Monchi rompe su silencio por la muerte de Domingo Pérez

La muerte de Domingo Pérez, producida este martes, ha provocado multitud de reacciones de personajes del mundo del fútbol y de los que lo conocieron en persona. Su figura de hombre entregado al Sevilla desde prácticamente su nacimiento, siendo primero ayundante de su padre Manolito Pérez, con el que aprendió el oficio de fisioterapeuta, ha sido loada por diversas personalidades.

Entre éstas destaca la de Monchi, que compartió muchísimas horas de trabajo y con el que vivió muchos partidos, como aquel recordado en Riazor entre el Deportivo de la Coruña y el Sevilla, cuando Carlos Salvador Bilardo lo hizo famoso en el mundo del fútbol con su frase de "¡Domingo, los coloraos son los nuestros!".

Monchi creció en el Sevilla mientras Domingo Pérez era el fisioterapeuta principal del primer equipo. Y por eso su mensaje rezuma cariño, autenticidad... La franqueza del dolor del que ha perdido un amigo, más que un compañero de vestuario, que es lo que era el fisioterapeuta que trató a tantos y tantos futbolistas del Sevilla, desde Maradona hasta el también malogrado Reyes en sus inicios en la etapa de Joaquín Caparrós.

Desde el pasado 2 de junio, cuando el Sevilla fue recibido por Juanma Moreno en el Palacio de San Telmo, no usaba su cuenta oficial de Twitter Monchi, quien ha roto su silencio público en las redes sociales, en las que ha guardado un discreto mutismo durante su abrupta salida del Sevilla.

Las palabras de una persona que lo conoció tan cerca como Monchi, y durante tanto tiempo, vienen a ser como un gran epitafio para una figura como Domingo Pérez, "un gran sevillista, un excelente profesional y una magnífica persona", en palabras de Monchi.

El mensaje incide en el dolor que provoca su pérdida entre los que tuvieron "la suerte de conocerlo". "Se nos va un gran sevillista, un excelente profesional y una magnífica persona. Pérdida muy dolorosa para todos los que tuvimos la suerte de convivir con él. Un abrazo muy fuerte para toda su familia y amigos", reza el cariñoso mensaje de Monchi.