Koundé: "Espero mi momento... y cuando llegue, seré el mejor"
Sevilla FC | Entrevista
La gran apuesta de Monchi para la zaga ya pagó en Éibar el peaje que no suele perdonar a los futbolistas que llegan de un fútbol distinto como el francés
No le asusta la presión que le han metido y confía en sus aptitudes
Siente que tiene que esperar su momento, pero habla con la tranquilidad de que cuando eso ocurra agarrará la titularidad para no soltarla. Pagó la novatada en Ipurua, ese peaje que no suele perdonar a jugadores que llegan de la liga francesa y que se piensan que se pueden echar el balón en largo con la misma soltura que en el país vecino, que se puede marcar a un rival sólo con la mirada y que las distancias no son tan cortas. Jules Koundé (París, 12-11-98) sólo tiene 20 años, aunque por su precio se piense que se le puede exigir como si fuera Piqué o Sergio Ramos.
Educado, con la cabeza bien amueblada para un chaval de su edad, se expresa en un perfecto español fruto de sus estudios en Francia. Tiene ilusiones, como todos, pero sabe convivir con la paciencia, un don invisible en fútbol como vemos todos los días.
–Es un fútbol más rápido, más técnico, más intenso, hay menos espacio, todos los equipos presionan mucho arriba y quieren jugar bien, quieren sacar la pelota bien. Creo que en Francia el fútbol es más defensivo, hay más duelos... Hay que adaptarse rápido.
–¿Qué supone venir al Sevilla?
–Es un paso grande en mi carrera. El Sevilla es un club más grande que el Burdeos, tiene objetivos más altos, hay una expectación más grande y hay una nivel de competición muy, muy alto.
–Eso sí, esperaba jugar más...
–Todo el mundo quiere jugar todos los partidos, pero espero mi momento y cuando el míster me dé la confianza, en el campo tengo que jugar bien y estar muy concentrado. No es que tenga presión, pero soy consciente de que no hay muchas oportunidades. Tengo que ser bueno cuando me metan en el campo.
–Aquí se les exige a los fichajes por el coste de su traspaso. El de usted fue de los más caros...
–Eso me lo tengo que tomar como lo que es, una gran marca de confianza en mí, pero no más de ahí. No es una cosa que dependa de mí. Es un precio, pero no es una presión para mí porque no es algo que yo tenga que ver. Sé que la afición y todo el mundo aquí tiene gran expectación por verme, pero es normal y lo entiendo.
–Usted es la gran apuesta de Monchi.
–Sí, no lo niego, soy la apuesta de Monchi. Es una gran señal de confianza. Todo el mundo aquí tiene gran confianza en mí y en los entrenamientos, en los partidos... tengo que expresarme bien y demostrar que tengo el nivel para jugar aquí en el Sevilla.
–Diego Carlos y Carriço han empezado muy bien y los resultados han ido bien. Toca esperar.
–Sí, claro. Todos somos un equipo. Cuando el equipo juega bien es bueno para todo el mundo. Está claro que quiero jugar más, quiero ser titular, es mi objetivo. Pero espero mi momento y cuando entre en el campo seré el mejor. Ése es mi objetivo.
–Ha sorprendido Diego Carlos. Aquí no lo conocían y...
–Yo sí. Lo conocía de Francia, del Nantes, jugaba contra él y es muy buen jugador. Físicamente y técnicamente, juega muy concentrado y pienso que aquí quizá la gente no lo conocía mucho, pero ahora (se ríe) lo conoce.
–Está fuerte...
–Sí. Cuando lo vas a pasar es preferible correr, porque en cuerpo contra cuerpo es terrible.
–Sus cualidades son otras, velocidad, pase a larga distancia...
–Sí, no me puedo comparar a nadie porque yo soy yo. Tenemos cualidades diferentes. Pienso que soy algo peor en los duelos, pero me gustan. Quiero ser agresivo y aprender de él. Cada uno tiene sus cualidades y en un grupo es importante que haya muchas soluciones. Para el míster y para el equipo es bueno. Es una buena mezcla, hay jugadores con diferentes aptitudes y diferentes cualidades.
–El equipo se ha desconectado en defensa en dos partidos que manejaba bien. Una situación extraña.
–Contra el Barça el resultado no muestra todo lo que fue el partido. Empezamos muy bien los primeros veinticinco minutos. Creo que debimos marcar uno, dos o tres goles, pero al final no pudo ser. El Barça marcó un gol y eso fue muy difícil para nosotros. En diez minutos nos ganaron el partido. Estábamos muy frustrados porque tuvimos muchas ocasiones, muchas oportunidades para marcar un gol y no les hicimos daño en ese sentido. Es duro, pero hay que aprender. Creo que tenemos que tener cuidado y no perder la concentración cuando las cosas nos vienen mal.
–También en Éibar, donde sí tuvo participación.
–Entré mal, fue una falta de concentración mía. Tengo que mejorar esto porque en partidos como en Éibar que vamos ganando 0-2, no puede pasar. Cuando tú vas ganando en un campo difícil no puede pasar eso. Somos conscientes de eso y trabajamos para que no nos pase más.
–¿Nota al público de Sevilla con mucha ansiedad, que quiere ir más deprisa de la cuenta? Ahora hay críticas a De Jong...
–Las aficiones siempre son impacientes y eso lo entendemos. En fútbol no hay mucho tiempo, mucha paciencia. A De Jong le van a llegar los goles porque él trabaja mucho para el equipo. Sé que cuando le llegue el primer gol le van a llegar más. Pero es una posición que yo creo que la confianza juega mucho. Cuando tú eres delantero y tienes ocasiones y no marcas es un poco difícil. En ese sentido lo entiendo a él.
–Las aspiraciones son máximas. Este club lleva dos años sin jugar Champions.
–El objetivo del club, del equipo, del cuerpo técnico, es clasificarnos para la Champions, porque es la competición más bonita a nivel de clubes, pero hay mucho trabajo antes de llegar a eso, el campeonato es muy largo. Tenemos muchos partidos, pero el objetivo es llegar a lo más alto.
–De momento, la idea es hacer mucho ruido en la Europa League. ¿Qué quiere hacer el equipo en esa competición?
–Ganar, queremos ganarla. Tenemos un muy buen grupo que va a progresar poco a poco. Creo que estamos jugando bien, haciendo un buen fútbol, pero es verdad que tenemos que estar más concentrados. Ahí sí tenemos que mejorar. En todos los partidos tenemos que estar muy metidos porque hay rivales muy buenos en el campeonato, en la Liga y en Europa, pero el objetivo es ganar, claro que sí. Este club tiene una gran historia en esa competición y eso lo tenemos metido en la cabeza todos los días.
Buen estudiante de español y gran amante de la NBA
“Era un buen alumno, sí, pero cuando llegas aquí es más difícil”, comenta Koundé sobre sus estudios en español, idioma que habla perfectamente y con el que se atreve para las entrevistas con sólo unos meses en Sevilla –no todos lo hacen hablando incluso mejor–. El joven central, hijo único (aunque tiene una hermanastra por parte de padre), es un chico normal de su edad que empezó a jugar al fútbol en pequeños clubes y que pensó en ser profesional cuando ingresó con 16 años en la academia del Burdeos. También es un gran aficionado al baloncesto desde hace cuatro años. “No jugaba de pequeño. El primer partido que vi fue cuando estaba en bachiller, el día antes de pasar un examen. Me gusta mucho Cleveland, mi jugador preferido es LeBron, ahora está en Los Angeles, pero soy fiel”.
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