Monchi: "Esta temporada era de cimentación"

Sevilla FC

Monchi analiza su primer año desde su vuelta y reitera su esperanza en el proyecto de futuro.

“El fútbol tenía que parar; era el final más lógico”.

"Todos queremos que todo termine antes del 30 de junio".

Monchi mira al horizonte junto al presidente, José Castro
Monchi mira al horizonte junto al presidente, José Castro / Inma Flores

Con una mezcla rara, provocada por la reclusión en casa, las competiciones paradas, la plantilla sin entrenar... Ramón Rodríguez Verdejo, Monchi, celebró el primer aniversario de su vuelta quizá con más tiempo para pararse a analizarlo todo. Lo que está en su mano y lo que no lo está.

Y entre estas últimas cosas figuran, lógicamente, las decisiones que por la crisis mundial por el coronavirus se tienen que tomar. La primera medida, suspender todos los torneos, algo que Monchi entiende. “El fútbol tenía que parar, era el final más lógico. Ha reinado la cordura en Europa y en el mundo. Prácticamente el 100% de los campeonatos van a estar parados. Prima la salud de todo el mundo por encima de cualquier otro interés particular”, comentó el director general deportivo sevillista a los medios del club desde su domicilio.

Monchi insiste en que hay que tener paciencia con las decisiones que haya que tomar en lo que se refiere a la reanudación de las diferentes competiciones. “Creo que tenemos que dejar trabajar a los profesionales. Ahora mismo volver a pensar en el fútbol es una isla dentro de todos los problemas que hay, gente que está muriendo, problemas económicos, etcétera”, matiza el de San Fernando, que fue el encargado de dar la noticia a la plantilla de que se suspendían los entrenamientos por fuerza mayor, algo que también tuvo que hacer con el resto de equipos de la cantera.

“No fue una charla fácil, no tiene que ver con mi trabajo. Tuvo que aparecer otro Monchi y se transmitió que esto no eran unas vacaciones y que había que ser consecuente en las actuaciones de cada uno. El futbolista profesional se somete muy bien a la disciplina y el mensaje ha sido captado de la mejor forma posible. Ahora tenemos un conocimiento diario de todo lo que están haciendo nuestros jugadores de cantera y profesionales. Temperatura, sensaciones, etc. Hay un trabajo muy bien hecho que nos permite actuar si hay alguna anomalía y, sobre todo, pensando en la vuelta”.

Pero el parón obligado permite a Monchi reflexionar con más perspectiva sobre todo lo que ha pasado en un su primer año desde su vuelta, una efemérides que se cumplió este martes: “Ha sido todo muy rápido e intenso. Pienso que muchas de las cosas que tenía en la mente en el día que volví se han cumplido. El club ha crecido mucho mientras estuve en Roma y ahora estamos con la ilusión de poder seguir creciendo en el futuro y situar al Sevilla en la vanguardia del fútbol europeo”.

El ex guardameta habla de un futuro grande y, sin nombrarlo, apela a ese plan estratégico a cinco años que marcará un crecimiento real. “En el fútbol los tiempos son difíciles de manejar, el presente se lo come todo. La clasificación semanal tapa cualquier tipo de mensaje a corto o medio plazo. Este proyecto que se inicia con mi vuelta es para cimentar un futuro importante, para poner las bases para seguir creciendo en el éxito deportivo. Una primera cimentación era la temporada actual, en la que estoy satisfecho con lo hecho hasta ahora, sabiendo que era muy difícil con todos los cambios hechos en verano”, explica, al tiempo que valora el trabajo realizado por Julen Lopetegui pese a las críticas recibidas: “El trabajo del entrenador ha sido clave encajando las piezas en un plazo de tiempo tan corto. Era clave también el presidente y el consejo de administración para afrontar toda esta revolución. Ahora, lo que queda por delante es ilusionante y estamos en ese camino”.

Por último, el máximo responsable técnico del club se refiere a la exigencia, a veces desaforada, de la afición, una de las claves del crecimiento. “La exigencia es una de las palancas con las que el Sevilla ha crecido, va en nuestro gen. La combinaría con otra serie de cualidades, como la unión, la madurez, la confianza, etcétera. La exigencia sola no tendría retorno. Esto, bien entendido con la razón, bienvenido sea. Este proyecto en los últimos años siempre ha tenido exigencia y humildad. Hemos tenido capacidad para asumir en cada momento los roles necesarios. La exigencia no se puede perder, pero tampoco se puede transformar en frustración”, recuerda.

En este sentido, hace un análisis sobre los objetivos marcados para el final de la temporada. “No ir a la Champions no sería un fracaso. Yo quiero ir, me despierto soñando con eso todos los días, pero quedar los quintos no es fracasar, es algo mejorable”, concluye el director deportivo del Sevilla en su visión.

Vender o no, un matiz en el modelo de negocio

Una pregunta que se hace el aficionado, ahora que ve a Ocampos, a Diego Carlos... es si el Sevilla seguirá fiel a su modelo de negocio de vender para seguir creciendo. “El vender para crecer tiene que ser matizado. Intentamos tener plantillas con coste superior a lo que nos permiten nuestros ingresos. Para generar plusvalía hay un trabajo detrás. Jugadores con precio asequible que suban su valor para poder venderlos. Este modelo de negocio no me genera trauma alguno, es un modelo exitoso. Vamos a construir un modelo más amplio que nos deje la posibilidad de decidir en cada momento el tener que vender o no vender a jugadores”.

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