El elevado precio de la paz social en el Sevilla

Junta General de Accionistas 2019

José Castro, presidente del Sevilla, en la Junta del pasado año.
José Castro, presidente del Sevilla, en la Junta del pasado año. / Antonio Pizarro

El Sevilla Fútbol Club Sociedad Anónima Deportiva presentará este lunes 30 de diciembre de 2019 la escenificación de la paz social entre sus máximos accionistas. La entente cordial entre las grandes familias, representadas de un lado por José Castro y de otro por José María del Nido, con Rafael Carrión como testigo de privilegio, ya fue anunciada por el actual presidente del club, después de un periodo de guerra fría que ha sido el trasfondo político de la actualidad sevillista en los últimos años. Se trata de una paz que fue celebrada por todo lo alto por los actuales dirigentes, que ha incluido el regreso a la vicepresidencia de José María del Nido Carrasco, cargo que dejó cuando dimitió en julio de 2017, coincidiendo con la fuga de Vitolo.

Y se trata también de una paz que tendrá un coste acarreado. Ninguna paz es gratis.

A partir de ahora, una vez que se apruebe la reforma estatutaria propuesta en la convocatoria de la Junta General, todos los miembros del consejo tendrán remuneración con cargo al 1% de los ingresos totales del club, independientemente de los resultados económicos o deportivos. Además, el actual consejo de administración va a proponer, y a aprobar también casi de forma unánime, excepto por las plataformas de accionistas minoritarios, que se aumente el reparto de dividendos entre todos los accionistas un total de 4,5 millones de euros, a razón de 44 euros brutos cada acción, 39 netos. El incremento de estos dividendos casi triplica lo que venían cobrando los accionistas por cada una de sus acciones en los dos anteriores ejercicios, que eran 15 euros por acción (12 euros netos).

La paz social fue anunciada el 29 de noviembre por José Castro, con una carta abierta, "en pos del un único objetivo, hacer un Sevilla de sevillistas cada día más grande, liderado por aquellos grandes accionistas que en los últimos 20 años han colocado al Sevilla FC en la élite del fútbol europeo". "Hemos cerrado un gran pacto por la estabilidad, absolutamente necesario para trabajar todos juntos con el objetivo de que el club mantenga su ritmo de crecimiento. Este gran pacto nos da la estabilidad necesaria, con ADN sevillista, para acometer los grandes proyectos estratégicos que tenemos en mente en esta renovada aventura", decía el dirigente utrerano.

El gran pacto se fraguó entre la primera convocatoria de la Junta, prevista en principio para el 20 de diciembre, y la segunda convocatoria, la que se celebrará hoy 30 de diciembre. En medio el club anunció también el regreso a la vicepresidencia de José María del Nido Carrasco. El Sevilla, de esta forma, vuelve a tener dos vicepresidencias, la ocupada por Gabriel Ramos, en representación de la familia Carrión, y la recuperada del hijo del ex presidente Del Nido.

El fundamento de ese giro, de ese gran pacto, es la reforma de los estatutos sociales para cambiar la forma de remuneración de los miembros del consejo, que tendrá vigencia retroactiva desde el 1 de julio de este año, y también la de la distribución de los resultados económicos del ejercicio 2018-19. Para el acuerdo entre el grupo de Utrera (Castro y Guijarro), la familia Alés, la familia Carrión y la familia Del Nido fue necesario afrontar esa reforma de los Estatutos Sociales que cobrará forma hoy. Se sobreentiende que el nuevo grupo Sevillistas Unidos 2020, representados en el consejo por Andrés Blázquez, también dio el plácet a estas reformas.

El punto cuatro del orden del día propondrá, según el informe de los administradores, "aprobar la siguiente aplicación del resultado del ejercicio anual a 30 de junio de 2019, cuyo importe previamente aprobado, en su caso, por la presente Junta General es de 2.475.768,08 euros", la siguiente "base de reparto": 2.475.768,08 euros de beneficios y 4.494.177,48 de reservas voluntarias (fondos propios)", que suman en total 6.969.945,56, con una reserva de capitalización de 2.417.397,56 y 4.552.548 para dividendos, a razón de 44 euros brutos por acción. Coincide este mayor reparto con el ejercicio económico cuyo beneficio ha sido menor en los últimos años.

Asimismo, el punto octavo del orden del día abordará la remuneración del consejo, "que será aplicable desde el 1 de julio de 2019". Para ello es necesario reformar el artículo 30 de los Estatutos Sociales. El nuevo texto dice: "La remuneración anual de los consejeros por todos los conceptos será del 1% de los ingresos del ejercicio social, computándose a estos efectos tanto los ingresos ordinarios como los extraordinarios. (...). La remuneración, dentro de los límites establecidos en los estatutos sociales, será distribuida entre los consejeros por acuerdo del consejo de administración teniendo en cuenta sus funciones, ejecutivas o no ejecutivas, así como los cargos que desempeñen en el consejo".

El otro punto del orden del día que puede levantar suspicacias, y que se fundamenta de alguna manera en la demanda de los Accionistas Unidos, está referido al blindaje de los bienes inmuebles, con un pero en el nuevo quórum que introduce. El consejo propone añadir el artículo 18 bis, de nueva creación: Activos Inmobiliarios Esenciales y quórum necesario para cualquier acto de transmisión de los mismos. Serán considerados activos esenciales el estadio Ramón Sánchez-Pizjuán y la ciudad deportiva José Ramón Cisneros. Y el quórum para acordar la transmisión de esos activos será del 50% de los accionistas presentes o representados. Y en segunda convocatoria, sólo del 25%.

La nueva redacción de este blindaje promete un nuevo frente de batalla con los accionistas minoritarios, que pedían el 85% del quórum para cualquier acto de transmisisón de los activos, y no del quórum representado o presente, sino del quórum de todo el capital social. La diferencia es palpable.

Más reparto con menos beneficios: 2,475 millones de euros

Los ingresos totales del Sevilla en la temporada 18-19 ascendieron a 196,431 millones de euros, con unos beneficios, bastante inferiores a los de las dos últimas temporadas, de 2,475 millones de euros. Se trata de unos ingresos inferiores a los del ejercicio anterior, 17-18, cuando el Sevilla disputó la Liga de Campeones y el total ascendió a 226,517 millones de euros. El club justificará que precisamente el ejercicio en el que bajan los ingresos se apruebe el mayor reparto de beneficios (remuneración del consejo y reparto de dividendos) porque "considera más justo y adecuado a la dedicación de los administradores a la gestión social y su participación activa en la generación de dichos ingresos, al tiempo que el porcentaje propuesto, del 1%, se entiende razonable comparativamente con otros gastos de la sociedad en cada ejercicio", además de la dedicación casi "completa" de muchos consejeros a la gestión del club.

Un presupuesto de 200 millones. El presupuesto presentado en mayo en la LFP es de 199,360 millones de euros de ingresos (138,360 millones de ingresos ordinarios y 61 de ingresos extraordinarios por ventas de jugadores antes de junio), y unos gastos de 198,900 millones de euros (139 de plantilla, sueldos, amortizaciones, primas y otros) y 59,9 millones de gastos operativos (aprovisionamientos, gastos de personal deportivo y plantilla no inscribible en la LFP, etc.). Haciendo una previsión conservadora, sólo dejará 460.000 euros de beneficios. La diferencia entre los 140 millones invertidos en los fichajes de la 19-20 y los 58 ingresados por las ventas de julio y agosto ajustan tan arriesgado presupuesto: el objetivo es por necesidad la Champions.

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