García Pimienta, de una seguridad defensiva poco común a un final preocupante en Las Palmas
Sevilla FC
La apuesta del Sevilla para dirigir la reconstrucción dejó a su último equipo decimosexto, por debajo de los nervionenses en su peor campaña en el presente siglo
A un juego con ciertos tintes 'guardiolistas' que no se pueden negar añade la solidez de un bloque que lo llevó a ser el segundo equipo menos goleado de la Liga en el primer tercio
La caída en la segunda vuelta fue evidente: sólo 3 partidos ganados y un final con 14 jornadas sin ganar y 8 derrotas consecutivas
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La apuesta por Xavier García Pimienta en el Sevilla FC no se puede negar que añade cierta incertidumbre y hasta inquietud en la afición. Supone sin duda una decisión arriesgada, hay que decir que a la vez que valiente, por parte de la dirección deportiva que lidera Víctor Orta y los consejeros delegados que secundan su elección, el presidente José María del Nido Carrasco y el vicepresidente José Castro. A ellos habrá que pedir responsabilidades si la apuesta no sale bien, al igual que aplaudir el paso adelante si acaba resultando.
García Pimienta, que ha logrado llevar la negociación a donde quería, a firmar por dos años (aunque habrá que ver la letra pequeña del contrato porque es bastante probable que, como con Quique Sánchez Flores esas dos temporadas que pueden ser dos menos una en función de objetivos y cláusulas más o menos flexibles de penalizacón), va a traer un cambio radical en el estilo de juego.
Para empezar genera dudas y puede ser todo una especie de billete de lotería. Está claro que la referencia para los técnicos y los gestores del Sevilla ha sido la última campaña en la UD Las Palmas, en la que resulta curioso que el equipo canario ha quedado por debajo del Sevilla en la peor campaña de los nervionenses en el presente siglo. Un punto menos, 40, que los de Quique y en el puesto decimosexto.
Orden y eficacia defensiva
Pero la temporada de la UD Las Palmas en Primera tuvo dos partes. Es verdad que acabó mal, pero muy mal. Quizá probablemente debido a la relajación por haber logrado el objetivo de la permanencia, pero la parte mala de ello es que no tuvo lo que hay que tener para apostar de verdad y pelear por Europa tras un primer tercio de Liga magnífico.
Y en ello sobresale un aspecto importante. Aunque la primera imagen que se asocia a García Pimienta es el de un fútbol alegre, con jugadores de buen pie y la obsesión por sacar el balón jugado desde atrás (ya se recuerdan en Sevilla las malas experiencias, sobre todo con Sampaoli), uno de los pilares ha sido el orden y la eficacia defensiva.
Pese al gusto por ser combinativo y cierto aire guardiolista, el nuevo entrenador del Sevilla le da mucha importancia al orden defensivo y a la seguridad del bloque desde una presión bien estructurada desde el colectivo en un esquema que suele variar entre el 4-3-3 con fortaleza por dentro al 4-5-1.
La UD Las Palmas ascendió con García Pimienta siendo el equipo menos goleado en la Liga Hypermotion, sólo 29 goles en un total de 42 partidos. Álvaro Valles fue segundo en el Zamora de la categoría. En la pasada campaña Las Palmas en diciembre era el segundo equipo menos goleado de LaLiga EA Sports, sólo superado en esta faceta por el Atlético de Madrid, que hizo un gran arranque de Liga. Sólo 13 goles encajados en las 15 primeras jornadas, lo que le llevó a soñar con pelear por Europa.
Pero el equipo se vino abajo. La mejor fase de los de García Pimienta la pasada campaña fue de octubre a mediados de diciembre, cuando sumó 7 triunfos en 11 jornadas, que le llevó a situarse octavo a sólo 2 puntos del Betis.
8 derrotas, seguidas; 3 meses sin ganar
Después llegaría un bajón importante de juego y resultados. Las Palmas no volvió a saborear una victoria desde 10 de febrero, cuando le ganó 2-0 al Valencia. Lo peor, una racha de 8 derrotas consecutivas e ininterrumpidas que le hicieron ver peligrar incluso la categoría. 14 jornadas sin ganar. En la segunda vuelta sólo ganó tres partidos: al Villarreal (3-0) y al Rayo Vallecano (0-2) aparte de a los de Mestalla.
La secuencia entre marzo y mayo fue terrorífica: Derrotas y más derrotas... hasta un total de 8 seguidas: ante Athletic (0-2), Almería (0-1), Barcelona (1-0), Sevilla (0-2), Celta (4-1), Girona (0-2), Real Sociedad (2-0) y Mallorca (1-0). Las últimas tres jornadas de Liga, en las que certificó la permanencia, fueron tres empates, dos de ellos en casa, ante Betis (2-2) y Alavés (1-1) y frente al Cádiz en el Nuevo Mirandilla enla penúltima jornada (0-0).
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