Martial, oportuna veteranía inglesa ante el West Ham

Es difícil que juegue. O mejor dicho, es difícil saber si estará en condiciones de jugar o no. Pero si lo hace sería un valor añadido importante a lo que pueda ofrecer el Sevilla ante el West Ham. El reloj de arena de Anthony Martial tiene un cuello tan ancho como los cinco millones aproximados que costó la inversión del club para que estuviera cedido hasta final de temporada. Transcurrido un mes y medio de su llegada, la arena cae a borbotones hacia el bulbo inferior. El 25 de enero se hizo oficial su fichaje y mes y pico después apenas ha jugado tres partidos hasta su lesión en Cornellà. Desde entonces es baja y se ha perdido las citas ligueras con Betis y Alavés y la vuelta europea con el Dinamo de Zagreb. Pero está ya casi listo y podría reaparecer este jueves.

"Soy optimista en que de aquí al jueves se pueda recuperar alguno. Y antes del parón, casi todos", aseguraba Monchi sobre los lesionados del Sevilla, entre los que está Martial, uno de los que está más cerca de reaparecer. ¿Lo hará ante el West Ham? Curiosamente, el club de Londres fue el último al que se enfrentó el futbolista del Sevilla aún como jugador del Manchester United. Fue el pasado 22 de enero, en Old Trafford (1-0), en la vigésima tercera jornada de la Premier League. El técnico Ralf Rangnick le dio la oportunidad de despedirse de su afición, al introducirlo en el minuto 82 por Greenwood, titular antes de que saltara su escándalo. Tres días después aterrizaba en Sevilla.

Debutó casi sobre la marcha en Pamplona, tras apenas unos días de entrenamiento. Fue el primer partido tras el parón de enero, que aprovechó el jugador para regresar a Inglaterra antes de ubicarse en Sevilla con su familia y todos sus enseres. Luego tuvo su esperado debut en el Ramón Sánchez-Pizjuán, ante el Elche, dando una asistencia de gol, un perfecto centro con la izquierda sobre la marcha, a Rafa Mir para el 2-0. Y por fin llegó su único gol, el tercero ante el Dinamo de Zagreb (3-1), un tanto a la postre clave y que fue designado por la UEFA como el mejor de aquella jornada de ida de los play off. Ya en Cornellà se lastimó en el minuto 23.

No ha vuelto a jugar desde aquel 20 de febrero. Dos semanas y media después puede estar disponible ante el West Ham, con el reloj de arena presionando. Yno estaría mal que pudiera jugar Martial ante los hammers, en un partido que es más complicado de lo que el nombre del rival podría señalar. El delantero francés conoce perfectamente al equipo de David Moyes, al que se ha enfrentado esta temporada dos veces pese a la regresión de su protagonismo en el Manchester United. Jadon Sancho, Rashford, Greenwood hasta su suspensión, Cavani, Cristiano Ronaldo... De pronto se encontró con demasiada competencia y Rangnick le quitó la confianza. Pero aún con Ole Gunnar Solskjaer ya jugó ante los hammers la Copa de la Liga en septiembre, partido que ganó el West Ham por 0-1 en Old Trafford. Y luego volvió a jugar en aquel partido que supuso su despedida de la Premier y del Teatro de los Sueños, el 22 de enero.

Martial puede servir de gran ayuda por su experiencia directa ante los ingleses en la preparación del partido por parte de Lopetegui. Además, se ha medido a ellos hasta en 13 ocasiones durante su largo periplo inglés, y les ha hecho media docena de goles. No es que haya marcado en muchos partidos al West Ham, dado que cuatro llegaron en sendos dobletes. El primero fue todavía en el viejo Upton Park, el 10 de mayo de 2016. Sus dos goles no impidieron la victoria hammer (3-2), en la Premier League. Y el segundo fue en la Copa de la Liga, esa misma temporada, en la clara victoria del United (4-1).

Su primer gol en Old Trafford al West Ham resultó clave. Fue en la la FA Cup 2016. Martial llevó la tranquilidad a los 75.365 espectadores que llenaban el estadio aquel 13 de marzo de 2016, hace casi seis años justos, con el 1-1 que igualaba el tanto de Payet. La ida había quedado 1-2 y su tanto certificó el pase. Y su último gol al West Ham fue en agosto de 2017, en la victoria por 3-0. Queda lejos, pero para reverdecer esos laureles, contra el crono, llegó al Sevilla.