Fieles, pero también críticos

Cuando José María del Nido Benavente tuvo la idea de homenajear a los socios más veteranos, los que tienen más de 25 años ininterrumpidos como abonados, se empezó a hacer en diciembre y en los bajos de la grada de Fondo. Se hacían bromas por el frío que se pasaba en esos eventos en la que los socios se arremolinaban bajo las setas de calefacción puestas al efecto.

Este miércoles frío precisamente en la Plaza de España no hacía. El termómetro estaba bien presente y además con el doble calibrado, pues igual marcaba la temperatura ambiental en mitad de una ola de calor sofocante que nos ha tenido en alerta roja, que también era una forma de ver cómo respira el sevillismo tras los últimos acontecimientos en el primer evento en el que la afición se podía manifestar.

En el tintero había asuntos de no poco calado, como la marcha de Monchi, la inestabilidad accionarial con una Junta Extraordinaria de Accionistas convocada y los cambios que se están produciendo en el club y los que pueden todavía llegar.

Ante 6.500 sevillistas convocados, la palabra “fieles” cobraba una dimensión especial después de un año de penurias y fatigas, con dos entrenadores destituidos y la amenaza real del descenso, aunque al final el título europeo, presente en el escenario del evento, lo tapaba todo, también una más que mediocre duodécima posición en la tabla.

Curiosamente, el año pasado en este acto precisamente Monchi pedía tranquilidad y confianza y no ver cómo estaba la situación en julio, sino en mayo, casi como augurando el éxito final en la Europa League.

Esta vez el de San Fernando no estuvo, y sí su sucesor, Víctor Orta, de la mano del presidente, José Castro, que tuvo que escuchar pitos cuando fue anunciado por el speaker para pronunciar su discurso y y después del mismo. Una alocución en la que quiso destacar la fidelidad de la afición y vino a sacar pecho por “el millón de euros destinado a sufragar parte de los gastos del viaje a Budapest”. Algunos socios le reprobaban sacar a relucir este tema cuando aún no han recibido el dinero prometido (200 euros por aficionado que reservara una plaza chárter con el club). Precisamente ayer el Sevilla anunciaba el inicio de este reembolso.

“Nos quedamos con lo bueno, pero también con lo malo. Tenemos que identificarnos y corregir errores. Lo hacemos. Hacemos autocrítica. Somos conscientes de que siempre hay margen de mejora. Nuestro objetivo es reconfigurar nuestra filosofía hacia el método que ha dado éxito. Tenemos que subrayar que otra vez hemos vuelto a traer plata a nuestra ciudad y aquí tenéis esta noche la Séptima, para que la disfrutéis porque la merecéis más que nadie. Desde ya trabajamos para hecer la mejor plantilla posible para una temporada en la que estaremos en Champions por cuarta consecutiva y por séptima vez en las últimas diez campañas. Lo hacemos con la convicción y la determinación de seguir creciendo y seguros de que el Sevilla será otra vez llevado en volandas por todos vosotros, fieles de Nervión, en busca de la consecución de nuevos objetivos”, proclamaba mientras numerosos socios abandonaban el acto, que no fue difundido en directo esta vez por los medios oficiales de, club.

“Y para terminar sólo un mensaje, disfrutemos de este momento, de esta época dorada, de esta bendita locura que venimos viviendo desde aquel zurdazo de Puerta en 2006. Llevamos casi 20 años en lo más alto. Somos el tercer equipo en títulos y clasificaciones europeas en este siglo. Eso no es ni puede ser casualidad. Y no lo dudéis, vamos a por más. ¡Viva el Sevilla!”, terminó casi pisándose su último viva con el himno de El Arrebato sonando fuerte en la megafonía.