El nuevo rol de Kike Salas e Isaac Romero: de niños a líderes

Sevilla FC

Los canteranos han pasado de ser jóvenes promesas a ganarse el respeto en un vestuario que va a sufrir muchos cambios

Ambos han sido pilares y líderes en el bloque que evitó el descenso

Jesús Navas ya prepara la Eurocopa con la selección española

Kike Salas e Isaac Romero se preparan para un ejercicio en un entrenamiento.
Kike Salas e Isaac Romero se preparan para un ejercicio en un entrenamiento. / Jose Angel García

Faltan muchas cosas por conocer en el nuevo proyecto que se cuece en la planta noble del Ramón Sánchez-Pizjuán, pero entre lo que se pregona y se filtra, una cosa está clara: que se vayan olvidando de vacas sagradas en el vestuario del Sevilla. El club, en un claro plan de limpia económica, ha ido soltando todo el lastre que quería. O casi todo, porque hay muchas preguntas en la intrahistoria que por Pentecostés se escribió con Jesús Navas. Aquella frase de “qué mal trata a sus leyendas el Barcelona” dio en el poste en Nervión y sólo lo salvó la reacción de la afición.

Se fueron Fernando, Rakitic, se han ido Lamela, Óliver Torres y suspiran por que salgan otros muchos: Joan Jordán, Rafa Mir, Lamela, Acuña, Suso y hasta Ocampos.

¿Y qué quedará? Pues ya se sabe que el Sevilla que viene es el de Kike Salas e Isaac Romero, que han pasado ya de jóvenes valores a realidades y hombres con peso específico en la plantilla. Se han ganado unos galones que son los que a partir de este verano van a ostentar, pues no en vano han tirado ambos del carro hasta convertirse en dos de los jugadores más importantes en el bloque que ahuyentó el fantasma del descenso bajo la dirección de Quique Sánchez Flores.

Líderes

El moronense y el lebrijano serán ya las referencias de un proyecto de cantera y apuestas de juventud

El defensa de Morón de la Frontera y el delantero de Lebrija van a ser las referencias de los Manu Bueno, Hormigo, Darío y la legión de canteranos en los que la dirección deportiva quiere hacer que sea el sustento del proyecto.

Kike Salas, no en vano, va a iniciar su tercera temporada en el primer equipo, pues debutó de la mano de Julen Lopetegui en la campaña 2022-23 en un partido ante el Espanyol en Cornellà. El defensa acumula pese a su juventud (22 años) un balance global de 38 partidos en la élite y 4 goles en Primera. Suma 29 encuentros en LaLiga, 4 en la Champions y 5 en la Copa del Rey, a los que habría que sumar otros 7 en el fútbol profesional en Segunda con el Tenerife. Su desempeño en esta campaña ha subido muchísimos enteros hasta convertirse incluso en el central más fiable para Quique, al menos en regularidad, puesto que Sergio Ramos pasó por altibajos. Kike fue un central con unas condiciones muy específicas que siempre fue elogiado por su entrenador, quien auguró que es un jugador claro “de selección”.

Poderoso en el juego aéreo, fuerte y contundente en el duelo individual, fue el único en el Sevilla con licencia para salir de zona y apretar en el centro del campo. Es una realidad, un ejemplo de seriedad y concentración y un modelo a seguir para muchos canteranos. Por eso, su rol va a cambiar considerablemente la próxima temporada, siga a o no siga Sergio Ramos, aunque más si el camero decide aprovechar el tirón y ganar dinero fuera de Nervión.

En el caso de Isaac Romero también está todo dicho. Se ha ganado un lugar entre los más respetados del vestuario. Su perfil eleva el cartel tras haber renovado su contrato recientemente hasta 2028 y haber demostrado un amor propio y un sacrificio descomunal para el equipo. Tras las dudas que en invierno tuvo la dirección deportiva (hay quien defiende que si el refuerzo de Fofana, el preferido de Orta, no se hubiese caído el lebrijano habría acabado en un equipo de Segunda), el delantero que ahora tiene 24 años fue la punta de lanza que activó a todo el grupo. Su fe a la hora de presionar cambió la imagen del Sevilla y puso a En-Nesyri on fire. El marroquí disparó sus números desde que empezó a formar pareja de ataque con el sevillano, que si bien sólo ha vestido la camiseta del primer equipo en 16 ocasiones (14 en la Liga y 2 en la Copa), su peso específico dentro del vestuario ha disparado su nivel de respeto. Tanto que cuentan que ha pedido el dorsal 10 que deja libre Véliz.

Kike Salas e Isaac Romero han dejado de ser dos jóvenes promesas para convertirse en líderes del Sevilla que se avecina.

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