Monchi y Lopetegui: dos adalides de un colectivo irreductible
Sevilla FC
Los dos gestores técnicos lideran con su labor continua y determinada un grupo humano que está por encima de las individualidades
No puede ser casualidad que el Sevilla vuelva a jugar una final europea y vuelva a estar clasificado para la Champions la temporada de la vuelta de Monchi. El director general deportivo del Sevilla es algo más que un gestor técnico. Su implicación y su atención diaria al primer equipo se une a su discurso de sosiego, interna y públicamente, cuando las cosas se tuercen. Y su autoconfianza desde el minuto uno, desde que eligió a Julen Lopetegui, ha sido clave.
Monchi apostó contra viento y marea por el ex seleccionador maldito y se ha salido con la suya. El gestor isleño lo ha explicado más de una vez: aquella primera conversación en Madrid fue trascendental, vio en el guipuzcoano algo que ahora es patente: es un enorme gestor grupal, además de un entrenador con fundamentados argumentos tácticos. Con una visión del fútbol que ha trasladado al césped, sobre la base de que en un deporte colectivo la respuesta ha de ser colectiva, Lopetegui ha construido un bloque en el que las individualidades siempre están al servicio del equipo, no al revés.
La mejor prueba de esto se vio en Colonia, ante un gigantesco Manchester United que cuadriplica en presupuesto al Sevilla y que es técnicamente superior. El equipo de Solskjaer llegó a borrar durante un cuarto de hora al Sevilla del césped, pero el equipo de Lopetegui se defendió como una loba herida que defiende a sus lobeznos y salió vencedor del trance con varios héroes insospechados hace apenas unos meses:el meta Bono y el delantero De Jong.
"El equipo hace buen fútbol y, cuando no, curra como loco", dijo Banega. Y esa capacidad de sufrimiento, esa resiliencia de la que habló Lopetegui, la ha construido el guipuzcoano respetando al colectivo sobre las individualidades. Que Bono y De Jong, aquellos villanos para parte de la afición, fueran los héroes de la hazaña ante el United es el fruto de la gestión del hombre por el que apostó Monchi contra la opinión pública.
En un fútbol que apremia con el resultado inmediato, el trabajo a largo plazo ha dado resultado gracias a dos adalides, Monchi y Lopetegui, y a un colectivo –la implicación de los suplentes es ejemplar– que se ve irreductible porque se comporta como una familia que defiende su casa. He ahí la importancia del respeto al colectivo, el fruto de la gestión de Lopetegui.
Temas relacionados
No hay comentarios