Lopetegui, un récord detrás de otro récord

El pasado domingo 10 de enero el Sevilla anunció la renovación de Julen Lopetegui por dos temporadas más, hasta 2024. Entonces, el club reforzó su anuncio con el argumento de sus inmaculados números. "Con el triunfo ante el Villarreal, se convirtió en el técnico con mejor porcentaje de triunfos de la historia del club de Nervión, con un 57,9% de triunfos, porcentaje que tres partidos después ha crecido hasta el 58,2%", esgrimió entonces la nota oficial del Sevilla. Pero el porcentaje ha seguido subiendo en el mes de enero, gracias a otra racha de cinco triunfos seguidos: ya alcanza el 60% de victorias en los 85 encuentros oficiales.

Lopetegui le sigue dando lustre a su trayectoria en el Sevilla a golpe de récord. Detrás de un récord, otro récord. Va batiendo sus propias marcas y en Ipurua, por ejemplo, concretó la cuarta racha de cinco victorias consecutivas desde su llegada al Sevilla en la primavera de 2019. La primera fue entre el 7 de noviembre y el 1 de diciembre de 2019: Dudelange, Betis, Valladolid, Qarabag y Leganés.

Aún mejor sería el ciclo con el que culminó su primera temporada en el Sevilla, que arrancó con el triunfo en la última jornada liguera sobre el Valencia y ganó consecutivamente a la Roma, el Wolverhampton, el Manchester United y el Inter, ya en la final de la Europa League disputada el 21 de agosto en Colonia.

Pese a que fue el equipo con menos descanso, ya que el 23 de septiembre ya estaba compitiendo de nuevo en la final de la Supercopa de Europa ante el Bayern Múnich, y compitiendo de verdad, esta temporada no tardó mucho en sumar otra racha histórica de cinco victorias consecutivas. La logró en noviembre, con los dos triunfos en Champions sobre el Krasnodar más las victorias ligueras ante Osasuna, Celta y Huesca.

Pero, además, Lopetegui ha logrado otras marcas históricas, como la de partidos consecutivos sin perder en la Liga. Entre la pasada y la presente, alcanzó la cifra de 18 jornadas invicto, desde febrero ante el Celta en Balaídos (2-1), hasta octubre con el Granada en Los Cármenes (1-0), un partido en el que medió una de las circunstancias del fútbol que mejor tiene controladas el guipuzcoano, las tarjetas.

Aquel mediodía nazarí, Joan Jordán vio dos tarjetas amarillas casi seguidas antes del descanso por dos entradas extemporáneas, la segunda de ellas una patada sin balón. Ha sido hasta ahora la segunda expulsión de un futbolista del Sevilla en la era de Lopetegui, la primera con incidencia real en el marcador. Anteriormente, en Valladolid, Ocampos fue expulsado por doble amarilla, la segunda por protestar una falta ya en el minuto 89. El Sevilla terminó ganando el partido (0-1).

El aspecto disciplinario es uno de los que cuida Lopetegui, al que le gusta tener bien atado cada matiz táctico-técnico. La mayoría de sus resultados, como consecuencia de ese control, son ajustados, pero el equipo va creciendo sobre esa base de la solidez, la solidaridad y el posicionamiento en el campo, y en los últimos partidos ha aunado eficacia con goles: tras vencer a Alavés ( 3-0 al Cádiz y al Valencia y 0-2 en Ipurua, ante un Eibar que siempre le da problemas por aplicarle la medicina de la presión alta.

El equipo de Mendilibar lo puso en aprietos, incluso tuvo más llegadas, incluidos sendos remates al poste, por fuera, de Kike García y Bryan. Pero el Sevilla ganó el pulso con solvencia, sin alharacas, respondiendo al sello inconfundible de Lopetegui en el que también hay margen para el fútbol espectáculo. La mejor prueba de esto fue el 2-0 al Valencia en la Copa, una jugada de 37 toques entre los 11 futbolistas del Sevilla, desde Bono hasta De Jong, desde el portero hasta el delantero centro. Hasta ahora, la jugada más larga esta campaña de un equipo español.

Ese monumento al fútbol combinativo expresó una de las premisas de Lopetegui: la concepción colectiva del juego. Así ha logrado encajar menos de un gol en el 78% de partidos. Así es el segundo equipo menos goleado de la Liga (16 tantos por 10 del Atlético) Así está en lo alto de la tabla. Y así ya es el entrenador del Sevilla en superar los 50 triunfos en menos partidos.