Informe técnico | Mendilibar saca los tanques a la calle

Sevilla FC | UEFA Europa League

El Sevilla es un ‘tsunami’ que borra del mapa a todo un Manchester United gracias a su presión audaz, adelantada y sostenida, que no permitió un paso atrás ni con 3-0

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Fernando entra con fuerza a Sabitzer.
Fernando entra con fuerza a Sabitzer. / Antonio Pizarro

Enésimo capítulo imborrable el que escribió el Sevilla en el torneo donde es el rey absoluto. El Rey Sol. El opulento y gigantesco Manchester United dobló las rodillas y le rindió vasallaje después de un arrebatador partido de principio a fin. José Luis Mendilibar desoyó a la autoridad local y ordenó sacar los tanques a la calle: presión sostenida, sin desmayo, sin bajar la guardia un solo segundo. Con 0-0. Con 1-0. Con 2-0. Y con 3-0. Ni un paso atrás. Ni con la lesión de Marcao que obligó a retrasar a Gudelj a la defensa y a Rakitic al puesto de pivote con más de una hora de juego aún por delante. El mundo es para los valientes, que bien merecieron un brindis por su enorme trabajo. Con tanques fresquitos en la mano.

Defensa

José Luis Mendilibar tomó nota de la aciaga primera parte en Old Trafford y el Sevilla jugó con las líneas muy juntas y negándole el tráfico entre líneas a Martial y a Sabitzer, que fueron las dos piezas letales en la ida por dentro. Por fuera lo fue Antony, pero el fino extremo brasileño apenas dispuso de balones para encarar a Acuña. En uno que tuvo, colgó un buen centro con rosca hacia dentro que le quedó algo alto a Casemiro para cabecear como pretendía (36’).

Magistral fue la lectura del partido de Fernando en cada momento, guardando la posición o yendo a apretar cuando sabía que se podía llevar la pelota o al menos evitar el avance, jamás quedándose fuera de sitio para abrir un pasillo al adversario.

El contratiempo, no menor, de la lesión de Marcao al filo de la media hora obligó a Mendilibar a retrasar al eje de la zaga a Gudelj, que estaba haciendo un buen trabajo de contención en la zona ancha. A su vez, Rakitic se ubicó junto a Fernando y Suso, que salió desde el banquillo, trató de pulular por dentro en tres cuartos de campo. Pareció que el Sevilla retrocedió diez metros en sus repliegues con ese obligado retoque, pero fue un espejismo: la intensidad de Ocampos, Acuña, Fernando o En-Nesyri en las disputas mantuvo a los blancos lejos de Bono.

Jesús Navas y Acuña apenas se desdoblaron. No era cuestión de desajustes atrás en contragolpes si la presión adelantada fallaba.

Ataque

El United, en la ida, como también en el inicio de su eliminatoria ante el Betis, demostró que atrás se desconecta y toma malas decisiones. Había que forzar esos errores. Y el Sevilla lo hizo de maravilla desde el primer minuto y tardó sólo ocho en encontrar el premio con la dádiva conjunta de De Gea y Maguire.

A partir de ahí, prosiguió la mentalidad de buscar el área y no enroscarse en pases de seguridad, la gran diferencia entre Mendilibar y Lopetegui y Sampaoli en esta temporada. La liberación de ver la salvación mucho más cerca ha quitado mucho plomo en las piernas para esa presión tan audaz y sostenida.

Virtudes

Atrás, concentración extrema y sin riesgos en la salida. Y líneas adelantadas para presionar sin desmayo y coordinados.

Talón de Aquiles

Si lo hubo, no se vio.

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