Las Rozas-Sevilla
De golpe, el otoño y la Copa
El único jugador de la primera plantilla del Sevilla que acababa contrato el próximo 30 de junio vino a ser el mejor, el más regular de la extrañísima temporada 2022-23 que firmó el equipo de Nervión. Otra paradoja más de un curso casi imposible de explicar. Nemanja Gudelj forjó su ampliación de contrato a sangre y fuego. Dando la cara y jugándose el físico en cada lance.
Jugó 53 partidos oficiales y 34 de las 38 jornadas de Liga, con tres golazos desde fuera del área, dos de ellos muy importantes, ante el Mallorca y el Betis. Y en 25 de ellas tuvo que tragarse el sapo de actuar como central, vistos los enormes agujeros de la zaga blanca.
El Sevilla, el club, ha ido a rebufo de la afición, que consagró al serbio como uno de sus favoritos, y escenificó este tórrido lunes la ampliación de contrato de Nema hasta el 30 de junio de 2026. El capitán sin brazalete se emocionaba cuando el club abría el acto con un vídeo que recordaba el efusivo recibimiento de sus compañeros en aquel hotel alemán, en 2020, cuando superó el Covid y ayudó a traerse a Sevilla la sexta Europa League.
Pepe Castro abrió el turno de palabras: "Neman llegó con humildad, sin hacer ruido, pero hoy podemos decir que es uno de los nuestros. No por sus cuatro años en la casa o sus muchos méritos, sino porque ha hecho suya nuestra filosofía de no rendirse jamás. Trabajó como el que más. No se rindió en Colonia, ni cuando se le excluyó de la lista de Champions la temporada 2021-22. En la pasada, ha liderado nuestra defensa, ha marcado golazos y ese espíritu de superación es el que te hace ser uno de los nuestros. Esta renovación es una noticia magnífica para todo el Sevilla. Enhorabuena, te lo has ganado con creces".
Gudelj abría su corazón como un libro: "Poco hay que hablar, dar las gracias a mi familia, amigos, al club, la afición por darme la sensación de que de verdad estoy en casa. He estado en bastantes clubes y aquí, la sensación que tengo, jamás la tuve. Es difícil explicarla. Sólo decir que estoy muy orgulloso por renovar en este club tan grande y seguiré dándolo todo ante este gran estadio y esta afición. Han pasado muchísimas cosas importantes, bonitas, otras no tan bonitas pero que te hacen más fuerte, te dan un viento en la espalda como esta afición que tenemos. He notado muchísimo cariño por parte del sevillismo en estos días, todos los mensajes".
Su carácter inquebrantable le viene de familia: "Desde pequeño, gracias a mi padre, aprendí a no rendirme jamás. Era futbolista profesional también (jugó en el Logroñés) y a mí y a mi hermano nos ha ayudado mucho. Nos ha formado".
Y por ello supo encajar cuando vinieron mal dadas: "Acepté el rol con la cabeza alta, no tengo 18 años y sé lo que es el fútbol, con sus periodos malos. Lo importante es seguir fuerte y con disciplina para dar todo de ti mismo. Siempre lo he dado todo".
Ha sido clave que cayera de pie en el Sevilla: "Este club hay tantas cosas que lo hacen especial... La sensación de estar en casa desde el primer día no es fácil para un futbolista y así me siento en este club, que es muy muy muy grande, sólo un paseo por estos pasillos y lo ves, ya veremos en el futuro si me retiro aquí o no, de momento, orgulloso por seguir".".
¿Prefiere volver a jugar con Mendilibar en su demarcación natural de mediocentro? "Donde el míster me necesite, ahí estaré, me siento igual de cómodo de central como de pivote"
Y sobre sus objetivos próximos, comentó: "Sigo con los mismos sueños, quiero ser un jugador importante en el equipo y ayudar lo máximo posible, vamos a por la Copa de España, que aún no la gané, sería bonito. Nadie quiere repetir el inicio de la pasada temporada, hay que olvidar lo bueno y lo malo y entrenar fuerte".
Como apuntó Castro, Gudelj ha hecho suyo el lema: "Nosotros hemos enseñado el nunca se rinde siempre en estos cuatro años, cuando te caes, lo más importante es levantarse y eso hemos hecho esta temporada, tanto el equipo, como el club y la afición y le hemos demostrado a Europa lo que significa nuestro lema. Fue una sensación única en mi carrera cuando marcó Montiel el penalti, se me vino encima las peleas en el vestuario por no ganar... fue un año muy emotivo, perdí durante un par de minutos a mi hermano, luego el bebé... y cuando fuimos campeones salió todo, durante cinco minutos las lágrimas me salían todas".
Gudelj llegó al Sevilla en el verano de 2019, cuando Julen Lopetegui abrió otro ciclo triunfal de tres años. Monchi había valorado su buen año como cedido en el Sporting de Portugal y hubo acuerdo con el Guangzhou Evergrande chino. La tercera de sus campañas, la 21-22, se quedó fuera de la lista para las competiciones europeas pero en el siguiente curso, el último, ha dado un poderoso impulso a su carrera, superando trances como el susto que dio su hermano Dragisa en Córdoba y la pérdida del bebé que su mujer estaba gestando, justo antes de la final de Budapest. "Ha sido el año más duro de mi vida", confesó a la afición en la fiesta en el Ramón Sánchez-Pizjuán por la Séptima. Y lo ve recompensado.
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