Jesús Alba
Cuando el reloj se pare
Sevilla/Vicente Iborra ha sido en sus cuatro temporadas en Nervión el corazón del Sevilla. Alma pura del sentir en blanco y rojo, y ayer se despidió con el reconocimiento que merece una trayectoria como sevillista marcada por el compromiso, la entrega y al amor a unos colores que resumió en la última frase de la emotiva carta con la que dijo hasta pronto al sevillismo: "No nací sevillista, pero moriré siéndolo".
Iborra apareció en la sala de prensa del Ramón Sánchez-Pizjuán acompañado por muchos de sus compañeros y por los tres títulos europeos conseguidos con la camiseta blanca, y después de ver un vídeo del club con momentos involvidables, fue el turno de Pepe Castro, presidente del Sevilla, que pese a no estar presente también agradeció al valenciano, en otro vídeo, todo lo que ha dado en el Sevilla. Además, la entidad nervionense estuvo representada por su vicepresidente, José María del Nido Carrasco, que ofreció un breve pero bonito discurso destacando la figura del medio centro, que a continuación leyó, emocionado, una carta de despedida.
"Muchas gracias por estar aquí conmigo. No he venido ha despedirme, sólo a decir hasta luego. Dejo la que considero que ha sido mi casa, mi familia, pero sé que volveré y desde la distancia vais a estar presentes en mí", indicó en primer lugar Iborra, que se acordó, en primer lugar, de Monchi y José María del Nido: "Se fijó en mí el mejor en lo suyo, Monchi, a quien siempre estaré agradecido. No me gustaría olvidarme de la primera llamada que me inyectó lo que es el Sevilla, gracias José María del Nido Benavente". Tampoco se olvidó de la figura de Pepe Castro: "Quiero agradecerle su trato hacia mí, su interés y predisposición para que el año pasado siguiese formando parte de este club. No me quiero olvidar de toda la directiva y gracias a toda la gente del club en sus diferentes cargos".
A continuación, Iborra tuvo palabras de agradecimiento hacia Martagón y Óscar Arias. "Doy las gracias a quien considero como un padre y un gran amigo en todo mi tiempo en Sevilla, Juan Martagón. Darle las gracias, también, a Óscar Arias por la relación que hemos tenido siempre y por su comportamiento ejemplar en la situación que se ha presentado", dijo el ya nuevo jugador del Leicester, que mandó un mensaje claro de cara al futuro: "No me olvido de mis entrenadores, de Unai, Sampaoli y Berizzo, gracias a él y a su cuerpo técnico por su trato hacia mí en un día sólo de entrenamiento. Por eso sé que el Sevilla está en buenas manos".
Por último, Iborra mandó un mensaje a la afición: "Puede estar tranquila. El campo, el estadio y la afición se quedan, y el club va a permanecer en buenas manos. Este club va a seguir cosechando éxitos porque tiene unas bases formadas y a partir de ahora sólo va a tener que crecer". Así finalizó la despedida de un sevillista hasta la muerte.
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