; Carolina Alés, Francisco Guijarro, Luis Castro y Luis Galán serían los ocho votos favorables a la actual gestión. Enrique de la Cerda, puesto por Del Nido; y Andrés Blázquez, como representante del 6 por ciento acciones en posesión del grupo de inversión Sevillistas Unidos 2020, serían los dos votos garantizados para el intento de asalto al poder. Algunas fuentes apuntaban ya a llamadas de Del Nido a algunos consejeros afines a Castro para presionarlos.
Aunque se ha mostrado a favor de la actual política de gestión, se desconoce la postura de José María del Nido Carrasco, que representa de forma independiente como administrador a Nervión Grande SL y en el que también se incluye al notario José María Manzano, en el caso de que se produjera una votación. Aunque siempre sería un resultado de ocho a cuatro, máximo, en los votos.
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