Marcao, del llanto por su lesión a la felicidad por el pase a semifinales

Marcao vivió una noche de tremendos contrastes durante el vibrante y memorable Sevilla-Manchester United. En el minuto 27 se echó al suelo tras sentir dolor en el muslo derecho y rápidamente se echó las manos a la cabeza: sabía que aquello era volver a empezar. Pero luego disfrutó con alegría, dejando a un lado su amargante situación personal por las lesiones, e incluso festejó con los compañeros, botando con cuidado, en la comunión jubilosa con la grada.

El central brasileño acababa de salir de su ostracismo por culpa de sus problemas musculares, que lo tuvo cinco meses apartado del equipo, desde que se lesionara en el Etihad Stadium ante el Manchester City, por lo que tuvo que operarse el 19 de diciembre, hasta su reaparición en la ida de los cuartos de final de la Europa League. Estaba feliz y dispuesto a darlo todo en el tramo final, como expresó en una entrevista a este diario.

Abandonó el campo visiblemente emocionado, dolido, llorando, al ver que volvía a sufrir el calvario de su lesión muscular, después de pensar que había cerrado un negro ciclo en Mánchester, la ciudad en la que se lesionó meses atrás. Pero volvió a lastimarse el mismo muslo derecho del que fue operado en Madrid. Sin embargo, tuvo arrestos para dejarse llevar por la euforia general y publicó un tuit para expresar su inmensa alegría compartida.

Ahora está pendiente de pruebas médicas de imagen para averiguar cuál es el alcance de su nueva lesión. En espera de la resonancia, el futbolista debe estar pasándolo mal. Llegó como el primer fichaje de esta temporada, para relevar a Diego Carlos, y apenas ha jugado 10 partidos en total, incluyendo las dos titularidades con el United y el rato en Mestalla, donde lo reservó Mendilibar precisamente para darle la titularidad en la gran noche del pase a las semifinales de la Europa League.