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Fibra, velocidad, juventud y hambre: las promesas de Pape Gueye y Bryan Gil

Sevilla FC

Con el medio centro y el extremo, Monchi dota al Sevilla de cualidades que estaban en el foco de las críticas en las últimas temporadas, aunque sea de forma efímera

Januzaj se queda por ahora; Monchi cierra el mercado con diez operaciones

Pape Gueye y Bryan Gil, en el césped del Sánchez-Pizjuán durante su presentación. / Juan Carlos Vázquez

El Sevilla dio por finalizada ayer, último día de plazo, el mercado de invierno con la renovación y cesión al Tenerife de Kike Salas. Fue el único movimiento en la jornada del cierre de la ventana de transferencias, sin que hubiera ninguna sorpresa de última hora en forma de oferta por alguno de los futbolistas que menos cuentan, léase Januzaj, por lo que tampoco hubo opción alguna de realizar otro esfuerzo si las cuentas y los límites salariales lo hubieran permitido.

Así, Monchi ha realizado siete operaciones concernientes al primer equipo, además de las cesiones de dos futbolistas que eran ya, a los efectos de organización y entrenamientos, miembros de la plantilla profesional, no así de nómina: José Ángel y Kike Salas. Y con los cuatro fichajes el Sevilla enmienda parte lo que se le estaba demandando, no todo. Menos es nada, aunque no llegó ese otro central por el que rastreó el mercado y Januzaj se queda... a no ser que el Basaksehir insista aprovechando que el mercado turco cierra el 8 de febrero.

El mercado y sus leyes, también el actual estado económico del club, sólo han permitido dos salidas definitivas –Isco y Dolberg– y una cesión sin opción de compra –Delaney–, lo que posibilitó cuatro fichajes: Loïc Badé, con opción de compra; Ocampos, con contrato en vigor hasta 2024; y los cedidos sin opción de compra Pape Gueye y Bryan Gil. Estos dos, ambos zurdos, expresaron en su presentación su tremendo afán por aprovechar la oportunidad que se les brinda. Llegan con hambre y aportarán algo de lo que se le estaba cuestionando a la plantilla sevillista en los dos últimos años: juventud, fibra y velocidad. A ver...

Tanto el francés de 24 años como el barbateño de 21 tienen ya experiencia en su trayectoria profesional. Ambos son internacionales, han jugado Champions, han conocido la crema de la élite y quieren seguir creciendo en el Sevilla. Quieren meter el hombro en el equipo que los ha acogido, con el prurito personal de subir otro escaloncito también en sus respectivas carreras.

"Creo que puedo aportar al equipo lo que necesita, vengo para eso, para ayudar y para disfrutar y aprovechar que estoy aquí para ser mejor jugador aún", dijo Bryan Gil en su presentación oficial, en la que se declaró claramente como extremo zurdo. "Donde estoy más cómodo es jugando de extremo izquierdo. Si el míster quiere puedo adaptarme a la banda derecha, pero yo soy un extremo de estar pegado a la línea, de uno contra uno y desborde". Y precisamente esto es lo que quiere Jorge Sampaoli de él, que aporte ruptura desde esa ala en la que ya expresó su lamento por no tener efectivos específicos, máxime tras la lesión de Alex Telles.

Al Sevilla del último año y medio, sobre todo desde que las lesiones lo lastraron en el invierno anterior, llevándose por delante a un pilar como Fernando, se le juntaron de pronto todas las fallas: el juego al pie, la falta de velocidad en los jugadores de ataque... el exceso de edad. Y la falta de un relevo para el brasileño, que ya va pidiendo pautar sus comparecencias a sus 35 años. Pape Gueye se refirió a él en su puesta de largo como sevillista. "Fernando es un icono en este equipo. Ya lo veía cuando estaba en el City. Creo que va a ser una gran ayuda para mí, voy a aprender mucho de él en esa posición. Va a darme muchos consejos y todo es positivo".

Ése es el afán del futbolista procedente del Marsella, al que conoce todo el cuerpo técnico de Sampaoli, que quería quizá un box to box y se encuentra con un futbolista de posición y para la resta, con presencia y fibra (1,89 metros), que también se echaba en falta. "Soy un centrocampista bastante agresivo, diría yo; el entrenador me llamó, habló conmigo, ya me conoce, sabe qué características tengo y lo que puedo aportar al equipo", dijo Pape Gueye, que quiso reivindicar su faceta técnica también. "Creo que también soy un jugador técnico; estamos en España y cuando era más joven me decían que mi estilo de juego se correspondía al de España". Le llega la ocasión de demostrarlo.

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