La ventana
Luis Carlos Peris
Reventa y colas para la traca final
Sevilla FC | Estadísticas
Las estadísticas en el fútbol se pueden manejar de forma tendenciosa para destacar o tapar lo que más interese a la h ora de realizar un análisis. Sirva como ejemplo de esto el contraste entre las negativas sensaciones que dio Montiel, retratado en los tres goles del Barcelona al Sevilla, y el elevado ratio de media que le da en su baremo una página especializada como Whoscored: 6.46, sólo superado en el Sevilla por Acuña (6.73). Aun así, tomándolas como valores absolutos pueden ser orientativas. Y en el caso de dos de los fichajes de enero, fueron positivas en un gran escenario como el Camp Nou dentro del desastre general.
El sevillismo quiere, o necesita, agarrarse a algo en esta temporada tan aciaga y puede tomarse como un asidero para la esperanza la aseada puesta en escena de Pape Gueye, que debutó recién aterrizado, sin apenas entenderse aún con sus compañeros y ante el fortísimo líder de la Liga. Y dejó indicios de que algo puede aportar de eso que venía demandando la afición: presencia en el centro del campo y toque de balón.
Además, también había venido dando buenas sensaciones Loïc Badé, a falta de confirmarse en una plaza de primera, primerísima en este caso, como el Camp Nou. Y también, como su compatriota, salió con dignidad y por su pie el central galo. Ambos confirmaron con positivos números esa sensación general que dieron en la sonrojante derrota sevillista.
Pape Gueye lideró varios de los baremos con los que Whoscore valora el rendimiento de los futbolistas en cada partido. En su debut, fue el futbolista del Sevilla que más faltas recibió (3), por 2 realizadas; fue uno de los tres sevillistas que intentó el remate (junto a Rakitic y Ocampos, el único que logró dirigir el balón entre los tres palos); no sufrió ningún robo y en cambio fue el segundo en entradas ganadas o robos (5, por 8 de Acuña). Además tuvo el 88,5% de precisión en el pase (dio 40) y el que más balones largos dio con precisión (5 de 5, por los 7 de 19 de Bono). No fue el partido para medirlo, pero demostró maneras como para darle un voto de confianza.
Loïc Badé fue el sevillista que más toques de balón dio (70), por delante de Montiel (58). En total realizó 55 pases, con una precisión de pase del 81,8%, una alta cifra para lo que fue el partido. Además realizó 5 despejes (sólo lo superó Gudelj con 7) y 3 entradas ganadas o robos; y bloqueó un disparo y sólo cometió una falta. Más falló en los balones en largo: de 5 sólo uno fue preciso. Y en el desbarajuste general, salió casi indemne.
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